Tsuna decidió dejar pasar el hecho de que su intuición le estuviera advirtiendo algo y se apresuró a alistarse, ya con su uniforme puesto y su mochila preparada decidió bajar.
-¡Oh!, Tsu-kun debes apresurarte, si no vas a llegar tarde al colegio - Hablo Nana amablemente a su hijo colocando su desayuno en la mesa.
-¡¡¡No te preocupes oka-san comeré algo en el camino!!! - Mencionó Tsuna dirigiéndose a la puerta mientras esquivaba a su madre.
-¡¡¡No puedes hacer eso!!! Si te saltas el desayuno afectara todo tu día y no tendrías buen rendimiento en el colegio - Empezó a decir Nana acercándose a su hijo, como dándole a entender que no se iría de ahí sin que él antes tomará el desayuno.
-¡¡¡¡E-Enserio que no puedo!!!!, ¡¡¡Te prometo que cuando vuelva comeré incluso el doble!!! - Gritaba, casi rogaba, debido a que algo en su interior, también llamado su intuición, le decía que debía llegar lo más rápido al colegio, que lo que sea que le fuera a suceder empezaría en ese lugar.
-Esta bien... - Accedió Nana un tanto extrañada por el nerviosismo de su hijo -Pero cuando vuelvas hablaremos de lo que te preocupa, ¿De acuerdo? - Sonrió intentando calmar a su pequeño.
-¡Pero si no me esta pasando nada! - Intento replicar el castaño.
-No que estabas apurado Dame-Tsuna - Hablo Reborn interrumpiendo lo que sería el inicio de una negación totalmente penosa, sí contabas con que Tsuna no era buen mentiroso y que Nana, a pesar de ser siempre amable y cariñosa, era una mujer a la que no le podías engañar no importa cuán buena sea tu mentira, ya que ella lo sabría.
-¡¡¡Ah, no puede ser!!!, ¡¡Adiós oka-san, chicos, Reborn!! - Grito un agitado y nervioso Tsuna que corría como alma que lleva el diablo deseando con todas sus fuerzas llegar a tiempo.
Por suerte para él, llego dos minutos antes de que tocara el timbre de inicio de clases así que logró respirar tranquilo pero extrañado, ya que no se había encontrado ni con Gokudera ni con Yamamoto, lo cual era muy raro considerando que ellos siempre lo esperaban en su casa para venir a Nami-chu~.
"Seguramente se adelantaron, después de todo he llegado por los pelos" - Pensaba el castaño sin darse cuenta que cierto prefecto amante de la disciplina lo observaba desde la entrada junto con Kusakabe.
-Buenos días Sawada-san - Empezó Kusakabe viendo de reojo como una sonrisa pequeña surcaba los labios de Hibari al ver al pequeño herbívoro, como se refería el peli-negro hacia Tsuna.
-B-Buenos días Kusakabe-san, H-Hibari-san - Saludo haciendo una pequeña reverencia apresurando el paso para llegar hasta su salón, ya que el castaño empezó a estar nervioso, más que de costumbre, al estar cerca de su guardián de la nube que le dejo pasar tranquilo, ya tendría suficiente tiempo para hablar con Tsuna después.
"Por suerte llegue a tiempo" - Se decía el castaño mientras entraba al salón justo al toque de la campana.
-¡¡Juudaime, buenos días!! -¡¡Yo, Tsuna!! - Saludaron sus guardianes cuando llego a su asiento.
-¡Buen día, chicos!
-¡Juudaime! - Gokudera rápidamente se puso en frente del castaño -Le pido disculpas por no poder esperarlo, pero Reborn-san nos pidió que nos adelantáramos.
-¿¿¿En verdad??? - Se extrañó Tsuna, ya que Reborn no hacia este tipo de cosas a menos que estuviera planeando algo.
-Si, el pequeñin dijo que tenías cosas importantes que hacer y posiblemente llegarías tarde.
Ante esto Tsuna empezó a removerse incomodo, su intuición estaba cada vez más alerta, sin duda Reborn estaba metido en lo que le sucedería ese día y no le gustaba para nada.
-¿¿Algo malo le sucede Juudaime??
-N-No, no es nad--- Empezó Tsuna pero callo de repente al ver a la persona culpable de su inquietud.
-¡¡Ciaossu!! - Saludo Reborn entrando al salón como Reboyama-sensei. Ya era hora de empezar el plan que le planteó el guardián de la nube.
"Heh, ¿Estarás preparado para lo que se avecina Dame-Tsuna?"- Pensó Reborn mientras veía como su alumno empalidecía cada vez más.
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Holas *-*
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EDITADO: 15/04/2023
•Hope~
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¿Todo puede cambiar en tan solo una semana?
Fiksi PenggemarSawada Tsunayoshi pensaba que hasta ese punto , la situación no podría empeorar y ya nada más lo sorprendería ... Fue demasiado optimista, ya que "eso" no era ni la mitad de las cosas que le sucederían ese primer día que tan solo era el comienzo de...
