Capítulo 3

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Después de ese sueño, aunque bueno ya no estaba tan segura de que fuera un sueño. Desperté todo eso parecía real y lo más perturbador es que él me contestaba y la última frase antes de esfumarse.

¿Qué querrá decir? Acaso ¿es real? , no claro que no eso no puede, pero si no puede entonces ¿porque cuando visualicé París estábamos en París?

Todo esto está Volviéndome loca.

Voltee a la mesita alado de mi cama vi mi reloj, faltaba 1 minuto para que sonara la alarma; así que lo apague y me senté en la cama. No había notado que estaba llena de sudor, decidí darme un baño antes de ir a la escuela para ver si así me calmaba de mi pesadilla o no pesadilla, bueno lo que sea.

Me puse un sweater azul marino, un pantalón y unos botín es negros, como no podía pensar en otra cosa decidí cepillarme el pelo y ponerme un gorro negro. Mi mama no estaba en la casa y no sé qué haría si ella estuviera, ¿sería bueno preguntarle sobre lo que oí?, ¿qué será tan importante como para ocultármelo?

Camine hacia la escuela a mi primera clase.

Me senté en la banca y entró Mason y se sentó en frente de mí.

—Hola, ¿Cómo estás? —Me saludó.

—Hola, bien. ¿Crees en las historias de terror? —Dije.

Vi cómo se puso tenso, volteo a verme y dijo confundido.

—Por supuesto, ¿Tú no?

Me quedé muy desconcertada con su respuesta.

—Yo.... No lo sé.

—Pues deberías.

Me paré y salí del salón, caminé hasta el patio y me quedé parada tratando de poder respirar, un chico paso muy rápido haciendo que yo cayera.

— ¡VUELVE AQUÍ IDIOTA!

Él volvió.

— ¿Qué pasa princesa?, te rompiste una uña.

—Te exijo una disculpa. —Dije mirándolo a los ojos.

—Lo lamento. —Dijo como zombie.

— ¿Eres retrasado o te haces? —Dije.

—Me hago. —Dijo de nuevo con esa voz.

—Sabes que lárgate y olvida esto.

Él se fue corriendo. Idiota.

Me sentí extraña después de eso él no tenía la intención de dejar que la discusión acabe así ¿hice algo de lo que debería saber o preocuparme?

En mi mente solo recordaba lo que acaba de pasar, pero por más que pensaba no le encontraba una explicación lógica, tal vez sólo fue un error y se arrepintió o realmente era tan retrasado como creía, de cualquier modo ya paso, lo que no me explicaba era esa sensación de poder o deseo a hacer lo que quiera con él en ese momento.

Decidí regresar a clases, era extraño pensar en lo que paso pero no saber realmente que había sucedido. Cuando entré al salón vi a Mason en la butaca a lado de la mía y me sonrió cuando tome asiento junto a él.

Después de un rato de fingir prestar atención a la clase entró un chico que me era familiar, tenía cabello negro, unos ojos cafés, traía una chaqueta de cuero, un pantalón negro y unas botas negra de cuero...Era el mismo con quien me había topado hace un rato en el pasillo .

¿Qué hacía aquí?, ¡no puede ser! Tomo asiento en la silla a mi derecha de donde yo estaba sentada. En eso volteo en mi dirección y me atrapo viéndolo, inmediatamente desvíe mi mirada hacia Mason.

Nos pusieron a realizar un trabajo en equipos de tres y todos tenían equipo a excepción de que a masón y a mí nos faltaba un integrante y ese chico del incidente del pasillo que no se su nombre era el único estudiante que quedaba sin equipo. Tendría que soportarlo.

— ¿Te unes a nuestro equipo? —Dijo Mason.

—Sí, de acuerdo. —Dijo suspirando.

Él no dejaba de verme, ¿me reconocería? Pero qué clase de pregunta es si eso sucedió no hace más de una hora.

Cuando el profesor dio las indicaciones del trabajo comenzamos a hacerlo. Las notaba la tensión en el ambiente.

Después de un tiempo terminamos el trabajo y sin ningún incidente, aunque eso no quitaba la sensación de incomodidad que se hizo presente desde que formamos equipos.

Tuvimos una hora libre de clases. Mason me pidió que si podíamos hablar en esa hora y como no habíamos hablado desde que hicimos el trabajo en casa, tenía que conseguir algunas respuestas.

Apenas sonó el timbre él estaba parado apoyándose contra el marco de la puerta hasta que guarde mis cosas y me acerqué a él.

Todo el camino fue extraño ya que no hablábamos. Hasta que llegamos a una plaza que no estaba lejos de la escuela y seguimos caminando por los pasillos llenos de árboles que hacían que se viera tenebroso y hermoso a la vez ya que creaban una pares muy tupida y dificultaba la vista para el otro lado de esa pared de árboles.

— ¿Por qué te tenía tanto miedo el chico en clase? —Me preguntó con una mueca burlona en su rostro.

— ¿Miedo? ¿Quién? —le pregunté. Estaba realmente distraída este día y no prestaba mucha atención a las cosas.

—Él que estaba en nuestro equipo.

— ¿Qué?, No estaba asustado, nada que ver, yo no le hice nada. —Dije a la defensiva.

—Bueno no, está bien no le hiciste nada—Dijo con sarcasmo y burla.

—Perdón, he estado algo estresada.

—Está bien, no pasa nada. —dijo mirándome.

Nos detuvimos y se puso frente a mí. Acercó su mano a mis ojos y la paso por debajo de ellos rozando los suavemente con la llena de sus dedos fríos.

—Tienes ojeras y pareces cansada—Dijo como si estuviera inspeccionándome o tratando de averiguar algo— ¿no has dormido bien?

—la verdad es que no, he tenido pesadillas cada noche desde hace un tiempo—Le contesté.

— ¿Pesadillas? Y dime ¿qué pasa en esas pesadillas? — preguntó, parecía realmente interesado en saber.

Pero ahora que le digo, no le puedo decir que he soñado con él, mucho menos que me ha dicho cosas que no creo ni remotamente que sean creíbles mucho menos posibles. Todo se lo debo a mi gran imaginación, falta de sueño, estrés y todas las cosas ficticias que he leído.

—Cosas sin importancia. — Le dije bajando la mirada.

— ¿Cómo cuáles?, ¿Algo que te dicen que eres la elegida?

Me quede sorprendida, ¿cómo lo sabía? Tal vez solo había adivinado o tal vez no.

¡Oh Dios! Realmente había perdido la cabeza.

—Algo parecido—Me límite a contestarle.

Decidí volver a caminar para despejarme un poco, si no lo hacía tal vez me quedaría pegada al puso por no moverme. El me seguía.

—Imagínate que los sueños no fueran sueños, que la realidad no sea más que una ilusión, que las pesadillas... —volteo a verme a los ojos y me tomo por los antebrazos—sean reales. —finalizó.

Me quede sin palabras. No sé qué pensar. Él ¿Estaba diciéndome que mis pesadillas eran reales?, eso no es posible porque si lo fueran, el sería algo que aun no entiendo lo que sea, él escondía un secreto y yo lo descubriría.



Black BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora