Just Give Me A Reason [ONE]

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5 meses después.

9:30 am.

Debido al rodaje de la primera película de La Liga de la Justicia, la pareja no se veia frente a frente hace meses y aunque lo ocultaran, eso los afectaba, la ojiazul no era la misma desde su pareja y su mejor amiga fueron a Londres, por la filmación, y por eso Aaron junto a Anne se quedaban a acompañar a Elizabeth, habian salido por lo que ella se despertó sin nadie a su alrededor, su teléfono estaba sonando y al ver de quien se trataba, su sonrisa aumento considerablemente.

— ¿Hablo con la chica más guapa de todo el mundo? — El Acento de Henry se notaba más marcado, algo que ella extrañaba sentir cerca cada mañana.

— Hola, ¿como ha estado la filmación? — Su voz se sentia triste pero no queria causar lastima, aunque necesitara un abrazo.

— Todo esta bien, ahora tenemos un descanso y estoy hablandote en el sillón que tengo en mi camerino, realmente te extraño, mucho...—Suspiró antes de sacarle una carcajada a la chica.

— Y, yo más. Quiero que vuelvas, de verdad... — Una lágrima corrió por la mejilla de Liz y el tono de voz de el cambió.

Un silencio incomodo apareció en la llamada, hasta el intervino.

— Volveré y no me iré por mucho tiempo, ¿me escuchas? — El la tranquilizó solo con hablarle—Bueno, debo irme, Te amo y nunca lo olvides.

— Yo también, que sea un buen dia...— Dijo Elizabeth antes de finalizar la llamada.

+

Decidio pasar el tiempo viendo series y películas por lo que llamó a Phoebe, su cuñada era una de sus mejores amigas y no rehusaba un dia de televisión. La ojiazul preparó recipientes con comida, bebidas y demás. Fue a la puerta principal cuando escuchó el timbre, lo cual indicó que habia llegado.

— Hola, Phepps — Saludo elizabeth antes de ir a la sala de estar para colocar Man Of Steel, era su película favorita.

Luego de que comenzara, la Castaña agarro entre sus manos la bandeja con pedazos de pizza y se dispuso a comerlos con rapidez.

— ¿Lo extrañas, verdad? — La morena fijo su mirada en ella.

Una lágrima se dejo caer por el rostro de ella.

—¿De verdad se aprecia tanto?—Añadió la ojiazul al finalizar de comer mientras observaba con una sonrisa la pantalla.