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Subo al coche. Pone el motor en marcha e introduce el coche sobre la carretera.

- No te pareces nada a tu madre - dice tras varios minutos, nos encontramos de nuevo en la carretera con dos horas de trayecto por delante.

- Pero nada - digo entre risas y ríe conmigo. Pero su mirada y esa sonrisa oculta no me convencen

- ¿Ya estas con indirectas? -

- No, no -

- Tu eres un entrometido y elogiaste a mi madre con las tipicas conversaciones antiguas que ponen rojas a mujeres de cuarenta -

- No...a eso en mi casa se le llama ser agradable y en mi defensa puedo decir que soy asi con todo el mundo -

- Si ya menos conmigo -digo y apoyo mi cabeza sobre la ventanilla

Rie a carcajadas limpias - Eres tu la que no me deja -

- Vale - digo y me centro en observar cada señal que corre en direccion contraria a nosotros en la carretera

Pero aun no para de reir y por el rabillo del ojo puedo ver como sonríe

- Enserio no te soporto - digo con mis ojos en blanco

- Reía porque te empeñas en las cosas que no puedes controlar pero ya estoy dentro de tu orden de alejamiento - dice sonriente para enlazar sus ojos con los mios

- ¿Por que tu lo digas? -

- Si, dejalo - dice y su estado de ánimo pasa de diversion a decepcion...enfado

No enlazamos palabra en todo el trayecto y gracias a mi memoria puedo recordar que la calle que hemos tomado es la del apartamento.

Estaciona el coche frente a la puerta y baja de este. Sigo sus pasos hasta el maletero y me ayuda a bajar todas las cosas.

Saca la ultima caja y le espero con las otras cajas y bolsas sobre mis brazos.

Le espero de frente y queda quieto extrañado. Intenta avanzar por la derecha y le interrumpo siguiendo el mismo juego por la izquierda.

Doblo mi espalda y dejo caer las cajas en el suelo.

Le miro fijamente y sonrío. Suelta tambien las cajas

<<chico listo >>

Mi sonrisa aumenta de oreja a oreja y entrelazo mis brazos al rededor de su espalda. Tarda decimas de segundo en reaccionar y me abraza

- Perdoname, tu cara de niño bueno me remuerde la conciencia - ríe cerca de mi oreja ante mi discurso

Mis brazos rodean su espalda. Cuando mis oidos dejan de oir su sonrisa mi corazon se encoje inspirando su fragancia. Se cuela por mi nariz y recorre todo mi cuerpo...para cuando llega a mi corazon este se rompe a trozos mentalizando los brazos de Jace protegiendo mi espalda...

- Vamos es tarde y estas cajas parecen no subirse solas - digo deshaciendome de sus brazos.

Llevamos todas mis cosas como podemos por las escaleras.

- Puedes llevarlas a mi cuarto -

- Pensaba dejarlas en la cocina - dice divertido

Pongo mis ojos en blanco y no puedo evitar reir.

☆☆☆☆☆☆

Introduzco cuatro tostadas en el tostador mientras la leche se calienta.

- Buenos dias - su voz ronca me engatusa mas de lo normal

Want,always,need...       you?   S.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora