Estábamos en el hotel ya, regresaríamos a San Clemente y a Los Ángeles por todas nuestras cosas y finalmente nos mudaríamos a la ciudad donde nos prepararíamos para el resto de nuestras vidas, Zayn miraba la televisión con interés mientras yo recordaba que habíamos visto a Perrie, pero lo que en realidad se me vino a la cabeza fue que nunca le dije a Zayn que Perrie y Harold…
-Zayn hay una cosa que no me puedo sacar de la cabeza -comencé acomodándome en el sofá.
-Dime ¿Qué es amor? –dijo volviéndose a mí.
-Bueno –le diré, no le diré-. Antes eras un idiota conmigo.
-Creí que lo seguía siendo –carcajeo.
-Si, lo eres pero me refiero a que te portabas como un patán conmigo –dije riendo por lo bajo.
-Cuando Madison me dejo tenía miedo a volver a enamorarme. Cuando te vi por primera vez fue magistral para mí, la mujer mas perfecta estaba parada frente a mí y no quería mostrarme débil –dijo tomando mi mano.
-Eso no quita que fueras un patán –reí.
-Cuando viajamos a Bradford no podía mas, esas ganas de besarte que me hacían añicos por dentro no cesaban, me di cuenta que…
-¿Qué? –inquirí enarcando una ceja.
-Ya sabes que te amo –farfullo ruborizado.
-Eres tan dulce –dije con las comisuras de mis labios formando una sonrisa.
-Mi amor, dime ¿Qué fue lo que paso mientras yo perdí la memoria? –quiso saber mirándome con debilidad.
Zayn quería saberlo, y no sabía si hablar. Aun tenía que decirle sobre lo de Perrie y Harold, pero por ahora prefería ahorrármelo y decirle finalmente lo que quería saber.
-Solo recordabas a tu madre, John, claro a Louis, Mandy y a Madison –masculle poniendo mis ojos en blanco al mencionar el nombre de la morena.
-Si, pero ¿Qué paso con nosotros? –cuestiono insistente.
-Tenías la curiosidad por conocerme, dijiste que algo dentro de ti te decía algo pero no sabía que.
-Perdóname –musito entre un suspiro.
-no tienes por que pedir perdón no recordabas nada –acaricie su mejilla con el reverso de mi mano.
-¿Qué mas? –pregunto.
-Nos fuimos a Los Ángeles por unos días, miraste a Madison y saliste con ella y...
-¡Para! Ya no quiero saber mas, ahora se por que te fuiste –me detuvo negando con la mano.
-Zayn está bien, no tienes por que sentirte mal –sonreí tímida.
-Fui el peor de los idiotas, debiste odiarme –podía notarlo triste.
-No puedo dudar que no evite odiarte, pero por hacerme amarte con tanta locura –dije riendo irónicamente.
-Doy gracias a Dios por haberte recordado –sonrió con lindura.
-Más las doy yo –reí.
-No tienes idea de cuánto te amo –acaricio mi piel con lentitud.
-Te amo Zayn –asegure acercándome cautelosa a sus labios.
No había duda alguna, las cosas iban para bien.
Zayn era el hombre que había sido diseñado para mí, para nadie más. No quería separarme de sus suaves y cálidos labios, él era todo lo que yo deseaba y mas, un hombre de ensueño era quien me abrazaba, besaba, amaba. Era increíble como Zayn se había convertido en mi todo, era casi imposible como no podía vivir sin respirar su aliento, sin querer tenerlo conmigo cada segundo del día. De una cosa estaba completamente segura, yo finalmente era feliz.
-Zayn hay una cosa que nunca te dije –inicie diciendo.
-¿Qué es? –pregunto mirándome extrañado.
-Una vez yo le dije a Perrie algo como que si no se iba o algo así, te diría algo de lo cual se podía arrepentir –dije tomando aire.
-Si…
-Bueno ese algo, es que, bueno es que –no sabía cómo decirlo, los nervios eran evidentes-. Una vez fui a la casa de Harold, y supuestamente él no estaba, después escuche un ruido arriba y resulta que él estaba ahí, el caso es que lo encontré con Perrie, ellos tenían relaciones. Listo lo dije.
Sentí como me quite un peso de encima, lo había dicho al fin.
Zayn se me quedo mirando, en silencio. No sabía que hacer, tal vez había dicho algo que no debía, bueno eso era lógico; a lo que voy es que quizás no debí decirlo, pero que imbécil tenía que abrir mi bocota.
-¿Zayn? –masculle con miedo.
-Antes de salir de San Clemente a buscarte, Perrie estuvo conmigo –al fin hablo-. Perrie me lo conto todo, las fotos, Harry y ella, que yo siempre fui mas que un capricho y de los celos que te tenia por cómo es que yo realmente podía amarte.
-Entonces ¿me dices que ya lo sabías? Ósea que ¿sabías que yo lo sabía? –me sorprendí tapando mi boca con mi mano.
-Si cariño, ya lo sabía no hay nada de que preocuparse –sonrió, mostrando la perfecta hilera de perlas.
-Nunca te lo dije, tenía miedo a que pensaras que lo estaba inventando –baje mi cabeza.
-Créeme, nunca habría dudado de ti –levanto mi cara con su índice.
Automáticamente su intuición me condujo a sus labios, no quería dejarlo ir nunca. Sus cálidos labios eran la frescura de un aire de primavera, me motivaba a sonreír entre besos.
Todo era perfecto, no sueños, no mentiras, pura realidad.
Zayn era mío, solo mío y yo bueno yo era suya completa, de pies a cabeza, mentalmente, el amor que le tenia no cabía en todo mi organismo, deliraba amor por él, quería ser suya una y otra vez.
Condujo sus besos hasta mi cuello, mi pecho…
Fui suya, de nuevo. No había manera de ser más de él, ya lo era de sobra.
El clima en San Clemente era realmente caluroso, ni unos shorts cortos podían refrescarme un poco. Todo estaba listo, teníamos que prepararnos para el adiós, pero antes de despedirnos de mi padre y de Trisha teníamos que despedirnos de nuestros amigos.
-Así que se nos van –dijo Zayn golpeando el hombro de su fiel amigo.
-Europa nos espera –contesto él emocionado.
-Pero regresaremos, y cuando volvamos seremos los mejores médicos del mundo –aseguro brincando de entusiasmo Mandy.
-Claro que lo serán –sonrió el chico guapo que tengo de novio.
-Tendremos los mejores doctores en la familia, no lo dudo –mencione abrazando a Mandy.
-Nueva York es genial y además el tío de mis hijos podría ser su maestro de Ingles –comento con una risa Louis.
-Uhh ¿Qué escucho? Hijos –dije jugando dándole un leve codazo a Mandy.
-Es en lo único que piensa –mascullo Mandy riendo.
-Hacerlos es lo más divertido –comento Louis, Zayn y Louis se echaron a reír como locos.
-Es lo mejor –le siguió Zayn.
-¡Cállense! Son unos pervertidos –exclamo la pelirroja dándole un manotazo en el pecho a Louis.
Louis y Mandy se abrazaron dándose un beso sobre los labios y luego haciéndose bromas entre ellos. Mire de reojo como Zayn se acercaba a mí con una sonrisa diferente, atrevida. Me tomo por la cintura y me beso la mejilla con un beso tronado haciéndome reír.
-Y tu ¿Cuántos hijos quieres? –pregunto apretándome y estrellando su aliento en mi cuello.
-Un equipo de futbol –dije rodeando su cuello.
-Uh eso será aun mas divertido –inquirió dando un beso fugaz en mi cuello.
-Mucho más –reí.
Lo tome por la cara, tocando su suave piel con la yema de mis dedos, en ese momento solo somos él y yo, nadie mas. Acerco sus rosados labios a los míos, juntándolos en un delicado y tierno beso, impaciente por sentir el cosquilleo que recorre mi organismo cada vez que lo siento de esa manera; sostengo su carnoso labio inferior entre mis labios, saboreándolo con tranquilidad, tomándome el tiempo de sentirlo. Entre un suspiro sonrió al sentir como me ha juntado mas a él, provocando que mis dedos jalen de su cabello con algo de fuerza, nuestros labios se aferran por no alejarse ni un solo segundo, y tomamos aire por los pequeños orificios que logramos encontrar, voy desvaneciendo su ansiedad de besar dejando que todo fluya con tranquilidad, un beso corto nos deja al fin, dejándome admirar a la perfección frente a mis ojos.
-Un equipo de futbol será –menciono con la más sincera sonrisa.
-Te amo –dije cerca de sus labios.
-Te amo mas –sonrió sobre mis labios, abriéndome espacio para darle otro beso.
Volteamos de un lado a otro y los chicos ya no estaban. Caminamos hasta la sala y los encontramos ahí sentados.
-¿Por qué se fueron? –interrogo Zayn caminando a ellos.
-No quisimos estorbar –farfullo Louis guiñando un ojo.
-Oh ¡Por favor! Solo fue un beso –dije escondiendo mi cara entre mis manos.
-El mas apasionado que he visto que Zayn da –mascullo Louis mirando a mi chico con las cejas enarcadas.
-Cállate no la avergüences –me defendió Mandy golpeando al castaño.
Me divertía ver cómo es que Mandy y Louis se llevaban, simplemente era una pareja que no le importaba como es que era la otra persona, se amaban tal y como son, nada de pretender ser alguien mas, siempre sinceros, divertidos.
-Es la hora hermano, nos tenemos que ir –dijo Louis levantándose.
-Te voy a extrañar, después de todo eres como mi hermano –mostro sus sentimientos Zayn.
-Eres mi hermano de otra madre –dijo entre una risa, Louis y Zayn dejaron de lado los orgullos de hombres, y se comportaron como unos dándose un abrazo de hermanos, mostrando sus sentimientos.
Louis y Zayn los mejores amigos de toda la vida, se separaban por primera vez. Por primera vez irían a diferentes escuelas, Louis se iba al otro lado de el mundo, mientras que Mandy la prima y mejor amiga de Zayn se iba con él castaño, ellos se llevaban las mitad de la vida de Zayn con ellos, lo conocían como nadie.
-Te extrañare primo –mascullo Mandy al abrazar a su primo.
-Yo igual linda –dijo besando su frente.
-Cuídala mucho, no la dejes ir. No de nuevo torpe –le menciono ella señalándome.
-No lo hare, lo prometo –musito él mirándome.
-Cuídalo Maya, él es muy especial –me advirtió Louis.
-Creí que él debía cuidarme a mí –reí.
-Pero más tú de él –me abrazo el castaño penetrando sus labios en mi mejilla.
-Adiós Louis –le dije con una sonrisa.
-Adiós, prima –farfullo sin querer llorar Mandy.
-Oh vamos no llores, nos veremos en el futuro –aclare al abrazarla.
-Lo sé es solo que me pongo muy sentimental –dijo ella limpiando una lagrima.
-Adiós chicos, los extrañaremos –musito con una sonrisa torcida Louis.
-Nosotros igual –aseguro Zayn acercándome a él por la cintura.
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Mi Hermanastro - One Direction| Z.M
FanfictionMaya nunca pensó que la muerte de su madre la uniría con su padre y encontraría al amor de su vida, aunque para ser felices tuvieran que pasar por muchas pruebas del destino...