Desperté exaltada por el sueño y estaba un tanto animada por lo que me había dicho Ángel en mi sueño, que hoy había un partido de fútbol americano y si asistía ya por fin podría obtener respuestas a mis preguntas y dudas. Ahora lo más importante es si iría o no, tal vez me sería más fácil olvidar todo ya que me voy a cambiar de ciudad y podría empezar una nueva vida, pero conociéndome sé que no puedo dejar las cosas a un lado así como así, por lo que tendré que hacer todo lo humanamente posible para obtener respuestas.
Me están dando una oportunidad y no están riesgosa, creó que no pierdo nada. Mi respiración se había calmado ya.
Tenía que ir a la escuela a recoger unos papeles para el cambio de escuela y recoger las cosas que tenía en mi casillero y en algunos salones.
Me levanté y tomé mi ropa para meterme a bañar y bajar a desayunar. Bajé a la cocina para preparar algo para desayunar y encontré a mi mamá preparando hoy cakes, lo cual era muy extraño ya que sólo los preparaba cuando estaba nerviosa. No quise preguntar ya que supuse que sería por la mudanza ya que sería ese mismo día.
Me acerqué a ella y la saludé.
—Hola mama—Le dije.
—Hola, siéntate a desayunar—Me dijo sirviendo los hot- cakes en un plato
-—Gracias.
Tome el plato y los cubiertos y ella me servía jugo de naranja en un vaso
— Mamá una pregunta, ¿a qué hora nos iremos?
—A las 10, media hora antes vendrá el camión de mudanza—Me dijo— ¿Tienes que ir a la escuela hoy? —Me preguntó mientras dejaba el vaso enfrente de mí.
—Sí, tengo que ir a clases a recoger mis cosas de cada materia y la papelería que tienen ahí—Le fije mientras tenía un bocado de mi desayuno en mi boca, dudando en si decirle o no sobre que tenía que ir al partido en la noche; hasta que me decidí a hacerlo.
—Mamá hoy habrá un partido de fútbol americano en la escuela y me preguntaba si ¿me dejarías ir? — Le dije sonando lo más inocente posible.
—No, después de la escuela quiero que estés aquí, yo llegaré a las 7 para que esté listo todo lo de la mudanza.
—De acuerdo, me tengo que ir a la escuela
—Claro, ve con cuidado.
Solo asentí una vez con la cabeza y subí rápidamente a mi habitación a cepillarle los dientes y tomar mi mochila y una bolsa extra para guardar mis cosas.
Salí de mi casa y decidí caminar a la escuela en mi último día en este lugar. No estaba muy feliz por eso, pero me he acostumbrado a viajar por mi madre de ciudad en ciudad. Dejaba una parte de la vida que hacía en cada lugar esperando permanecer al fin un largo tiempo en un sólo lugar. No tenía muchas posibilidades para las amistades pero esta vez fue diferente, había hecho más amigos de los que había podido hacer antes y no sabía si eso se repetiría con este nuevo cambio. En menos de lo que pensé a había llegado a la escuela y aún faltaban 15 minutos para las clases. Los estudiantes apenas empezaban a llegar a reunirse con su grupo de amigos. Mientras caminé hacia las escaleras de la entrada y encontré a Mason recargado en la pared con los brazos cruzados y vestido totalmente de negro, camisa, pantalón, chaqueta y tenis negros; podríamos combinar a excepción de que mi blusa era de color rojo. Faltaban cuatro escalones para llegar a él pero él se retiró de la pared y camino hasta a mi poniéndose en un escalón más arriba de en el que yo estaba. Me vio a los ojos y me dio un beso en la mejilla.
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