-¿Qué hacías con Navarro en tu apartamento?
Joder.
-¿Disculpa?
-Eso, ahora te haces la desentendida.
Muchas ideas colapsaron mi mente, demasiadas.
-Nicolás, vamos por parte ¿Por qué me hablas así?
-¿Hay que explicarlo? Son las 2 de la madrugada y tú estabas con mi mejor amigo en tu apartamento.
-¿Y qué te hace pensar eso?
-¿Qué mierda importa eso ahora?
-CLARO QUE IMPORTA.- Aish, Nicolás realmente colmaba mi paciencia.
-Mira, es por tu seguridad, pero hay alguien vigilando tu casa las 2 horas del día, así como en la mayoría de las nuestras, después de todo eres la secretaria del presidente.
Y justo en ese momento, mi paciencia colmó, ni siquiera fui capaz de mencionar palabra alguna, corté el celular y me levanté enfurecida de mi acogedora cama mientras comenzaba a hablar sola como una loca. "¿Dónde están ustedes? ¡Déjenme sola!" gritaba por mi balcón, la gente del condominio departamental ni siquiera se inmutó en salir, era día festivo, todos estaban felices en sus propios asuntos. Y fue lo mejor, afuera de mi apartamento no había nada, ni un automóvil extraño nada, y conocía a mis vecinos, y la mayoría vivían ahí antes de que yo naciera.
Colmada de ira y angustia me resigne a dormirme, pero debo decir que del enfado me enfermé. El dolor de estómago me despertó muchas veces. Hace mucho no me enfadaba, peor aún, hace mucho que no me enfadaba con Nicolás. Y la última vez que nos enfadamos, ah, casi desatamos una guerra civil. Bueno no tanto, pero arrasamos con todo, somos destructivos.
Ese sería un contra de que estuviéramos juntos.
Algo así fueron los pensamientos principales que merodearon mi mente hasta las 7, no había dormido nada, pero ya estaba en pie, me había dado una ducha y mi maquillaje omitía los rastros de una noche agitada. Ya estaba vestida como la perfecta secretaria del presidente, y pensar que todas las secretarias novatas quería ser como yo, pobres tontas, por favor disfruten su juventud, enamórense y tengan citas.
Hagan las cosas que yo no hice, y que con 28 años me hubiera gustado hacer con libertad. Nada ilegal por favor.
La mañana fue una batalla constante de evitar a Nicolás y ordenar papeleo, comunicarme con los gobernadores para ver si había habido problemas con sus informes, etc, etc. De seguro deben de envidiar la vida de una secretaría ¿Eh? Nada más divertido.
Pero la diversión terminó cuando una vez en mi apartamento a las 13:40 me encontraba frente al espejo, había decidido no ir porque no soportaría ver a Nicolás, pero entonces ¿Qué hacía ya arreglada y ansiosa? Como diría mi padre, cosas de mujeres, ni ellas saben lo que quieren. Y bueno, lo entiendo ahora.
Una parte de mi quería que el automóvil llegara luego y otra parte me decía que aún había tiempo de evitar el error colosal que cometería. Me sentía como si me fuera a tirar de un edificio de 10 pisos a una piscina de almohadas, quería solo saltar y no pensar en que podría morir. Pero ya estaba decidido. Iría porque Catalina me necesitaba.Ese pensamiento bastó para que estuviera tranquila todo el trayecto al salón de eventos de destino, el cual como era de esperarse, alquilaron completo (Hay que destacar que ocuparon como salón de eventos el hotel más ridículamente caro del estado).
Que desperdicio de dinero.
Pero el dinero dejó de importarme cuando finalmente bajé del vehículo y me congelé al ver que Nicolás estaba recibiendo a los invitados en la recepción. Por dios _____, Años junto al estúpido y olvidas que al ser una reunión algo informal entre políticos a él le encanta salir a recibir a todo el mundo.
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Mr President [N.G]
FanfictionThanks, Mr. President For all the things you've done The battles that you've won ...