-¡Felicidades, Amy!-Exclama una conejita abrazando a la pálida eriza.
-¿Por qué?
-¿Cómo que por qué? Le has salvado la vida al señor Sonic, ¿lo has olvidado? Estamos muy orgullosos de ti.
-Bueno, ella es una buena ángel Guardián. No esperaba menos de ti.-Le felicita el erizo alvino pero este se para al ver su expresión-Oye, ¿Qué te ocurre?
-N-nada, solo necesito distraerme un poco...es que...
-Emm, Cream, ¿puedes dejarnos solos un minuto?
-Está bien-Dice con tono de preocupación.
Silver coge de la mano a la chica y la aleja de la sala principal del cielo.
-¿Has decidido desaparecer para él?-Cuestiona seriamente.
-¿Crees que debería hacerlo?-Contesta sin levantar la mirada del suelo.
El chico suspira cansado y comienza a caminar por los largos pasillos seguido por la joven.
-Llevo el suficiente tiempo muerto para haber tenido a varios protegidos. Por supuesto, a todos les cogemos cariño, pero preferimos no acercarnos demasiado.... Blaze es mi favorita de todos los compañeros que he tenido y no puedo evitar estar tan cerca de ella, es algo que me supera...
-...Duele mucho.-Completa la chica.
-Si. Es doloroso. Los principados recomiendan cortar la relación lo más antes posible... Como si fuera tan fácil.
-Gracias por comprenderme, Silver.
-... Aún así....Hay que hacerlo.
-Lo sé.-Sabía que no podría hacerlo. Eso era lo único que sabía-¿Dónde estamos?-Pregunta alzando la vista y encontrándose con una amplia habitación con pista de obstáculos.
-Es la sala de entrenamiento de los arcángeles. Ellos luchan contra los demonios, ¿María no te lo ha explicado?
-Si... Una vez me comentó algo de eso...
-Ven, te enseñaré algo.-Dice con una sonrisa.
El ángel vuela hasta unas enormes estanterías y abre una puerta corredera, mostrando una infinidad de armas. Finas espadas forjadas en oro y plata colgadas en la pared de la estantería, todas de un diseño que al la chica le pereció hermoso, pero esto no fue lo que le llamó la atención, sino un martillo que yacía entre los sables.
Le gustó tanto que se atrevió a acercar la mano a este, pero justo antes de tocarlo, sintió un calambre en su mano y la apartó rápidamente.-Está protegido, solo los arcángeles pueden cogerlos, todos los demás que lo intentan se queman. Perdón, debí haberlo mencionado antes-Explica el plateado.
-Aah... No te preocupes. ¿Y dices que esto es lo único que puede matar a los demonios?
-¿Mm? Sí, solo estas armas pueden destruirlos. Pero no importa, nosotros no nos tenemos que preocupar por eso, ¿verdad?
A Amy se le viene a la cabeza la picara sonrisa de Fiona saltando por ese edificio y desapareciendo....
-No... No hay de que preocuparse.