Una doble vida (Corrigiendo)

alcohol, fiesta y música... QUE EMPIESE LA DIVERCION!! ¿o no?

Ya habían pasados las semanas y para ello también los días de ensayo y peleas entre los artistas y los representantes para que al fin todo estuviera listo.

En la tarde donde Yugi y Liz terminaban de arreglarse para poder llegar a la hora acordada, Yugi había acabado primero y por ende le dio de comer al gato mientras escuchaba el televisor, traía una playera de color gris, pantalones de cuero negro junto con sus cinturones y accesorios, el cabello estaba ligeramente arreglado y tenía unos pupilentes de color azul junto con sus inseparables anteojos que, aunque no los ocupaba se había encariñado con ellos por las infinitas veces que los tenía que usar para esconderse del mundo. Liz por en cambio terminaba de arreglar el vestido que le obligaron a usar, era de un color verde con detalles blancos y grises el cual le llegaba hasta las rodillas y junto con un suéter color gris y sus tacones color blancos, que según sus palabras eran instrumentos de tortura para mujeres de menor estatura, se veía completamente distinta a como ella era.

-¡Liz! ¡Rápido que llegamos tarde!- grito desde la planta baja Yugi el cual acariciaba a Farao.

-¡que ya voy!- grito mientras bajaba las escaleras dejando a Yugi impresionado- que, acaso se me ve mal el maquillaje?

-no nada de eso pero, ahora que lo dices, se te ve fatal el color de los labios- dijo divertido Yugi mirando a una Liz la cual tenía levemente el ceño fruncido- okay okay, no fue tan gracioso-.

-¿tan? diría que no fue gracioso- afirmó Liz para luego acomodarse bien el suéter- mejor vámonos. No quiero escuchar las quejas de Dan por no llegar temprano-.

-en ese caso vamos- dijo Yugi ofreciendo su mano en manera amistosa a la cual Liz devolvió el gesto con una sonrisa.

-si- y así fueron hasta un coche de color negro el cual los esperaba.

Mientras tanto en la misma ciudad, se encontraba el Joven Yami revisando su vestuario una y otra vez hartando a su pobre representante la cual se estaba cansando de ver dar vueltas a su cantante.

-¿Ya términaste?- preguntó por quinta vez su representante la cual llevaba un vestido largo color azul al igual que los zapatos los cuales eran de un tacón no muy alto, junto con un suéter de color blanco el cual tenía varios detalles en plateado.

-Algo no esta bien con esto- señalo su cinturón.

-¿Qué? ¿el cinturón? pero si es el mismo que siempre usas, hasta me dijiste que no ocupabas otro cinturón que con el que tenías estabas bien!- soltó Cristina ya harta del asunto- enserio Yami, ¡pareces una mujer en su primera cita!

-¡No me grites Cristina que tú no eres la mejor en modas!- contraatacó Yami mirando fulminante a su representante, la cual hacia lo mismo.

-Como sea, solo te doy diez minutos para estar listo, si no lo estas en ese lapso de tiempo, juro que me voy sin ti- sentenció Cristina para luego salir a zancadas de la habitación y cerrar la puerta de golpe dejando a Yami sosteniendo unos segundos el aliento para luego liberarlo lentamente.

-Esa tipa esta loca... -susurro para si mismo, se miro por ultima vez en el espejo y se inspeccionó, su blusa roja junto con su chaqueta de cuero sintético estaban bien, su pantalón de color negro se veía decente junto con las cadenas y los zapatos de color negro brillante con el borde de la suela rojo. Sentía que le hacían ver mas cool en su opinión, el único defecto que él veía era el cinturón negro con detalles en blanco, sentía que le quitaba la genialidad a su aspecto, miro su reloj el cual indicaba que solo faltaban cinco minutos para que su mánager cumpliera su promesa, suspiro resignado, a veces sentía que ella no veía la importancia en la moda, sin mucho esfuerzo se coloco la blusa de tal modo en que no se viera el cinturón y salio de su casa corriendo para llegar antes de que Cristina lo dejara. Cuando llegó a la entrada de su casa vio como Cristina lo esperaba afuera de un coche color negro, aceleró el paso hasta quedar enfrente de ella.