Just Give Me A Reason [ONE]

1x14

5 meses después.

Las vidas de las parejas se volvieron más ajetreadas con el nacimiento de la hija de «Aaron y Kira» la cual se llamaba cómo la mejor amiga de la recien convertida en madre, al parecer los consejos que Henry y Elizabeth le habían regalado cuando la noticia llegó a sus oidos, estaban funcionando. Aaron se pasaba a un lado de su «lizzie» al igual que su madre, ellos si que serían grandes padres, aunque sea por primera vez.

En cambio, Henry, Elizabeth, Caroline y los mellizos en el vientre de ella disfrutaban de un recorrido por las principales calles de Londres, o más bien la infancia del propio henry.

— No recuerdo la última vez que vinimos a Londres.. — Dijo Liz al sentarse en uno de los bancos del restaurante que eligieron.

— Vendremos más cuando nazcan los mellizos, así mis padres conocerán a los bebés, estan emocionados ya..—Una risa salió de los labios de henry al inclinarse al abultado vientre de su esposa, dejando un beso en ella— Soy su padre, y realmente los estoy esperando.

— De verdad, me harás llorar y no será culpa de las hormonas, sólo...—Una pequeña lágrima recorría su mejilla al entrelazar sus manos a las de él — Te amo más de lo que podría pensar, y me pone feliz verte cada mañana a mi lado, además...  Por el amor a Jor-el, es que estás muy guapo. — Las carcajadas de ambos e incluso las de caroline repletaron el lugar.

— Los quiero mucho, Papi y Mami—La pequeña corrió a los brazos de la pareja, sorprendiendolos.        

— Princesa Mía, nosotros también te queremos y demasiado..— Henry acaricio la mejilla de ella, mientras sonreía al verla. Lo que más quería en el mundo era ver a su esposa y a sus hijos siendo felices, eso lo hacía feliz, más que nada.

— Mi pequeña niña..— Elizabeth la abrazó fuertemente, antes de sonreírle de forma dulce, al igual que henry, ella sólo deseaba que sus hijos fueran felices, no importa de que manera.

[...]

El avión aterrizó, Aaron y Kira junto a su prominente vientre bajaron de este mismo. Era una sorpresa que los mejores amigos estuvieran con ella, pero no la sorprenderan hasta más tarde, nadie sabía lo que pasaría luego, o quienes llegarían.

En otro lado de la ciudad, Henry veía a su esposa y a su hija caminar por una tienda de dulces con ojos brillosos, más por Lizzie que llevaba dos bebés en su pancita, quienes llegarían al mundo en muy poco tiempo.

— Sweetness es mi lugar preferido desde ahora, todas esas cosas dulces, por dios.. — Dijo la ojiazul al salir de la tienda con bolsas y bolsas de cosas dulces, lo cual a henry, caroline y a los mellizos le estaba gustando. Mientras caminaban los 3 hacía el hotel donde se hospedaban, Liz sintió un goteo sobre sus piernas, ya sabía de que se trataba, y ver a los gemelos nacer estaba más cerca de lo que se pensaba.

[•••]   

Al llegar al centro médico que escogieron si el parto llegaba antes de volver a New York, después de todo, Henry y Elizabeth sólo quieren conocerlos, no interesa en dónde.

— ¿Cómo esta? — Preguntó Aaron al abrazar a Caroline, quien sólo quería ir con su mami, cómo ella le apodaba.

— Esta bien, pero con caroline a su lado no podrá tranquilizarse, ¿Podrías tu estar con ella hasta que los bebés nazcan? Tu y Kira son las únicas personas en este momento que le confiaría a mi hija, ¿Bien? — Dijo el sonriendo sintiéndose ya nervioso.

— Tranquilo, estará bien con su tío Quicksilver — Una risa salió de Aaron y de Caroline, justo antes de despedirse, el parto no duraría tanto pero aún asi Henry quería estar a un lado de su esposa.

•••

Al ser William quien naciera en segundo lugar se culminó el parto de Elizabeth, quien no podía quitar su gran sonrisa de su rostro, no importaba el dolor o el agotamiento que pudiera sentir, con ver a sus bebés, todo era superable. Era lo que recordaba de su madre, lo poco antes de mudarse con Henry, pero aún así estaba feliz.

Kira fue la primera visita que recibió luego de que llevaran a los gemelos luego de su revisión, no había nada malo con ellos, habían nacido bastante sanos y con claros rasgos de sus padres. Aaron llegó a los segundos con caroline de su mano y varios obsequios de la otra, a pesar de las circunstancias o que los 3 esten separados o en diferentes partes del mundo, siempre lograrán juntarse.

[…]

— Ellos son hermosos, y lindos como su madre.. — Decía Henry con una gran sonrisa en sus labios y sus ojos brillosos de la emoción.

— Igual tienen cosas tuyas, son nuestros hijos, algo que siempre me recordará lo bastante que te amo y así será hasta que la muerte nos separé, ¿No? — Liz añadió al sonreír segundos mientras cargaba a Blair y Henry a William.

— Así cómo lo dije en el altar, Elizabeth, hasta que la muerte nos separé el uno del otro..