𝗘𝗹 𝗺𝗶𝗹𝗮𝗴𝗿𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗢𝗹𝗶𝗺𝗽𝗼 | Narnia

Diez;

"Reyes y reinas de Narnia"
La coronación

Era un día de locos, bueno... para Artemis, porque el resto se comportaba tan críticamente que se sorprendía de que no la regañasen por respirar.

¡No era su culpa haber roto una de las esculturas! Si era de hielo como la que rompió Peter en un ataque de nervios todos la habrían aplaudido en honor al destierro de la Bruja, pero nooo, a ella la regañaron solo porque era de arcillla.

¡Ni que hubiese sido tan linda! Era una ofensa para los videntes.

Lucy y Susan la saludaron desde la lejanía y ella les correspondió.

Estaban organizando todo como para que quedase perfecto, y no dejaban a ningún rey o reina salirse de su labor de prepararse para la coronación.

Ser gobernante era difícil.

- ¡Reina Artemis! ¡Señorita! ¡Aguarde un segundo! ¡Es importante! - una voz a sus espaldas la hizo detenerse, no tenía hora libre pero incluso cuando se dirigía de que le midiesen el vestido a que le arreglasen el cabello la interrumpian, era sulfurante, pero lindo -

- Si, Zairea ¿En qué puedo ayudarte? - dijo ella con toda la amabilidad posible y una sonrisa feliz en su rostro -

- Majestad, lamento la interrupción, pero estaría necesitando el nombre del elegido que le colocará la corona hoy frente a todas las criaturas - dijo la ninfa y ella asintió -

Lo pensó un poco y luego habló.

- Me gustaría que sea el fauno Grover, por favor - dijo ella y añadió - y no olvide invitar a su familia, son invitados de honor - la ninfa sonrió -

- Por supuesto, mi señora, así será - dijo y desapareció quisquillosamente por uno de los pasillos -

Cuando iba a voltear se chocó con Edmund, y entre toda la conmoción sonrió.

- Hey, Edmund - dijo ella y le sonrió -

- Artemis - dijo él sonriente, y la abrazó por los hombros - ¿Acaso no es muy cansativo esto? - preguntó él mirando por doquier, había escapado de su estilista y no quería ser encontrado tan pronto -

- Claro, pero no sé quienes serán coronados esta tarde ante toda Narnia - recalcó Artemis con aires de egocentrismo haciendo reír a su amigo - Mejor no pregunto lo que iba a preguntar - dijo ella mirando al suelo sospechosamente con un indicio de sonrisa, al ver que Edmund lucía como carcelero en fuga -

- Si, mejor no, adiós - dijo él corriendo por el pasillo con un montón de animales tras él y Artemis rió -

- Al parecer ya nos cruzamos con todo el mundo - dijo Peter llegando por detrás de ella y asintió -

- El plan de los narnianos no dió resultado - dijo ella riendo, antes de despedirse de su compañero de reinado, y se alejó retomando su camino -

Horas después ya le habían colocado el vestido, la capa y los zapatos, así como le habían hecho ondas en el cabello, porque según ellos su estilo de corona exigía hacerlo.

El vestido era lila en la parte del busto, y se dividía en un color pálido más claro desde la cintura hasta el suelo en la parte del torso, y desde el codo en la parte del brazo. Estaba decorado por algún tipo de cinta en la zona del cuello, el brazo, la cintura, y también del medio para abajo.