Capítulo XIV

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Riley
-¡Despierta dormilona! -abrí los ojos y vi a la rubia moviendo mi brazo con intención de despertarme, y junto a ella se encontraba Hunter.

-¡Amy! ¡Para! ¡Ya estoy despierta! -analicé durante unos segundos la situación- ¿¡Como habéis entrado aquí!?

-La madre de Rick nos ha dejado entrar -dijo Hunter con su típica sonrisa, enserio, Hunter sonriendo era tan tierno...

-Riley, tenemos cosas que hacer -dijo Amy con mucha entusiasmo- ¡Y mucho que comprar!

-No sabía que te gustaban tanto las compras -le dijo Hunter a la rubia.

-Me ofendes ricitos, yo soy la diosa de las compras.

-¿Ricitos? No soy un Yorkshire.

-Gracias -dijo la chica con una sonrisa pícara.

-¿Gracias por qué?

-Porque apartir de ahora te puedo llamar Yorkshire, y no te puedes quejar porque lo has dicho tu primero.

-¡Riley! -dijo Hunter con tono infantil- ¡Amy es mala conmigo!

-Chicos, centraos -dije yo imponiendo un orden metafórico- ahora, ayudadme a saber que ponerme.

-Eso es tarea mía -dijo Amy abriendo mi armario y deshaciéndolo totalmente- no hará falta que te arregles mucho, quizá estos shorts, esta camiseta con un aire Vintage y estas botas vayan bien ¿algo que quieras añadir?

-Este colgante -dije cogiendo el colgante de Parker.

-Siempre lo llevas -dijo la rubia.

-Es importante para mi.

-Bueno... ¡Pontelo! -dijo Amy tirándome la ropa y empujando a Hunter fuera de la habitación.

Me puse la ropa, y después fui al baño a arreglarme el pelo. A continuación bajé al salón, donde me esperaban Hunter y Amy, la madre de Rick también estaba allí, los tres hablaban.

-¿Necesitarás dinero, Riley? -preguntó la madre de Rick.

-¿Dinero? ¿Para qué?

-Para el vestido para el baile -dijo la mujer.

-No, yo tengo algo de dinero -dije riendo- vamos chicos.

Salimos de la casa, el coche de Hunter estaba aparcado en la entrada, yo me senté a su lado y Amy se sentó atrás, y sin darnos tiempo a ponernos el cinturón, Hunter dio un acelerón.

-¡Hunter eres imbécil! -dije gritando mientras intentaba ponerme el cinturón- ¿¡No puedes ir despacio por una vez en tu vida!?

-La adrenalina chicas -dijo mi amigo- la adrenalina, os la estoy regalando.

-¡Nos estas regalando una muerte segura! -dijo la rubia con cierta desesperación mientras clababa sus uñas en los asientos.

Llegamos al centro comercial en menos de diez minutos. Y lo primero que hicimos fue tomar unos smoothies, ¿a quien no le gustarían? Vale, seguro que a alguien no le gustarían, pero al menos a nosotros tres nos encantaban. Fuimos a la tienda de vestidos, Hunter puso cara de asco, pero en el fondo sabía que se iba a divertir por el hecho de ir con nosotras dos, la rubia loca y la castaña borde, combinadas con el Ricitos dulce eramos un equipo bastante extraño, como si fuésemos las Power Puff Girls. Amy se puso a mirar vestidos como una loca, cogió uno negro, uno morado, uno rosa, uno rojo, uno verde...

-Pruébatelos -dijo la chica.

-Amy... No creo que sean mi estilo... -dije algo decepcionada.

-Hazme caso, soy la reina de la moda -dijo la rubia.

La Chica De La Cama De Al LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora