Capítulo 1

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Mi nombre es Alexandra tengo 17 años, vivo con mi madre, las dos hemos viajado por todo el mundo, nunca nos hemos estado en un lugar estable.

Ahora mismo estoy en el aeropuerto de Perú, pero estamos viajando a México exactamente a Monterrey.

Dicen que el cambio es bueno, yo me he hecho pensar eso, pero uno nunca sabe lo que le espera, al igual que tampoco maneja el destino.

Este va a ser un buen año, lo presiento. Tiene que ser un buen año.

—Alexandra, despierta. —Escuche la voz de mi madre.

Abrí mis ojos y pude ver por la ventana del avión que habíamos llegado.

Bajamos y fuimos por nuestras maletas, salimos del aeropuerto, le hicimos la señal a un taxi, este se paró de inmediato, nos subimos y mi madre le dio la dirección, después de 30 minutos en el taxi, se detuvo en una casa oscura

Mi madre le pagó al taxista y bajamos las maletas, me quedé viendo la casa por un momento, mi madre se acercó a mí dándome un abrazó y susurro

—Bienvenida a nuestra nueva casa.

Vi la casa con suma atención, esa casa la había soñado noches anteriores, pero era de noche y en la entrada veía a un joven de ojos azules y pelo café claro, no le veía bien la cara, pero cuando lo veía o estaba junto a él, tenía una suma seguridad

Era una casa tamaño mediano, era espaciosa para todas las cosas que teníamos, era muy luminosa puesto que tenía una gran ventana en la estancia, era de dos pisos y en la primera planta se encontraba la estancia y más adelante el comedor junto con la cocina. Subiendo las escaleras se encontraba una puerta a mi derecha la cual era el baño

Había dos puertas más a mi izquierda las cuales eran dormitorios. Me encanto uno en especial, tenía una ventana muy grande y si en el día se veía genial el sol, imagino que en la noche la luna se vería mejor.

Me encantaba ver la luna, muchas veces dormía hasta las 6 de la mañana, mi madre decía que era un vampiro, yo siempre le decía que si excepto por lo de chupar sangre.

El tiempo paso rápido, mi madre y yo ya habíamos terminado de desempacar la mayoría de la cosas. Ya era de noche y por lo tanto desde que llegamos no habíamos comido así que pedimos pizza y en lo que llegaba comencé a poner la mesa y mi madre salió para comprar algunas cosas.

Cuando mi madre me dejó solo, comencé a recoger todos los platos, hasta que escuché una voz detrás de mí.

—Así que tú eres la elegida.

Voltee inmediatamente, pero no había nadie

Creo que estar en esta casa me está volviendo loco, fui por el refresco a la cocina, cuando sentí que no estaba solo.

— ¿Puedes oírme?

Escuché de nuevo esa voz masculina, esta vez hable.

—Sí, ¿quién eres?, ¿dónde estás?...

—Pronto sabrás de mí y tal vez responderé tus preguntas, solo ten en mente que no soy yo a quien debes temer

Sentí escalofríos inmediatamente ya que no había nadie pero sin embargo escuchaba su voy me respondía .Definitivamente me hace falta dormir.

Caminé hasta mi habitación me acosté sobre mi cama y comencé a ver la luna, por primera vez en mi vida tenía sueño, así que comencé a cerrar los ojos.

En mi sueño estaba en la misma casa, pero era tenebrosa.

Era oscura y estaba solo

— ¿Así que tú eres la elegida?

— ¿Elegida?

—Sí, elegida

Ahora vi con claridad al dueño de la voz, era un joven de cabello castaño, unos ojos azules y andaba vestido totalmente de negro

Estaba parado justo al lado de mi ventana, tapándolo la luz de la luna y me sonrió con calidez aunque sus ojos decían otra cosa.

— ¿Quién eres? — le pregunté.

—Soy como una especie de niñera tuya, —dijo con diversión— en pocas palabras soy que te ha estado cuidando toda tu vida.

No podía entender nada, el quien era y mucho menos a que se refería

—Si no te gusta ¿Por qué estás aquí?

—Es algo muy complicado de explicar, pero supongamos que soy tu ángel guardián, tengo que mantenerte con vida.

Iba a responderle, pero en eso escuche la voz de mi madre

—Despierta.

Todo comenzó a desaparecer hasta que abrí mis ojos.

— ¿Qué hora es? —me gire hacia la mesita que tenía a lado con mi despertador y vi que eran las 7:30a.m y tenía clases.

Inmediatamente después de que mi madre me dijera eso, me metí a bañar y me vestí para irme a la escuela. Noté que ya era muy tarde por lo cual tomaría algún atajo que había visto en el trayecto de la mudanza. No había pensado en mí extraño sueño de anoche, si es que lo era; ese chico por algún motivo me parecía familiar, el detalle está en que no sé de dónde y si es así ¿Por qué soñé con él?, ¿Quién es realmente?, ¿Por qué dijo todo eso? Para mi mente definitivamente era demasiado temprano para pensar tanto.

Entré a la preparatoria yo corrí hasta el salón.

Todavía faltaban unos minutos para comenzar las clases, pero decidí entrar mejor un poco antes, así no tendría que quedarme en un lugar que no me guste.

Todos estaban comenzando a entrar en el salón apenas tocaron el timbre, al parecer había más chicos que chicas en el salón así que esto no sé si sea bueno o malo.

El profesor entro cerrando la puerta detrás de él, pero antes de que la cerrará por completo, puso su mano y le hablo al profesor.

—Bueno ya que es el primero en llegar tarde, preséntese.

—Mi nombre es Mason Shane Way, tengo 17 años, vivía en España, pero mi padre se ha mudado aquí por trabajo.

Sentí su mirada sobre mí, baje la mirada a mi cuaderno.

—Muy bien, señorito Way, tome asiento

Él se sentó en la primera fila.

Me sentía un poco extraña, él no paraba de mirarme y sonreírme, él tomo asiento junto a mí.

—Hola, soy Mason ¿Tú cómo te llamas? —Me preguntó.

—Mi nombre es...Alexandra—Le dije tartamudeando. Él es algo extraño por así decirlo.

—Lindo nombre, ¿Qué puedes decirme del ambiente aquí? —No dejaba de mirarme con una especie de sonrisa.

—La verdad no sé, es una escuela como cualquier otra así que supongo que lo típico—Al parecer no pensé nada de lo que dije, y sonó un tanto cortante.

—Tal parece que alguien no está de buen humor. —Dijo riéndose.

—Lo lamento, no quise sonar cortante.

Él se quitó los lentes y pude ver sus ojos, esos ojos yo los había visto.... Esto no podía ser posible.... No podía estar pasando...

Era él, el chico del sueño....

Black BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora