Un cumpleaños especial. Part.2

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Después de charlar casi media hora, entramos para revisar que todo se encontraba bien.
Afuera en la oscura noche se escuchaban risotadas y gritos que provenían de la cabaña de Hades.
Antes de abrir la puerta nos sorprendieron tres dioses, no sabía como actuar, quería salir corriendo de allí y esconderme en un arbusto, ya que no podían verme y menos en una fiesta.
Los dioses eran; Apolo, Hades (esto es tan impresionante como que Nico bailó conmigo.) y Afrodita. Di varias miradas a Di Angelo, ni siquiera lo entendió una.
Realmente entré en pánico. ¿Qué haría se me veían? ¿Y si dicen mi secreto? ¿Cómo quedaría adelante de todos?
Dejé a Nico solo con las deidades y me escondí en mi cabaña. No me perdonaría nunca por hacer eso.
Mi corazón latía desenfrenado, estaba nerviosa. Pase mis manos por mi pelo para tranquilizarme, inhale y exhale profundamente hasta que logré calmarme.
Me miré en el espejo y tres golpecitos a la puerta, casi como avergonzados, hicieron que diera un salto y mis nervios se volvieran a descontrolar.
Mi mano se acercaba temblorosa al picaporte, la abrí y ahí se encontraba Nico Di Angelo con una cara de "¿Te crees cenicienta para irte y dejarme?".

Nico: ¿Realmente te caigo así tan mal para dejarme como un idiota?.

Suspire y me apoyé en el marco de la puerta.

Noe: No es eso... Sino que no puedo decirte.

Nico: -me miró con esos ojos negros desconfiando de mi y su boca era una línea recta perfecta-. Los dioses, ¿no?

Noe: -sorprendida, sostengo más fuerte el marco de la puerta como si se fuera a caer- Lo siento, no puedo hablar de eso.

Nico: ¿No puedes hablar de eso? ¿Es un secreto de estado o algo parecido? O será que, no confías lo suficiente en ...
Noe: -Interrumpí al hijo de Hades-. No, no puedo. No lo creo y si confío.

Nico: Si confiaras me dirías y no lo haces.

Noe: Disfruta la fiesta. -sostuve el picaporte con intención de cerrarla, por supuesto que yo no quería que él se fuera-.

Nico: Ya me voy, no te preocupes. Pensé por un instante que eras diferente, pero me equivoque. Hija de Zeus... -protesto-. Soy un idiota, que duermas bien y sueñes con zombis.

Se fue y hasta creí que una pequeña grieta se abría mientras él caminaba.
Cerré despacio viendo su figura disminuir al alejarse.
Volví a mirarme en el espejo, quería correr atrás de Nico Di Angelo. No sabía porqué, nunca lo había manifestado antes.
Suspire, y suspire y volví a suspirar mientras quitaba de mi pelo la coleta, desabrochaba el vestido por la espalda y me metía en un camisón cómodo.
Me acosté en la cama y no pude conciliar el sueño en ningún momento. Era imposible y más con lo que dijo el chico. Ahora me sentía pésima, quiero decir pésima en serio.
Si me quedaba los dioses me verían y sabrían que esa misma mañana no había partido hacia mi misión.
Ahora pagaría las consecuencias. Sería un león domesticado devuelto a la selva.

Poco a poco el cansancio y Morfeo hicieron su efecto en mi.

Hija de Zēus (Nico Di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora