Mr. Gaule

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Realmente no sé cómo describirlo. . . No creo que alguien sepa cómo.

Él era una de esas personas que desde el momento en el que le conoces cambian tu vida y le añaden alegría a todo.
A pesar de que siempre intenté mantenerme al margen de él, él era amistoso y no importó cuantas veces le rechazara una junta de amigos o una cena, terminé enamorada de él, pero yo era una cobarde y jamás me sentiría a la altura de un chico como él. 

 Él realmente se merecía una chica de revistas y yo era una fiel secretaria que se dedicaba a ayudarle tanto con su vida personal como en su trabajo, y claro, jamás le confesé mis sentimientos, ni siquiera yo los aceptaba.

Jamás podría estar junto a alguien que no merezco.

Yo seguí siendo su secretaria mientras sus cargos ascendían y cuando estuvo a pasos de ser el presidente. . .Se casó.

 Me entregó la invitación a la boda con una gran sonrisa y simplemente quedé en blanco con la carta entre mis manos sintiendo como todo ese amor reprimido intentaba desbordarse por mis ojos. Acompañado de esa carta estaba otra que era de su parte rogándome ser su secretaria cuando el ya fuera presidente de la república.

Y créanme que pensé en huir y salvar el poco orgullo que me quedaba.

Pero no.

Demonios era una estúpida.

El día de la boda estuve ahí como invitada especial, incluso tuve que hablar de la hermosa pareja que eran ¿Saben cuan humillante era eso? Quiero decir, toda su familia pensaba que nosotros nos casaríamos, y sentía sus murmullos mientras me miraban con pena. Pero yo lo amaba.

Y bueno, cuando le nombraron presidente estuve a su lado también, el bautizo de su primer hijo, cada problema internacional, cuando discutía con su mujer y bueno para intentar consolarme a mí misma intentaba sentirme más como su madre, aunque ¿A quién engaño?

Y ese 4 de Julio no volvería a engañar a nadie.

Me había quedado hasta tarde en la oficina arreglando unos papeles, no me gustaban los festejos, no por ser la típica solterona amargada, simplemente porque se juntaba mucho papeleo, créanme que mucho papeleo, y todos pedían días libres fingiendo enfermedades y bueno yo, yo no quería dejar trabajo acumulado. Si, soy buena trabajando, no es porque este sola, no me molesten.

Por lo que no sin pensarlo, subí a la azotea poco antes de los fuegos artificiales, después de todos, estaba sola, bueno el guardia de turno, pero el guardia ni siquiera sabía que yo existía,y bueno una vez arriba, miré al cielo. ¿Desde hace cuanto no miraba el cielo con tanta tranquilidad? Me recordaba mi adolescencia, los veranos, los vestidos, los chicos. . .

Tapé mis oídos con fuerza y en el detonar de los fuegos unos brazos me atraparon por la espalda.

Grité, pero ¿Quién demonios me iba a oír?

Comencé a moverme con fuerza, tanta, que sentí como una parte de la falda de mi vestido se rasgaba, pero sus brazos fueron más fuertes y una de sus manos taparon mis labios.

Entonces ese olor me envolvió. Ese olor que ni en el fin del mundo podría olvidar. Ahora mezclado con alcohol, mucho.

-    Soy yo, ____.

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Pucha, ojalá les guste, es un universo paralelo, y es lo primero que publico. <3



Mr President  [N.G]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora