11-Pues échame un serio

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Voy en el metro cuando me llama Tom. Hasta ahora no me había acordado de él.

- Dime.

- Que tal tu hermano?

- Bien.

- Y su amigo? –cojo aire.

- Bien...muy bien...

- Estas bien?

- Sí. –cambio de tema rápido.- a qué hora es tu presentación?

- A las seis. Vienes?

- Sí, claro.

- Vale. Te voy a buscar?

- No hace falta...

- Vena, Carla, sabes que quieres.

- Vale vale, venme a buscar. Pero conduces tú, eh? Nada de choferes.

- Vale. Hasta luego.

Llego a mi barrio y compro las cosas que me ha mandado mi madre. Entro en casa y comemos. Les digo a mis padres lo de Alex. Acabamos de comer y me voy a mi habitación. Quiero ducharme antes de salir. Oh, mierda. Que me pongo? Llamo a Sara.

- Tía, tía, tengo un problema.

- Dime.

- No sé qué ponerme.

- A dónde vas?

- A la presentación de Las casualidades no existen.

- Cómo? Y no me avisas? Hija de puta...

- Es...es que...- a ver que la digo.- vamos a hacer una cosa. Voy a intentar conseguirte una invitación. Y ahora te llamo. Y te lo explico todo.

- Vale.

Llamo a Tom y me consigue otra invitación. Llamo otra vez a Sara y quedo con ella. Me ducho y salgo justo cuando esta Tom. Como sabe que a mis padres no les hace gracia que salga con él, aparca en la esquina y me manda un mensaje.

"Ya estoy aquí. Qué guapa estas"

Cuando veo el mensaje miro por la ventana. Sonríe y me saluda. Yo estoy en toalla, y me pongo roja. Espero que no vea que me he ruborizado. Bajo la persiana y me pongo una camisa con un jersey encima y una falda con unas medias. Me maquillo lo más rápido posible y salgo. Voy hasta la esquina y me mira son una sonrisa de oreja a oreja.

- Hola Tom, por qué me miras así?

- Porque me hace gracia que te pongas como te has puesto porque te he visto en toalla. –al decir eso me pongo otra vez roja. Lo nota, porque sonríe todavía más de lo que creía que podía. Está muy contento.- bueno, bueno, no te pongas así! No pasa nada.

- Ya..pero...pero ...no se....

- Shh, tranquila, que no te avergüences. Por cierto –arranca el coche- para que querías la entrada?

- Una amiga quiere ir. Le encantas.

- Que alago, mmm. Sabe lo...?

- No.

- Mejor, no?

- Sí, no quiero hacerme famosa por ser tu chica...

- Espera espera...has dicho mi chica? –no me he dado cuenta. No sé qué decir.

- Si...por? No te gusta? Es una expresión...

- Eh eh, que me encanta. Mi chica, que bien suena. –se ríe.- bueno, te dejo aquí?

- Si, perfecto. Luego como nos vemos?

- Para que no nos vean, voy a mandar a alguien para que vaya a buscarte, y así no te pregunten que a dónde vas.

- Vale, pero ese hombre no va a decir nada?

- No, tranquila, es el que siempre me ayuda en estos temas...sabe lo de mi ex manager.

En estos temas? Habla con más chicas? Buah, no me voy a rayar, le doy un beso en la mejilla y salgo corriendo del coche. Veo a Sara a veinte pasos de mí. Voy a darla un abrazo.

- Sara! Qué tal?

- Bien, genial tía. Como es que has conseguido invitaciones? Es súper difícil.

- Eh... -me invento lo primero que se me viene a la mente.- las daban por wallapop, debe ser que no podían ir o algo los dueños. Ten, tu invitación.

Entramos y vemos la película. No la presto mucha atención, aun siendo una de las películas que más llevaba esperando. No paro de pensar en Ser, y en lo que va a pasar después de la presentación. Cuando acaba, salen los protagonistas, o sea, Tom, una actriz, que no paraba de besarlo en toda la puñetera película y un niño. La actriz esta se le arrima mucho. Está muy buena, joder.

- Carla, verdad?

- Si, quién eres?

- El "amigo" de Tom.

- Oh, claro.

- Acompáñame.

Paseamos hablando sobre Tom, mi inglés y lo bonito que es Madrid. El hotel estaba a unas cinco manzanas. Cuando llegamos, me cubre bastante en la puerta hall, por los paparazis y eso. Como soy tan bajita, no cuesta. Llegamos a la puerta. Estoy nerviosa. Me guiña un ojo.

- Tom, es buen chico, pero ha pasado por mucho. Ten paciencia.

Se va y yo llamo. "Abre, Carla, que estoy en el baño". Giro el pomo y entro. Voy a la cama y me siento. El sale del baño, sin camiseta y colocándose los calzoncillos. Solo lleva unos pantalones de pijama y unas zapatillas. Me mira y se ríe. Debo de haberme quedado embobada mirándole. Joder, que bueno esta.

- Vas a seguir mirándome con esa cara? Si quieres me pongo la camiseta...

- No, no, no! No hace falta...-me levanto y voy hacia él, que pretendía ponerse la camiseta. Se la quito de la mano inconscientemente. Se ríe mas.- Joder, Tom.

- Que pasa? –me coge la cabeza con las manos y se ríe. Dios, no aguanto cuando me mira así. Me gusta demasiado, pero no puedo aguantarle la mirada. La aparto cada dos por tres. Se da cuenta.- qué pasa? No puedes aguantarme la mirada?

- Si puedo, ts.

- Si? Pues échame un serio. Quien se ría o aparte la mirada antes pierde.

- Vale.

Cuenta hasta tres y le miro. Estamos así durante medio minuto o así, hasta que...no aguanto más. Rompo el serio lanzándome a darle un beso. El no duda en cogerme de la cintura y empujarme contra la pared. La tensión sube. Le beso con más fuerza. El me sube y yo le rodeo con mis piernas. Se mueve a la cama, y me tira en ella. Se acerca y nos quitamos la ropa el uno al otro. Empieza a darme besos en el cuello...puf, ya no hay vuelta atrás. 

Las casualidades no existenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora