un mal dia para casi todos

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Paso la noche en donde nadie pudo dormir; unos por emoción, otros por rabia y angustia, pero por fin llego el día trayendo consigo la desdicha para nuestro pequeño tricolor y nuestra pelinegra.

-¡No, no quiero ir, me niego rotundamente!- gritaba con euforia Liz mientras era arrastrada a duras penas por Yugi.

-Vamos, no podemos hacer nada. Después de todo ya aceptamos- decía Yugi derrotado y entristecido- en verdad lo siento, si yo no hubiera aceptado no estaríamos en este enredo.-

-Ah. Tranquilo Yug, hiciste lo mejor tanto para ti como para mi. Digo, estar detrás de ti para que no te escaparas en los conciertos no es tarea fácil. No creo que te agrade que este siempre contigo las 24 horas del día los 365 días del año, viendo a donde vas, con quien, por qué, cuando.- decía Liz con una cara de pensamiento.

-Ya entendí Liz- dijo Yugi algo divertido- y si, no me gustaría-.

-Pero por si las dudas te meteré a clases de kárate y Kun fu, para que a prendas a defenderte y ahora que lo pienso también los artes marciales callejeros por si pasa algo fuera de lugar- decía.

-No, no creo que sea necesario Liz- decía Yugi con nerviosismo.

-Con esos dos como "Jefes" todo puede pasar- decía Liz- es mejor que nos apresuremos, al mal paso darle prisa-.

-Tienes razón- dijo Yugi mientras la agarraba del brazo y caminaba.

-Y ahora porqué me agarras del brazo Yug- pregunto Liz.

-Porque te conozco lo suficiente como para que te vallas la fuga en cuanto tengas oportunidad- decía Yugi con burla en su voz.

-Oh pero que bien me conoces- dijo Liz algo desanimada pero sin quitar la sonrisa burlona.

(Con Shun y Atem)

-¿Por qué tardan tanto? Le dije a esa tonta que tenía que llegar temprano junto con el enano ojon.- decía un Shun irritado mientras miraba la hora impaciente.

-Tranquilo Shun- trato de defenderlos Atem, quien estaba recargado en la pared- de seguro no tardaran- y como si fuera arte de magia aquellas personas las cuales esperaban se veían corriendo para poder entrar a clases... Lastima que todo se derrumbó cuando llegaron

-¿Por qué tardaron tanto?- pregunto Shun molesto mirando a Liz

-Perdóneme "my lord" pero no recuerdo aberle pedido que nos esperara- dijo Liz mientras miraba a Shun retadora mente.

-Ash, como sea, entren rapido- pidió o mas bien ordeno Shun mientras caminaba en dirección al Salon pero antes de entrar se detuvo secamente asiendo que Liz y Yugi, quienes venían atrás de él, chocaran- antes de que se me olvide, tomen esto- dijo para luego girar sobre sus talones y darle a Liz una caja decorada con dorado y a Yugi una de color amatista.

-¿Y esto? Es demasiado caballeroso de tu parte dar regalos a tus "súbditos" no lo crees.- dijo con sarcasmo Liz mientras examinaba la caja.

-Abre la y veras que es lo que tiene querida lisbi.- decía Shun mientras sonreía.

Liz miro a Yugi quien, también tenía cierta curiosidad por saber el contenido, así que los dos en un movimiento sincronizado abrieron las cajas y vieron el contenido de cada una, eran unos collares como de un perro (el de Yugi era igual que el que tenía y el de Liz un poco mas delgado) de color negro con líneas según el color de los ojos de cada uno de sus "dueños", el de Yugi tenía las líneas color carmín, como los ojos de Atem, y el de Liz las tenía de color azul marino como los ojos de Shun, también venían con una placa que decía "propiedad de Shun Hirakisawa/Atem Sennen favor de no lastimarlo/a por el bien de su salud mental... Si llega a encontrarlo perdido llamar a este numero 33-34-56-88-10/ 33-14-56-88-37.

Una doble vida (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora