Capitulo 8

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Los dos meses que vivió Belle en la casa de los gemelos Pines podía ser categorizado como totalmente pacíficos. Claro que Jack había intentado verla; a su fortuna no de una forma psicópata ya que no le convenía para nada, pero seguía siendo insistente – había logrado esquivarlo desarrollando a conciencia una leve paranoia a casi todo. Si no fuera por Dipper y Mabel sentía que se volvería completamente loca: estaba agradecida con ellos y continuaba con su vida y a pesar de todo se sentía bien. O eso creía ella.

—La operación será en una semana y tú no le has dicho nada— Dipper solo asintió ante el regaño de su gemela. Así había estados dos meses, hablando de ese tema cuando su huésped no estuviera en casa.

—No creo que sea una buena idea, digo ella está pasando por algo muy malo para que le cause más problemas.

— ¿Problemas? ¿De qué problemas estás hablando que le causaras si eres honesto?— pregunto frunciendo el caño; odiaba que su hermano se considerara un problema para los demás— lo único que estas mostrando es que no has cambiando nada y ni si siquiera confías en ella para revelar de quien eres realmente.

—No es eso— bajo la mirada— solo no quiero que me odie y se separe de mi por mentirle por tanto tiempo— callo cuando las manos de Mabel tomaron sus mejillas obligándole a verla a los ojos. Mabel podría en esos orbes cafés un miedo forjado por años de rechazo; Dipper por su parte notaba la determinación de su gemela.

—Es hora de ser honestos, ella no es como los demás — le dio unas leves palmaditas para calmarlo, sonriendo ampliamente. Ella lo apoyaría en todo.

—Si— ladeo la mirada cuando escucho el sonido de la puerta abrirse.

La única posibilidad era que fuera Belle; el mejor momento para hablar con ella, al lado de Mabel sobre su verdadero ser. La rubia entro de golpe y sin decir nada paso corriendo al baño dejándolos confundidos. Quien reacciono primero fue Dipper que siguió los pasos de su amiga que se había encerrado en el baño dando un fuerte portazo; eso le preocupo y mucho.

Se resistió a tocar a la puerta, esperaría por ella sin invadir su espacio personal encontrar de su deseo de saber de cómo se encontraba. Pasaron unos minutos, escuchando el sonido del agua seguido del jaloneo a la taza del baño; se apartó un poco cuando Belle salió. Estaba pálida de ese tono enfermizo que alarmaría a quien lo viera; la chica no tardó mucho en mostrarle una sonrisa, lo más seguro es que estaba consciente de su propia condición y no quería asustarlo.

— ¿Necesitas usar el baño?— pregunto Belle como si nada.

— ¿Estás bien?

—Claro que si estoy bien, creo que me enferme— rio tocando su estómago— pero me tomare algo y estaré como nueva ¿sucede algo?

—Yo...espero que te recuperes— se quiso morder la lengua ¿Qué estaba haciendo? Lo había prolongado mucho ese momento, no podía hacerlo más— y necesito hablar contigo— eso era un buen comienzo.

— ¿No puede ser en otro momento?— aquella pregunta fue como un balde de agua fría caer sobre él sin piedad— veo que no— agrego.

—Es importante Belle, yo— callo cuando la rubia tomo su mano para llevarlo a la que antes había sido su habitación-antes de que Belle se instalara- entro con la mujer— no tenías que exageras— balbuceo.

—La importancia de algo requiere privacidad— aclaro sentándose en la cama dándole espacio, no tardó mucho en aceptar la invitación — ¿Qué querías contarme?

Aquella efímera confianza le abandono tan pronto como vino ¿Qué estaba pensando? Eso era tonto. No, eso no era estúpido seguirle ocultando aunque ya no pueda. Tomo un respiro, tomando valor en algún desconocido en su cabeza atenta mirada de Belle Cipher.

—Yo no son quien piensas que soy, Belle— apoyo sus antebrazos en sus piernas unido sus palmas como apoyo a su barbilla.

— ¿De qué estás hablando?— pregunto confundida. Esas palabras no eran muy agradables de escuchar en esos momentos, o cualquier momento, de hecho— no entiendo nada.

—No es extraño— sonrió un poco— es complicado hablarlo ¿sabes? Jamás le he tenido confianza a absolutamente a nadie. En fin, yo soy transexual— aquella confesión de solo tres palabras fue suficiente. El castaño miro asustado a su amiga.

Quería ver su reacción y sinceramente le ponía nervioso el hecho que de que su rostro no parecía mostrar alguna emoción. Le rechazaría, estaba seguro, sería como todos, debería estar acostumbrado. Se levantó de la cama, no le veía el caso seguir ahí, no pudo dar un paso cuando una mano apreso la suya.

—Me asustaste mucho, pensé que era algo grave, que te estaba pasando algo muy horrible— reprocho Belle aferrándose a la mano de Dipper— es no tiene nada de malo.

— ¿Qué?— sus mejillas se encendieron cuando le habían soltado la mano para abrazarlo de la cintura— ¿no estás enojado porque te lo oculte?

—Un poco, sabes que no soy como esas personas que tienen la mente cerrada y juzgan solo para sentirse superiores—admitió.

—Lo sé— suspiro, se sentía un tonto— en una semana me van a operar, ya sabes para que me quiten los pechos— ahogo una risa cuando vio el rostro totalmente extrañado de Belle mirando aquella zona.

—Bueno, no debe ser mucho lo que te quitaran— comento más para sí misma que para su amigo, que aquello lo hizo reír— te apoyare en todo lo que pueda, Dipper— aseguro. Aquellas palabras eran más que suficiente para él y acariciando aquellas hebras doradas sonrió como nunca antes.

—Gracias.

...

La semana había pasado rápidamente y la operación había dado lugar en la mañana. Belle y Mabel habían decidido comer algo en el comedor del hospital mientras esperaban ansiosas de que todo saliera bien.

Mientras comía una gelatina de limón Mabel se quedó observando a la rubia; no se veía muy bien, estaba algo ojerosa y su tez era más blanca pero, había algo más que llamaba su atención , un brillo inusual que contrastaba con su aspecto enfermo y eso le inquietaba demasiado. Una persona prudente callaría sus dudas, Belle le estaba ocultando algo, obvio, pero ella no era alguien como para meterse en su privacidad y cuando quisiera hablar estaría ahí. Sin embargo, ella era todo lo contrario a esa clase de personas.

—Te sucede algo ¿verdad?— pregunto llamando la atención de la rubia que estaba entretenida comiendo zanahorias.

—Estoy un poco enferma, tal vez haya pillado alguna infección, pero estoy bien— su voz sonaba segura, pero aquellos ojos le mostraban una versión contraria. Y ese era miedo.

Había tenido sospechas de que estaba embarazada hacia unos días y no fue sino al dio anterior que comprobó sus sospechas cuando compro a escondidas un par de pruebas de embarazo. Las dos dieron positivo. No quería contárselo a nadie, ni ella misma sabía qué hacer con aquel bebé que venía en camino.

Abortarlo no era una opción, aunque la idea floto por su cabeza un momento; más allá de los estigmas sociales, ella quería tener a su hijo. Tal vez con ese bebé podría iniciar la familia que siempre quiso forma, pero después de tenerlo ¿Qué podría hacer? No sabía qué hacer, el futuro se nublaba por la incertidumbre la estaba matando. Sin contar que tampoco sabría cómo reaccionaría Jack si supiera que sería padre.

—Deberías ver que te revise un médico, no es bueno que te estés auto medicando— sintió su garganta cerrarse. Mabel estaba preocupada por ella.

—Estoy embarazada— dijo de golpe.

Mabel se quedó callada, viendo el vientre aun plano de su amiga; no podía tener más de tres meses. Se acercó para abrazarla cuando comenzó a sollozar. Al parecer no solo su hermano necesitaba ayuda en esos momentos.

Continuara.

Hola, mis queridos lectores ¿siguen con vida? ¿Sobrevivieron al 2016? Espero que sí. Después de irme un mes a descansar, me alegro mucho regresar. Quiero decir que muchas cosas cambiaron en mi, tanto buenas como malas, pero pienso que se pueden sacar provecho.

¿Qué les ha parecido el capítulo? Espero que haya sido de su agrado, no faltan muchos capítulos para que acabe y quiero que queden satisfechos con lo que hago.

Nos vemos en la actualización, los amo. 

Tras bambalinas (Fem!BillDip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora