"No" dice decepcionado. "¿Pero cómo? Si claramente eso dice la pista ¡Cantidad en cantidad!" digo muy molesta. "Esperen, hay que ponernos en los zapatos de Ray" dice Jeff. "¿A que te refieres?" pregunta Isabela. "Supongamos que por obviedad él pensaba que encontraríamos primero las tres cartas del suelo ¿No?" propone. "Jeff, eres un genio" digo entusiasmada. "¿Entonces sería 354567?" pregunta Isabela. "Yo pienso, es nuestra última esperanza a ver, inténtalo" digo desesperada. Jeff pone esos dígitos en el candado y voltea a vernos de nuevo. "Y bien, ¿Se abrió?" pregunta Wally, quien por cierto ya casi ni opina. "¡SI!" dice muy entusiasmado. "A ver, ¿Qué hay dentro?" pregunto feliz, de hecho todos estamos felices. Por fin, después de dos meses hemos logrado abrir el candado. "Hay ocho cartas y otra pista" dice Jeff. "¿Alguna es de nosotros?" pregunto. "No" dice decepcionado. "¿O alguna es de interés?" pregunto de nuevo. "De hecho si" dice y me muestra una.
Nombre: Yurém.
Dejado por: Policía.
Razón: La cosa es que los padres de Yurém eran delincuentes y los policías se lo quitaron, como no sabían que hacer con él lo dejaron aquí.
"Las demás son de gente que si está aquí pero no les hablamos" dice Jeff. "¿Y qué hay de la pista?" pregunto. "Oh, deja la leo" dice.
Pista:
La cantidad de 5 cartas se encuentran en uno de los pasos de subida hacia la desesperación.
"Me rindo, cada vez entiendo menos las pistas" dice Wally. "Eres muy pesimista, te rindes rápido" agrega Isabela. "¿Quién es pesimista?" pregunta detrás de nosotros alguien con una voz que nos hace voltear al instante. "¡LEO!" grito a la vez que lo abrazo. "Volviste" dice Isabela feliz. "¿Por qué?" pregunta Jeff quien sonríe. "Hablé por teléfono con Kenia y le dije que no estaba funcionando, así que acaba de ir por mi, y aquí estoy" dice muy contento. "Pues bienvenido, de nuevo" le digo alegre. "¿Y qué tanto ha pasado en estos meses?" pregunta sentándose con nosotros. "Uf, ni te imaginas" dice Jeff quien comienza a platicarle absolutamente todo y con muchos detalles.
"Genial. A mi la nueva pista me suena a que las cartas están cerca de Kayra" dice. "Pero Kayra se la pasa por todo el orfanato" le digo. "¿Pero dónde se encuentra más tiempo?" pregunta. "¿En la cocina limpiando?" propone Wally después de vario tiempo sin decir nada útil. "No creo" dice Jeff. "¿En su oficina?" propone Leo. "Bien pensado" dice Isabela.
Subimos hasta su oficina y al hacerlo nos detenemos. "Uno de los pasos de subida a la desesperación" se dice Jeff a sí mismo. "¿Pasa algo?" pregunto. "¿No se dan cuenta? Las cartas están en uno de los escalones" dice Jeff. "Tienes razón" digo entusiasmada. "Pues hay que buscar" dice Leo y eso hacemos.
"¿Encontraron algo?" pregunto después de un rato, yo no encontré nada. "Yo si, en el primer escalón. Muy escondido en una esquina por cierto" dice Jeff quien viene con una hoja. "¿Qué no son 5 cartas?" pregunta Wally. "Esto no es una carta, es otra pista" responde. "A ver" le digo.
Pista:
Bien, descubrieron la primera parte, ahora viene lo difícil. Las cartas se encuentran bajo las escaleras, pero la única manera de ver por debajo de ellas es entrando a la puerta a un lado del sótano, si, el almacén. La mala noticia es que la llave quedó dentro. La única manera de entrar a tomarlo es quitando el pequeño contorno cuadrado de la parte inferior pero aún así deberías ser pequeño como un cachorro para entrar.
"¿Ahora cómo le haremos?" pregunta Jeff. "¡PUPPY!" grita Isabela. "Eso mismo pensaba yo" le digo. "Pero aparte de eso, ¿Cómo haremos para quitar el contorno ese?" pregunta Wally. "¿Y cómo haremos para que Puppy entre y busque la llave?" pregunta Leo. "Eso significa que encontrar la siguiente pista tardará un poco, de nuevo" les digo.
Después de un rato todos se van a hacer lo suyo y termina el tiempo libre.
"¿Quién tiene a Puppy?" les pregunto a Wally e Isabela cuando estamos acostados en nuestras camas. "Creo que mañana le toca a Zack" dice Wally. "Perfecto, Zack comparte con Leo" digo. "Si, así podemos ir practicando a partir de mañana" dice Isabela.
Caigo dormida.
Despertamos y poco después del desayuno Kayra nos indica que bajemos, supongo que vinieron padres de familia.
Nos reunimos todos excepto Wally. "¿Dónde está?" pregunto. "Dijo que intentaría ser adoptado esta vez" dice Isabela. "¿O sea que no le importan las cartas?" pregunto. "Lo siento" dice a la vez que llega con nosotros. "¿Qué es lo que sientes?" pregunta Jeff. "Dejaré el grupo" dice. "¿POR QUÉ?" pregunto sorprendida. "Es que siento que perderé el tiempo si me dedico solo a esto, yo de verdad quiero ser adoptado, la verdad a mi no me importa quienes fueron mis padres" dice. "¿Cómo?" pregunto sorprendida. "Lo siento Maya" dice y se va. Todos nos quedamos en silencio un momento. "Perfecto, uno menos" dice Jeff decepcionado. "Igual estuvimos cuatro en esto y pudimos llegar hasta aquí, además, de Leo a Wally, Leo ayuda más" dice Isabela. "Pero no solo es eso, Wally es mi hermano y me da tristeza que tengamos diferentes planes" les digo. "Pues si eso es lo que él quiere, déjalo" dice Leo. "Pues, supongo que él tiene derecho de elegir otro camino" digo algo triste.
En ese momento llega al orfanato Kate, la señora que nos dio regalos la otra vez. Ahora viene con dulces. "Hola" decimos amablemente al dirigirnos hasta ella. "Hola chicos" dice. "Entonces... ¿Por qué tan quietos?" pregunta confusa. "¿A qué se refiere?" respondo y pregunto a la vez. "Digo, los demás internos hasta se pelean para que la gente que viene a visitar les haga caso, pero ustedes no. Solo llegan a saludar y de manera tranquila" dice sorprendida y feliz a la vez. "Oh si, es que nosotros la verdad ya nos resignamos" dice Jeff. "Pues, yo pienso que no deberías hacerlo, a mi me interesa mucho conocerte a ti y a todos ustedes" le dice y le dedica una sonrisa. Jeff se sonroja. "¿De verdad?" pregunta. "Si, siento que uno de ustedes es el indicado" le responde a la vez que termina tocando la nariz de Jeff en forma tierna. "La cosa es que..." Jeff se detiene. "¿Pasa algo?" le pregunta. "Yo no quiero que me adopten" le dice. "¿Por qué? Tener una familia es lo que la mayoría de aquí desea" le responde a lo que Jeff baja la mirada. "Umm, ¿Cómo se llama?" le pregunta Isabela interrumpiendo y cambiando completamente la conversación. "Isabela..." Le susurro, ya que se escuchó feo, como si no le importara la conversación de ellos dos. "Mi nombre es Kate, mucho gusto" dice y sonríe, de verdad es tan amable. "Bueno, tengo que repartir estas bolsas de dulces" dice después de observar su reloj. "Kate" le digo antes de que se vaya. "¿Pasa algo?" pregunta ya cuando había dado dos pasos de regreso a las bolsas de dulces. "Si, quiero preguntarle algo ¿Por qué es tan amable con nosotros?" pregunto. "Oh, ¿Nunca había venido alguien a darles cosas? Se llama caridad, cuando alguien da algo sin recibir nada a cambio, solo por ver a alguien sonreír" dice con un tono de conformidad al ver que todos hemos sonreído para ella. "Pues, gracias" dice Jeff algo tímido. "Por nada, me alegra hacerlos felices al menos por este día" dice muy feliz. "En fin, debo repartir aquello, adiós, luego seguimos platicando. Me alegró mucho conocerlos" dice mientras está agachada para hablar a nuestro nivel. Se posiciona normal de nuevo y se regresa. De nuevo todos hacen fila y reciben sus dulces.
Al estar nosotros de nuevo reunidos llega Zack con una gran sonrisa. "Leo, ¡Me adoptaron!" dice muy alegre y entusiasmado. "Pues, felicidades" le dice. "Suerte" le digo. "Adiós" dice, al parecer debe ir acomodando todo para irse. "Hasta luego" decimos y él se va. "Jeff, al parecer Kate quiere conocerte más" le digo. "Si, lo se, pero primero quiero encontrar todas las cartas, debo acabar esto" dice. "Por nosotros está bien si te adoptara, podemos seguir buscando, lo podríamos intentar" dice Isabela. "No, no quiero, aunque Kate sea tan dulce y cariñosa, simplemente no quiero" dice muy necio. "Al menos deberías intentar conocerla, nadie te apresura, tienes tiempo" le digo. "Puede que tengas razón, solo hay un problema" dice. "¿Cuál?" pregunto. "¡QUE NO QUIERO QUE ME ADOPTEN!" dice algo molesto mientras sale corriendo hacia su habitación con los ojos llorosos mientras limpia las pocas lágrimas. Siento que es así por que ya no confía en nadie, creo que teme que lo abandonen de nuevo.
ESTÁS LEYENDO
¿Por Qué No Me Quisieron Mis Papás?
Aventura¿Por qué me dejaron? ¿Quién me abandonó? Es la pregunta de siempre para un huérfano. Por suerte en este orfanato la respuesta se puede encontrar. Un grupo de niños descubren que por todos lados hay cartas escondidas, las cuales explican quién y por...