Habia sido un día horrible.
Trabajo, trabajo y muchísimo más trabajo.
Iba camino a su casa simplemente pensando en todos los papeles que tenia que revisar, firmar y demás cosas que nisiquiera queria pensar.
Al entrar a su edificio, la recepcionista le interceptó su camino. -Disculpe, joven Akabane. Llegó un paquete para su esposo.- Dijo con un tono coqueto.
Esa mujer siempre trataba de coquetearle. Se subia la falda, dejando sus piernas al descubierto y se pintaba como una verdadera put*. Tenia que buscar un nuevo lugar donde vivir.
-Gracias.- Tomó el paquete y se subió al ascensor marcando el último piso.
Al entrar, un olor delicioso le llegó a sus fosas nasales.
Se dirigió a la cocina y le dio un beso a su peliazul.
-Hola cariño, ¿Cómo te fue?- Preguntó Nagisa.
-Horrible. Aún tengo trabajo por hacer.-
-Bien... cenarás y seguirás con tu trabajo.- Exigió el menor.
-Lo siento, Nagisa. Es mucho trabajo. Iré a terminarlo. Cenaré cuando termine.- Se disculpó y se dirigió a la habitación que usaba como oficina.
Nagisa suspiró. Justo cuando tenia todo planeado, siempre alguien o algo lo arruinaba.
Hace tiempo que no tenian un tiempo juntos. Se sentía solo. A pesar de que estaba la mayor parte del día con sus alumnos, si no estaba su novio, era como si estuviera en mitad de la nada.
Y también tenia una noticia muy importante para darle.
Terminó de hacer la cena y puso la mesa. La decoración era romántica. Y habia hecho la carne favorita de Karma, aunque le dieran ganas de vomitar.
Solo pedia un milagro que hiciera salir a su esposo de su habitación.
Se sentó en la silla y esperó. Encendió la TV, jugó en su teléfono, pero no habia ni una sola señal de que el mayor saldría.
Menos mal que no habia servido la comida.
Tomó una manzana y se dirigió a su habitación. Mañana recogería todo y llevaria a la escuela la comida.
Se terminó la manzana, la votó en un basurero que tenia en el baño y se fue a acostar.
Tratando de dormir, se tocó su plano vientre. Acarició la zona y cantó despacio, hasta quedar dormido.
Eran la 1 am. Y Karma seguía con la cabeza en el montón de papeles, que al menos, ya no eran tantos.
Sintió a su barriga pidiendole comida, asi que, rápidamente se dirigió a la cocina.
Vio la mesa puesta y se extrañó. Estaba... diferente.
Entró a la cocina y toda la comida seguía dentro de sus Ollas.
Su chico queria una cena con él y el simplemente pensaba en el trabajo.
No pudo evitar sentirse culpable.
Caminó a la habitación y lo vio acurrucado en la cama, abrazandose a si mismo. Se acercó y le dio un beso en la frente.
Fue nuevamnte a la cocina y sacó unas fresas, para volver a su trabajo.
No habia dormido en toda la noche, pero terminó todo lo que tenia aue hacer y adenlantó algunos trabajos.
Se tomaria el día libre y lo pasaria con el que consideraba el amor de su vida.
Al salir, se dió cuenta que ya no habia nadie. Nagisa se fue a trabajar.
Sus planes fueron arruinados.
Bueno, simplemente esperaria y a la noche lo llevaria a cenar a un lujoso restaurante.
Fue a la cocina a por el exquisito manjar que le preparó anoche y encontró todo vacío.
Se resignó a hacerse un batido de frutillas y algunas tostadas.
El resto del día simplemente perdía el tiempo. Llamo al restaurante para hacer la reservación, avanzó un poco más en su trabajo y vio la TV.
Nagisa llegó un poco más tarde de lo normal.
-Lo siento, Karma. Uno de mis chicoa hicieron cosas que no debian y tuve que quedarme a supervisarlos.
-Ya, pero no te preocupes. ¿Porque mejor no vas a ponerte guapo y ayudarme a mi a hacer lo mismo, para salir a cenar?- Le susurró al oido, acariciandole su mejilla.
-No tengo ganas.- Le respondió Nagisa. Pasando a su habitción.
-Vamos amor, hace tiempo que no pasamos un rato juntos~- le suplicó.
Nagisa no podia resistirse y aunque estaba cansado, decidió aceptar.
Asi que, se arreglaron y viajaron en auto hasta el restaurante donde Karma le pidió matrimonio.
A Nagisa se iluminaron los ojos. -"Al fin podré decirselo..."- Pensó.
La mesa estaba bastante apartada. Era exactamente la misma de hace 2 años, cuando le pidio matrimonio.
Varios veian al pelirrojo. Se veia elegante y maduro. Las mujeres prácticamente babeaban por él. Y era todo suyo.Pidieron su comida y comenzaron una conversación.
-Y eh estado buscando una casa, para mudarnos.- Habló el pelirrojo. -¿Con cuántas habitaciones te gustaria?-
-Cinco como mínimo.- Contestó Nagisa.
-¿Tantas? ¿Para qué quieres tantas habitaciones, Nagisa?-
-Bueno, una seria de nosotros. La segunda de invitados, la tercera tu oficina, la cuarta para un futuro y la quinta para nuestro pequeño que ya está de camino.- Se tocó ligeramente el vientre.
Karma asintió mientras tomaba agua. Al procesar la información, casi se ahoga. -¿Q-qué?-
-Si, Karma. Estoy embarazado. Tengo dos meses y medio.- le sonrió.
-Oh Nagisa, te amo.- Se paró y le dio un profundo beso a su esposo. -Ahora mismo creo que soy el hombre más feliz de este mundo...-
------#------#-----
¡Y ya está!Que se suponia que este capítulo seria el del lemmon, pero terminó siendo esto haha...
Y eso. Que ya saben que acepto todo tipo de ideas y mañana creo que será que publicaré un resúmen o "corto" del nuevo Karmagisa en el que estoy trabajando. Para ver si gusta y demás.
Pueh adióh.
Pd: No sabia que nombre ponerle al capítulo, asi que improvisé y puse lo primero que se me vino a la cabeza. Nosé, simplemente queria decirlo. Chau.
ESTÁS LEYENDO
Nuestra Vida Juntos [Yaoi]
Short StoryKarmaxNagisa Serie de One shots de esta pareja sin orden cronológico y algunas en Universos Alternos. También se hablará bastante de Koro-senseixKarasuma.