Black Blood

Capítulo 9

Todo paso tan rápido que no me di cuenta de en qué momento fue que mi madre yacía en el suelo si vida aparente. Ángel estaba mirando su cuerpo inerte en el suelo mientras que Mason y yo estábamos ocultos y viendo todo por la pequeña ventana. Mason trataba de que no viera la terrorífica escena pero era demasiado tarde para evitarlo ya que vi a mi madre morir y aunque no fuera la mujer que me dio la vida hizo más que suficiente para que le deba la vida ahora, me cuidó y puso su propia vida y seguridad en una cuerda floja en la que sólo había dos alternativas una era la buena y otra era la mala. Al final todo tomo su camino.

Me quise mover, pero el espacio era demasiado reducido y apenas cabíamos los dos y me golpeé un costado que me hizo soltar un pequeño grito a causa del dolor e inmediatamente me di cuenta de que el grito salió más fuerte de lo que pensé que era y así fue como Ángel despejo su vista del cuerpo de mi madre y miro hacía la pequeña ventana en la que nos escondíamos Mason y yo. Mis nervios estaban a flote y amenazaban con apoderarse de mi pánico. Comencé a temblar mientras Mason presionaba cada vez un poco más su mano contra mi boca para no emitir ningún sonido.

— ¡Miren a quienes tenemos aquí! —Dijo Ángel mientras le daba un golpe a la pared destruyéndola.

Fue tarde para reaccionar porque de pronto me sujeto de mi mano y con gran fuerza estiro de ella y me saco de un jalón dejándome con mi brazo adolorido y tirada en el suelo. Después de mi salió Mason quedando en frente de Ángel.

— ¿A qué has venido? — Dijo en un tono amenazador.

— ¿Sabes que es lo que quiero?, porque curiosamente es lo que tú quieres— Dijo con cinismo.

—Nunca lo tendrás, eso ya lo sabes.

Empezó a caminar con lentitud a su alrededor.

—Acaso ¿No recuerdas quien es la persona que te ha vencido en innumerables batallas?, yo recuerdo que tienes un muy mal historial en toda tu eternidad y no me costaría más que un poco de esfuerzo ir con el consejo de fundadores para acusarte de unas cuantas cosas y que te exilien o te maten. — Terminó de decir quedando de nuevo frente a él pero más cerca.

—Claro que lo sé, pero... —Hizo una pequeña pausa para soltar un pesado suspiro y seguir hablando. —No lo harás. —Dijo esta vez con voz firme y segura.

— ¿Así? y según tú ¿Por qué no lo haré? — Dijo con un tono arrogante.

—Porque ella está a punto de morir.

Me quedé pensando en lo que dijo ya que sabía que había personas malas o mejor dicho vampiros que se habían revelado por no querer obedecer las reglas y mantener la paz con los humanos hasta que de pronto sentí dos manos rodeando mi cuello con un poco de fuerza que hizo que girará mi cuello. Un hombre me estaba sujetando de él rodeando mi cuerpo con gran facilidad como si fuera un abrazo, pero apenas Ángel terminó de pronunciar aquellas palabras entendí un poco el significado de todo aquello. Ellos querían matarme.

Sentí un dolor en mi cuello y de pronto mi vista se nublo haciendo imposible mi visión y el que no pudiera moverme lo hacía peor. Sólo pude divisar una sombra que supuse que era la persona que me tenía sujetada o en todo caso Ángel. De pronto sentí que me movían y escuchaba una voz que parecía muy lejana.

— ¡Alessandra por favor no cierres los ojos! — Se oía la desesperación en aquella voz realmente no podía hacer mucho porque mi cuerpo no me respondía.

—No te preocupes, estarás bien.

De un momento a otro ya no supe nada. Todo lo que estaba rodeándome ya no fui capaz de distinguirlo más que esa brisa característica de la noche.

No pude moverme en lo que me pareció una que eternidad; pero ahora era consciente de lo que pasaba a mi alrededor, podía escuchar voces que parecían lejanas. No sabía a qué persona pertenecían a excepción de una. Una voz masculina grave y reconocible, la de Masón.

— ¿Qué le paso? —Dijo una voz que supongo pertenecía a un adulto, parecía preocupado.

— Fue mordida por Ángel—Dijo Mason con amargura.

— ¿Qué? Ángel se supone que está muerto—Contestó ese hombre con algo de sorpresa incredulidad.

—Como lo oíste, parece que él no estaba enterado de su muerte— Soltó una risita burlona y totalmente llena de amargura. — ¿Qué le pasará? ¿Ella estará bien?

De pronto sentí un par de manos que me depositaban en algo suave como una cama. No me había dado cuenta de que alguien me tenía en sus brazos hasta ese momento. Otras manos tomaron mi rostro y giraron mi cabeza a un lado exponiendo no cuello.

—Ella lo resiste, va a estar bien—Dijo aquel hombre—Es más fuerte de lo que parece sabes, mira cualquiera de nosotros estaría luchando entre la vida y la muerte si le hubiera pasado que a ella, ni siquiera tiene un moretón sin contar la marca de los colmillos—Dijo con optimismo.

—Entonces si está bien ¿Por qué no está consciente? — Dijo Masón.

—Ella aun es más humana que vampira, porque su cambio aun no ocurre, le falta madurez física y emocional— Contesto con simpleza— recuerda que los humanos son vulnerables; no puedes llegar como si nada y esperar que actúen como si nada les pasara.

Escuché unos pasos pesados alejarse de donde yo estaba y unas puertas que fueron abiertas y cerradas. Nuevamente los mismos pasos se acercaron y sentí un peso en la cama.

—Esto la ayudará a despertar y a la recuperación de la sangre que perdió, probablemente tendrá que beber para no verse afectada y débil. —Dijo metiendo una especie hoja seca a mi boca.

— ¿Cómo? —Dijo con sorpresa Mason— Se supone que aún es humana ¿Por qué tiene que beber?

—Tiene necesidades distintas a las nuestras, la gran diferencia es que ella no depende de la sangre como nosotros, pero si no bebe en este caso ya que la pérdida de sangre fue de importancia para su sistema, tardara más la producción y por lo tanto su recuperación. —Soltó un pesado suspiro—Tengo que ir con el consejo e informarles del estado de la chica. Confió en ti para que la cuides.

Solo pude distinguir una puerta cerrándose, y nuevamente un peso en el colchón.

—Tendrás que luchar, cuando despiertes tu realidad será diferente y tendrás que tomar tu decisión y pelear por lo que mereces. —Sentí que tomó mi mano entre las suyas. —Realmente lamento lo que sucedió con tu madre y a ti. No volveré a fallarte, prometí protegerte con no vida si era necesario y cumpliré mi palabra.

Si no cuerpo reaccionara probablemente estuviera llorando o temblando por la gran confesión de Mason y estaría muy emocionada por esta parte nueva de él. Intente abrir mis ojos y poco a poco lo estaba logrando hasta que di un parpadeo rápido y me cegó una luz por lo que volvió a cerrar mis ojos. Espere un poco y los abrí de repente por alguna extraña razón estaba sobresaltada y mi respiración agitada.

—Bienvenida— Me dijo Masón.

Me fue imposible no mirar sus ojos.

Estaban de color rojo.

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