Después de eso evité por todo lo bello del universo a Andrés. No por mal. Más bien que mal pero cada vez que lo veo me pongo roja o tartamudeo, normal en una chica "enamorada" claro pero si no tartamudeo lo trato mal. Camila me dijo que me relajara antes que me diera un ataque de ansias y Oliv me escribió diciendo que sabía todo porque hizo que Eric (el mejor amigo de Andrés) se lo contara.
Me escribió volviéndome loca de preguntas y me prometió que cuando llegara me mataría a golpes. Además de eso le conto a mis amigas de Venezuela. Adivinen quién morirá sin llegar a los dieciocho.
¡Qué divertido! ¡Mi muerte está marcada en todos lados!
Termine de hacer la maleta y la abrecé.
-Me entero que se abraza al equipaje -dijo Camila divertida entrando al cuarto mientras se cepillaba el cabello. Absorbí mi nariz. Parece como si recién hubiera llegado.
-Desde que sabes que te tienes que ir abrazas al equipaje a ver si encuentras apoyo, déjame en paz -dije y me abrazo por detrás. Cuando empecé a hablar más con ella descubrí que ama abrazar a las personas, a veces parece un pegoste o una sanguijuela. Claro nunca hubiera esperado eso si ella no hubiera empezado a tratarme mejor.
-Yo no quiero que te vayas -fingió llorar.
-¡Yo también quiero abrazo! -gritó el primo pequeño de Andrés y se unió al abrazo.
-... Yo no seré el asocial -escuché a Andrés y se unió al abrazo.
Mónica gritó que era momento de irse y Andrés agarró las maletas y salió, su primito tras él.
-¿Qué harás con él? -señaló la puerta con un gesto con la cabeza.
-¿Con tu hermano? Nada de preocuparse, le daré un abrazo y un dulce para que no me extrañe mucho.
-Hablo en serio, mae -se rió. Sé que se refería a Andrés pero no sé qué haré- ¿Ni idea? -preguntó. Asentí apretando los labios.
-Solo te pido no lo lastimes tanto si lo vas a rechazar -dijo dándome un codazo y suspiré viendo el techo.
-Eso es lo que no sé -agarre mi bolso y ella suspiró saliendo del cuarto.
Caminé a la sala lentamente, no tenía prisa -que Mónica me apure no tiene nada que ver- estaba concentrada en el por qué el suelo es de madera cuando escucho un grito.
¿Esto es un momento para el terror?
Corrí a la sala donde no paraban los gritos y estaba Bárbara acostada en el sofá agarrándose la panza, se notaba que le dolía. Me agaché a su lado y puse mi mano encima de la suya. Me vio y soltó otro grito.
-¡Adiós Costa Rica! -gritó Andrés entrando a la sala y besando las paredes.
-¿Adiós Costa Rica? ¿Estás seguro? -le pregunté intentando ayudar a parar a Bárbara que me vio con lágrimas en los ojos.
Andrés vio la situación y se volteo y empezó a llamar a Mónica a gritos.
-Creo que rompí fuente -dijo inhalando y exhalando. Miré aterrada a Andrés y Mónica ya había llegado al lado de Bárbara.
-¡Mamá! -entró detrás de ella Camila.
-¡¡Rompí la maldita fuente y daré a luz a un bebé!! ¡¿Alguien por el amor de cristo puede llamar al médico?! -gritó Bárbara exasperada.
-Llamaré a papá -corrió al garaje Camila.
Mónica la recostó de nuevo en el sofá y le dijo las respiraciones que debía hacer. Entró Víctor y la cargó para llevarla en la camioneta. La subió a la parte de atrás, yo me puse a su lado y me agarró el brazo nerviosa haciendo respiraciones que le decía Mónica que estaba sentada al frente, Andrés estaba a su lado y Camila en la maleta.
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El intercambio
Novela JuvenilQue una carta que has esperado mayor parte de tu vida si hace la diferencia, si aquí, en el colegio no hacen muchos intercambios que te toque uno seria lo mejor. Cuando eso logra pasarte sientete afortunado. Eso después de dos años y medio lo logre...