El doctor miró a Oikawa por última vez antes de empezar a escribir en el formulario que tenía frente a su escritorio. El chico había llegado muy temprano el lunes por la mañana para decirle que Iwaizumi fuera desconectado, y eso era algo que el médico simplemente no esperaba ni de él ni de nadie. Nunca es fácil dejar ir a un ser querido, o por lo menos eso pensaba el doctor.
–¿Estás seguro? –volvió a preguntarle, para Oikawa la pregunta ya sonaba demasiado molesta, claro que lo estaba.
–Si, sólo necesito hablar con la mamá de Iwa-ch... de Iwaizumi y todo estará listo.
–Mira hijo, esto no es un juego y parece que lo estás haciendo como si fuera uno. Por favor trata de tomártelo más en serio.
Había sonado como un regaño porque era un regaño, pero Oikawa lo ignoró, no era la primera vez que un adulto le reprendía con palabras similares, pero a Iwaizumi no le gustó escuchar eso.
–No le hagas caso. –dijo el moreno cruzando de brazos con evidente enfado. –Tu manera de ser está bien así.
–Gracias. –susurró Oikawa por lo bajito, y le dedicó una leve sonrisa a Iwaizumi que estaba sentado en la silla de al lado, también frente al doctor.
–¿Disculpa?
–Entonces a más tardar mañana, la madre de Iwaizumi estará aquí para hacer todo el trámite correspondiente, siento haberle interrumpido.
–No hay problema. –el doctor se despidió de Oikawa sin prestarle demasiada atención, y después siguió con lo suyo en la computadora.
Oikawa e Iwaizumi caminaron para afuera y respiraron con tranquilidad una vez estando en el pasillo.
Ese doctor parecía tener un muy mal genio y a Iwaizumi no le agradaba.
–Tenemos que ir con mamá. –informó Iwaizumi empezando a caminar hacia las escaleras, pero al ver que Oikawa no le seguía, se detuvo.
En el pasillo, frente a la habitación del chico llamado Bokuto, había una pareja platicando con una doctora que al parecer les estaba explicando algo, los dos se limitaban solamente a asentir mientras mutuamente se daban fuerzas, el hombre apretaba con fuerza el cuerpo de su esposa y ésta acariciaba las manos del hombre suavemente. Oikawa no pudo evitar sentirse conmocionado, quería ir con ellos a decirles que su hijo estaría bien mientras todo fuera según lo acordado todo saldría bien con Bokuto, Bokuto podría seguir viviendo.
–¿Lo conoces? –formuló Iwaizumi refiriéndose al chico ese.
–No, nunca lo vi.
–Es agradable. Bueno, al menos su apariencia es agradable, y al parecer está estable, pero eso sólo durará unos cuantos días antes de que su corazón muera definitivamente.
–Vamos con mamá Iwaizumi.
Esta vez fue Oikawa quien se adelantó en el camino, comenzó a tararear una vieja canción que a los dos les gustaba mucho cuando eran estudiantes de secundaria, Iwaizumi reconoció la melodía al instante y sonrió.
Había tenido muchas ganas de ver a la madre de Iwaizumi desde el principio porque ya iban más de tres semanas sin saber nada de ella, sabia gracias a las enfermeras que la señora Iwaizumi visitaba todos los días a Iwa-chan, pero nunca tocaba la suerte que se toparan en el camino, y ninguno de los dos parecía tener el tiempo suficiente como para visitarse mutuamente. Aunque su relación siempre había sido demasiada estrecha incluso antes de que Oikawa empezara a salir con Iwaizumi, era como si de repente se hubieran separado.
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Butterfly. | IwaOi.
FanfictionPor ahora, aún no puedo volar como tú, pero ten por seguro que algún día mis alas también se alzarán al cielo... Y entonces, juntos volveremos a estar.