Capítulo 33: "De vuelta."

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Me senté encima de la maleta y Andrés me ayudó a cerrarla.

-¿En serio te vas? -habló en voz baja viendo el suelo.

-No puedo quedarme. -dije un poco bajo y él se dio la vuelta y salió de la habitación. Suspiré y vi el techo. Tenía que volver, no es como si fuese una opción.

Me levanté, revisé que no me faltaba nada y dejé las maletas a un lado, pegadas a la pared; fui al baño a asearme y cambiarme.

Me acosté y vi el techo, el techo blanco, miré la habitación y vi la Foto de Anastasia junto a Andrés cuando eran pequeños: Lindos e inocentes. Extrañaría tanto estar aquí, pero la verdad, extrañaba mi cama, mi casa, mi familia, mi idioma. No sabía qué más añoraría.

Cerré mis ojos y me puse boca abajo.

Sentí un bulto al lado de mi cama y fruncí el ceño incomoda, me di la vuelta y veo a mi costado, Andrés escondió su cara en mi cuello y me agarro de la cintura. Fruncí los labios.

-Es tu última noche aquí, quería dormir aquí, ¿me dejas? -dijo haciendo cariños en mi cintura- ¿por qué pones esa cara?

-Porque la verdad eso que haces me da muchas cosquillas -me empecé a reír y él separó su mano de mi cintura viéndome incrédulo.

-¿De verdad?

-De verdad -me reía y él rodó los ojos abrazándome.

Apoyé mi cabeza en su pecho y cerré los ojos.

Que alguien detenga el tiempo aquí, es el momento adecuado para hacerlo, no quiero que acabe jamás.

Con su brazo extendido bajo mi cabeza caí en brazos de morfeo.

-Es hora de levantarse -susurró alguien en mi oído. Me estremecí y seguido me estiré- Vaya, pareces un monstruo -dijo Andrés riendo y le di un golpe en el brazo- auch, también se defiende.

Reí y me senté en la cama, arregle mi cabello y vi la hora. Era temprano, pero debía aprovechar las horas que me quedaban aquí.

-¿Sabes qué debo hacer antes de irme? -le dije a Andrés mientras me acomodaba la coleta. Me vio y se levantó. 

-¿Qué? -preguntó estirándose y me levanté de la cama también. 

-Vamos a la torre Eiffel.

Se volteó con un ceño fruncido.

-¿Otra vez? 

-Otra vez.

Asintió y salió del cuarto. Agarré un cambio de ropa, me di una ducha rápida y salí cambiada. Mónica estaba sentada abajo tomando su café con Andrés poniendo la mesa.

-¿Iremos a la torre Eiffel antes que el aeropuerto? -preguntó confundida. Sonreí.

-Sí mi señora. 

-¿Y eso? -me preguntó, me senté a comer junto a Andrés.

-Bueno, mamá, tiene que llevarse buenos recuerdos de aquí ¿no? -dijo Andrés tomando su té. Mónica asintió alzando los hombros y recogió los platos sucios- bueno, Andrés ayuda a Lucía a subir las maletas al auto. 

Después de terminar de comer, nos levantamos y bajamos mis cosas. Pusimos todo en el auto y esperamos a Mónica. Abracé a Andrés y él me hizo cariño en la espalda. 

-Vamos, chicos -dijo Mónica subiendo del lado del piloto. Subimos y nos dirigimos camino a la torre Eiffel. Cuando llegamos, halé a Andrés conmigo, en poco tiempo logramos poder subir y cuando estuvimos ya arriba contemplé el paisaje. París, un sueño hecho realidad, la ciudad del amor, donde de hecho yo había conseguido el amor, de amigos, de una persona especial para mí. Tenía que despedirme y guardar una imagen de esta ciudad antes de irme.

El intercambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora