—Ha sido genial. La parte que más me ha gustado ha sido cuando el tipo ha sacado la motosierra y...
—Aag, no me lo recuerdes o potaré las palomitas. Fue un error dejarte escoger la película.
La chica sonríe ante el comentario del erizo y suspira profundamente.
—Es mi primera cita, ¿sabes?
—La mía también.—Responde el joven con las mejillas ligeramente encendida.—¿Q-qué te gustaría hacer ahora? Te llevaría a cenar pero tu no puedes comer y...
—No, no te preocupes por mí, si tienes hambre...
—¿Estás loca? ¿Crees que después de esa película sangrienta tengo apetito?
—Bobo—Dice entre risas.
—¡Ya sé dónde podemos ir!—Exclama de repente.
Sonic le coge la mano a su ángel y la arrastra por todo el centro comercial sin que esta supiera a dónde le llevaba. Llegan a la última planta tras haber pasado unos minutos subiendo a toda prisa las escaleras mecánicas y se encuentran con una puerta de metal con un cartel en el que se podía leer: "solo personal autorizado"
El chico abre la puerta e invita a su compañera a entrar en esa oscura habitación. Al principio lo piensa pues se supone que no debe animar a su protegido a hacer cosas malas pero al fin y al cabo, no cree que a nadie le importe que entren ahí, tan solo es una especie de trastero o almacén lleno de polvo.
Una vez dentro, el peliazul abre una segunda puerta situada en el fondo de la sala y ambos salen a la azotea. Amy se queda asombrada al ver las hermosas luces de la ciudad que iluminan la noche.—Es un sitio genial ¿no crees? —Comenta el erizo sentándose e la barandilla—Casi recompensa el hecho de que no se vean las estrellas.
—Es muy romántico.—Responde acercándose a él.—¿Cómo conocías este lugar?
—Oh, pues aveces venía aquí cuando mi madre estaba comprando. Me lo enseñó mi...bueno, da igual.—Murmura mirando la ciudad.
—No, dímelo. ¿Quién te lo enseño?—Cuestiona tratando de animarle.
—Mi padre.—Contesta finalmente en voz baja.
—¿Tu padre? ¿Él está...?
—¿Muerto? Nah, tan solo nos abandonó.—Explica intentando parecer despreocupado ya que le incomoda hablar sobre eso.
—Gracias por contármelo.—Susurra apoyando la cabeza sobre su hombro a la vez que admiraba el paisaje.—Es...como si todas las estrellas del cielo se hubieran caído. ¿No crees?
—Y tú eres una de ellas.—Posa la mano en su cara y junta los labios con los suyos.
Ella le corresponde cerrando los ojos y rodeando su cuello con sus brazos.
—Te quiero...
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La eriza rosada se encuentra de nuevo en la gran sala luminosa junto con su hermana y su nueva amiga. Esta se había acostumbrado a asistir a ese lugar todas las noches, después de que Sonic se fuera a dormir, ya que ella no podía. Amy no hacía más que suspirar y soñar despierta.
—¿Qué le ocurre hoy, señorita Amy?
—Nada... Solo que acabo de tener en mejor día de mi vida. Es él, cuando...cuando estoy a su lado me siento tan... ¡aaah! ¡No puedo explicarlo! Creo que es la única persona en este mundo capaz de comprenderme...
—Amy, ya basta.
—No seas aguafiestas, Mari.
—No lo digo por eso, sino porque estás levitando.
—¿Mm?—La chica abre los ojos y se da cuenta de que está flotando a varios metros del suelo.—Ups, perdón.
—Cuéntenos como ha sido.—Pide la conejita ilusionada.
—Fuimos al cine y luego me llevó a jn sitio super romántico. Allí estuvimos hablando. No sabía que su padre se fue de casa...
—¿Cómo dices?—Pregunta Maria que no estaba prestando demasiada atención.
—No, nada, solo pensaba en voz alta...
—Pues yo lo sabía.
—¿Eeh?
—Por el historial. Todos los mortales tienen uno. Cuando me enteré de que mi hermanita se había convertido en demonio y estaba acosando a alguien, quise saber de quién se trataba. Así que le eché un vistazo al historial.
—Oh, cierto. En el infierno también tenían de eso.—Contesta recordando los papeles que le dieron su primer día allí, los cuales nunca leyó.
—¿Te gustaría mirarlos? Sabrás todos sus secretos.—Afrece la rubia hablando en tono neutral.
—No. Es más divertido averiguarlo por mí misma.—Responde con una amplia sonrisa.
—Haz lo que quieras.—Su hermana la mira seriamente y luego se levanta del sillón y desaparece.
—¿Crees que está enfadada conmigo?
—Tranquila, ella actúa así a veces.—Le tranquiliza su amiga.
—¿No es feliz siendo ángel de la guardia?—Cuestiona preocupada.
—¡Claro!—Exclama convencida.—Hubo una vez que los principados le ofrecieron ascenderle a arcángel, pero ella lo rechazó para quedarse en la Tierra.
—Y así estar con Shadow.—Completa Amy.
—Así es. ¿No es lindo?
—Aún así... Siento que hay algo que me oculta. No es normal su actitud.
—Eso o...demasiado tiempo con el señor Shadow le está afectando.