Lithium©

- 7. La de ojos Grandes

•Holaaaaa ^_^
Lo sé. Es raro yo poner una nota al principio XD
Pero esto es para advertirles que en el cap habrán algunas expresiones en Ruso. (Están en Rusia, Duh! XD)
Por eso, al final del capítulo hay como un pequeño glosario de las palabras y sus significados para que así entiendan.

Por cierto, el siguiente capítulo esta bastante entrelazado con este; como una segunda parte. Así que también tendrá el mini glosario para que comprendan el significado de las palabras.

*ven como los amo ❤️*
No lo pongo acá al principio porque como que siento que le quitara la emoción e.e
Aparte de que lo califico "spoiler" :v xD
Tengo que dejarlos con la curiosidad de saber qué significan mientras leen.

*cara maquiavélica*

Aunque podrían ir directo al glosario en la parte final del capítulo, escribir las palabras en algún lado. Y mientras leen buscan en la lista las palabras desconocidas.

*Solo digo...e.e Al menos es lo que yo haría*
:)

Buena ya, me largo =^_^=
Disfruten el cap !!

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Vendidas.

Estábamos siendo vendidas.

Estábamos siendo despojadas de nuestra escasa libertad, de nuestros derechos, de nosotras mismas; de eso que llamarían dignidad.
Estábamos siendo forzadas a abandonar nuestra propia existencia para dejarla en manos de otra persona.
Perdimos todo nuestro valor humano, y ahora, estaba siendo decidido por el mejor postor, el precio que consideraba mejor para nuestra cabeza.

A partir de este momento, estaba más segura que nunca de que ya no era nadie ni era nada.
Ni si quiera sabía que pensar claramente referente a esta situación; ya que no era nada, me cuestionaba si tenía siquiera el derecho de pensar en esto.

Mis ojos estaban clavados a la especie de vitrina, detrás de la cual estaban el hombre desconocido junto con la muchacha aterrada, frente a los ojos de los misteriosos espectadores en las pantallas, esperando decidir qué precio le pondrían a cada una de nosotras, según les pareciera.

Entonces me fijé en el desesperado grupo de chicas que estaban en la esquina, las cuales compartían el mismo destino que yo ahora.
Temblaban, lloraban, escondían su desnudez con sus manos, gemían de molestia y el miedo parecía estar colgado en sus frentes como un cartel.
Aún en su evidente deplorable estado emocional, cada una tomó su tiempo para detallarme con curiosidad, y yo por igual no pude evitar echarles un vistazo.

Habían todo tipo de chicas ahí.
Altas, bajas, delgadas, rellenas, rubias, morenas, comunes y extrañas.

Algunas tenían unos moretones en la cara, otras en los brazos, o en el vientre.
El punto es que todas tenían alguna marca de agresión física.

Todas...excepto yo.

Supongo que tal vez esa era la razón por la que me veían extrañamente.
Yo era la única sin un rastro de golpes, sin una lágrima en los ojos, sin un solo indicio de preocupación o desesperación. Solo estaba ahí, de pie y tranquila.
Bien podrían odiarme, admirarme, o darles igual. Como gustaran.
Yo ya no era nadie.

Después de la sonora palmada que le dio el hombre a la chica en la plataforma, anunció el precio con el que partirían para decidir cuánto ella valía. Justo como sucedería con todas.

–La apuesta empieza con 10,000–anunció, con una tremenda emoción evidente en cada fibra de sus cuerdas vocales.

Pasaron unos segundos de silencio mientras los ojos del hombre parecían divisar en cada una de las pantallas con ansias.
Aproveché ese momento para lentamente dirigirme al grupo donde estaban las otras chicas, recordando la clara orden del Castaño, de unirme a ellas en cuanto entrara.
Mientras más me acercaba, más sus ojos parecían perforarme con curiosidad, como si eso haría que supieran quién soy.