Capítulo 9

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"En la vida hay encuentros. Se dan cuando aquello que queremos del otro coincide, en ese preciso instante y lugar, con lo que el otro quiere de nosotros. Suelen ser momentos de unión y felicidad. Pero a veces nos encontramos en desacuerdo con el otro, ya sea por la situación o porque frente al aquí y ahora hay una duda o un después. Esta imposibilidad de encontrarnos es lo que llamamos desencuentro, lo agridulce de esa alegría por encontrar lo que buscamos sabiendo que no es el momento oportuno."

Se suponía que esta no tenía que ser una cena incómoda. Se suponía que Harry actuaría tan normal como siempre, y que a su vez ella lograra sentirse tan bien a su lado como siempre. Todo debía ser "como siempre", pero al parecer ese intento de beso aquella noche había sido un gran error. 

Taylor tomó su copa y bebió un poco de agua. Hacia ya 10 minutos que ahí estaban los dos, sentados frente a frente sin decir ni una palabra.

-¿Qué sucede Harry?- Decidió ser ella quien de el primer paso. Él la miro y negó moviendo la cabeza.

-Nada, ¿por qué?

-Estas muy callado. ¿Tienes algún problema?

-No.- Y siguió mirando el menú. Taylor sabía que algo más pasaba. 

-Escucha. Harry. ¿Puedes mirarme? Te estoy hablando.

Dejó a un lado el menú para prestarle atención, aparentando no saber que era lo que seguía después de eso. 

-La otra noche... estuve mal. Y lo se. Perdón. No debí intentar besarte. Pero estaba enojada, confundida y ahí estabas a mi lado con tus hermosas palabras, tan lindo y... lo siento. No volverá a pasar.

-Esta bien.- Contestó y volvió a tomar la carta de comidas.

-Sólo eso vas a decir?-

-Qué más quieres que diga Taylor?

Se mantuvo callada. Quizás en su interior esperaba otra reacción, una mínima señal de que a él le pasaba lo mismo o que tenía miedo de confundirse. Sólo quería escuchar que no estaba loca y todos estos años de amistad con él habían sido porque existía un cariño mutuo que iba más allá de ser mejores amigos. Pero no. Harry había cambiado hacia ya unas semanas. No era el mismo de siempre, ese amigo que la hacia reír hasta hacerla sentir mejor, ese chico que podía curar hasta sus más profundos dolores con una simple sonrisa o con una mirada de esos ojos verdes. Harry no era Harry y Taylor quería saber por qué.

A Zayn le gustaba que la gente espere por él, en especial las mujeres con las que tenía citas. Siempre solía llegar unos minutos después y entrar al lugar con su típico caminar despreocupado, esos jeans gastados y esa actitud de chico malo que sale a devorar el mundo. Pero esa noche algo lo hizo llegar antes, vestir elegante y sentirse nervioso como un principiante... Y ese algo era Perrie. 

Miró su reloj. 20:40. Ella llevaba cuarenta minutos de retraso. 

Cuarenta minutos en los que estuvo ahí sentado como un idiota, esperando lo que nunca iba a llegar. Cuarenta minutos en los que ella seguramente se habrá reído de él. 

-Oh. Vamos Zayn. ¿Qué haces acá todavía? Estúpido. - Se maldijo a él mismo.

Golpeó la mesa y pidió la cuenta del champán que había comprado pero que nunca probó. Caminó hacia la puerta con furia... hasta qué una voz le resultó totalmente familiar.

Y ahí estaba Taylor mirando fijamente a Harry, con ese amor en los ojos con el que hacia ya mucho tiempo no lo miraba a él. Y ahí estaba Harry, ignorándola por completo mientras leía el menú. Podría haberse ido y evitar tener que explicar que estaba ahí solo por Perrie. Pero prefirió usar el hecho en su beneficio. Se acercó a ellos.

Find Me Somebody To LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora