de día.

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Un día en la ciudad Domino se encontraba un chico algo inusual, de cabello tricolor (rubio, negro y morado) corriendo a toda velocidad para llegar temprano a su escuela, porque se le había echo tarde. el chico era de buen ver, tenía el cabello de tres colores (como ya lo aviamos mencionado) que formaban puntas inexplicablemente hacia arriba rompiendo las leyes de la física, los bordes eran de color morado mientras todo lo demás era color negro y tenía unos mechones color rubio que se posaban en su frente, su ojos color amatista y piel blanca. Su collar que parecía la correa de un perro, algo pequeño pero aceptable y tenía puesto el uniforme de la preparatoria Domino que consiste en un pantalón color azul marino, una camisa de botones blanca y un chaleco del mismo color que el pantalón.

-¡Hola Yugi!- grito una joven de cabello color negro con mechones color dorado, ojos color azules, algo alta y estaba vestida con el uniforme escolar femenino que consiste en una falda corta color azul marino, una blusa blanca de botones y un chaleco color roza- llegando tarde de nuevo-.

-Ya ves- dijo yugi con una sonrisa- pero tú también llegas tarde Liz-.

-Si, pero en mi es normal, pero tú- dijo Liz señalándolo- el cantante pop del momento llegando tarde, no me lo creo -.

-Calla Liz que alguien te puede oír- dijo Yugi volteando de un lado a otro para ver si alguien estaba cercas- por lo menos nadie te ha oído-

- Y que tiene si me llegan a escuchar- dijo Liz cresándose de brazos- tal vez y así te dejan de molestar, porque ya estoy harta de todos los que se meten contigo y mas de "ese sujeto...- cuando dijo eso a Yugi le recorrió un frio tras la espalda- por cierto ya no se a metido contigo-

- No, tal parece que ya se aburrió de molestar me- dijo Yugi restándole importancia.

- Que bien- dijo Liz- es mejor así... A por cierto me acaban de informar que tendrás una presentación el viernes por la noche en el auditorio de Domino y esta vez sin escusas -

- Pero el sábado tenemos deportes- dijo Yugi.

- No me digas que querías ir por que tú los odias con toda tu alma- dijo Liz.

- Si pero es mejor que ir a una presentación- dijo Yugi encogiéndose de hombros.

- ¿Prefieres soportar a Karita-sensei que ir a tu presentación? eso si no me la esperaba- dijo Liz- pero de todas formas vas a ir y fin de la discusión-

- Pero...- dijo Yugi viéndola con cara de gatito mojado.

- Ni con esa cara me aras cambiar de opinión- dijo Liz viéndolo con superioridad.

- Haaa... nunca debí escogerte de representante- dijo Yugi frustrado.

- Pero lo hiciste, así que no modo ahora te aguantas- dijo Liz- pero cambiando de tema, ¿cómo esta el abuelo? -

- Pues bien...- dijo Yugi- hasta ahora no a sufrido ningún ataque y eso me alivia -

- Que bueno- dijo Liz- oye ¿saliendo de clase puedo ir contigo a verlo? -

- Claro, sabes que tú eres como un integrante de nuestra familia- dijo Yugi

- Pues gracias...- dijo Liz rascándose la mejilla- a mira ya llegamos -

- Si... a la prisión- dijo Yugi nervioso.

- Si lo se- dijo Liz del mismo modo- pero al mal paso darle prisa no crees -

- Tienes razón- dijo Yugi- andando -

Por fin habían llegado a la preparatoria, lo cual significaba dos cosas. Una era que tendrían que soportar a todos los estudiantes que se burlaban e insultaban y la otra era la que tanto le rogaban a todos los dioses para que no pasara, pero parece ser que no les hacian caso, porque cuando entraron a su salón ahí estaban las dos personitas que les hacían la vida de cuadritos todos los días de escuela.

Una doble vida (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora