Capítulo 4

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(Well... Yellow! ;) Agregué otros nombres en la tripulación de Bill, que disfruten el capítulo y gracias por l apoyo, un abrazo triangular)

Mapa

(Narra Bill)Estaba en el castillo de popa(1) recostado en la baranda junto a mi timonel observando a mi tripulación trabajar con esmero, <<ya pasaron cuatro horas desde que violé a Pino, que rápido se va el tiempo>> , pensé mientras apartaba la vi...

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(Narra Bill)
Estaba en el castillo de popa(1) recostado en la baranda junto a mi timonel observando a mi tripulación trabajar con esmero, <<ya pasaron cuatro horas desde que violé a Pino, que rápido se va el tiempo>> , pensé mientras apartaba la vista de mis hombres para apreciar el puerto de la Gran Inagua, sólo quedaban unos minutos para atracar.

Al ser esa isla de mi propiedad podía relajarme como todo un rey, no tengo que preocuparme de los cazadores de piratas que buscan la enorme recompensa que se ofrece por capturarme con vida y llevarme después ante la Corona para cumplir la sentencia por piratería, hace tiempo que ningún corsario, marinero, capitán o hasta la mismísima Armada Real tienen el valor de enfrentarse a mi; todos esos desgraciados que se armaron de valor y me atacaron les di un hermoso e inolvidable final, me aseguré personalmente de que sus cabezas rodaran limpiamente por la borda o hacerlos sufrir con horribles y divertidas torturas. Sin embargo, sólo una persona logró con su espada llenar mi cuerpo de cicatrices pero no fue lo suficientemente bueno para matarme y yo por un pequeño descuido no logré matarlo, consiguió escapar y quien sabe dónde estará ahora esa maldita sabandija, ya pasaron cinco años de ese enfrentamiento y no me he tomado la molestia de encontrarlo porque sé que en algún momento vendrá a mi por lo que le arrebaté ese día.

Ahora llevando mis pensamientos a otro puerto, no podré relajarme al llegar como yo esperaba, primero tengo que decidir lo que haré con ese cordero, desde el momento en que lo vi en esa subasta ya tenía planeado el divertirme con él haciéndolo sufrir para después dejarlo morir lentamente como se acostumbra hacer con los prisioneros que pasan por mis manos porque se ponerlo a trabajar es imposible con su aspecto tan delicado. Eso era lo que tenía planeado hasta que me dio ese excitante masaje en mi miembro con los movimientos de su boca; después pensé que si lo violaba sería suficiente para hacerme entender que solo es un juguete desechable pero para mi asombro pienso que ese chico todavía puede darme mucho placer y quizás simplemente cuando ya no me sirva lo aventaré por la borda o lo dejaré a merced de mis marineros para que lo torturen, me quedé pensativo por un rato mirando la gran isla, <<maldito sea ese mocoso y con cuerpo delicado de cortesana>>, pensé con una sonrisa.

—Capitán con esa sonrisa parece que está ansioso de llegar a puerto para divertirse después, me imagino que buscará a unas buenas mujeres cuando anclemos en la isla. —Sonrió el timonel guiando el gran navío con viveza hasta el puerto de la Gran Iguana.

Reí levemente ante el comentario. —Lo estoy, pero eso tendrá que esperar, tengo que revisar cuando terminen el inventario de todo lo que recogimos en La Habana.

—Si es así las mujeres que le tienen un abundante y profundo deseo por usted estarán muy inquietas al saber que no les dará lo que tanto desean. —Dio una ligera carcajada.

Una Aventura PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora