Epílogo

53.4K 2.4K 253
                                    

Un año después...

Me encontraba observando distraídamente los aparadores decorados con alusión a la navidad de las tiendas en el centro comercial, cuando el sonido de mi teléfono me sobresaltó, rápidamente lo saqué y observé el identificador de llamadas, sonreí al ver quién era.

─¡Anna! ─La alegre voz de Amber me saludó.

─¡Amber! ─Dije igualmente alegre.

─¿Cómo estás? ¿Cómo va todo? Estoy llegando para la fiesta de Maggie mañana.

Reí por la rapidez con la que habló Amber, esa era una señal de lo emocionada que se encontraba y no era para menos, ya que después de la graduación Amber se fue a estudiar periodismo a New York junto a Chad quien obtuvo una beca deportiva y eran pocas las veces que podíamos verla, debido a que Maggie y yo estudiamos en Boston.

─Estoy bien gracias, hasta ahora todo va genial, aunque las clases están acabando conmigo ─escuché la risa de Amber provenir del teléfono ─que bueno que puedas llegar a tiempo. Y ¿Cómo estás, ya te acostumbraste a New York?

─¡Oh mi Dios! Claro que sí, soy toda una chica neoyorquina, aunque el pobre Chad aún se está acostumbrando ─Amber y yo reímos ─por cierto, hoy es tu aniversario con Demon, ¿no?

─Así es ─respondí sonriendo de oreja a oreja, mientras recordaba nuestro beso en el hospital.

─Genial, ¿y que tiene preparado para ti? ─Preguntó coquetamente. Reí negando con la cabeza.

─Iremos a una nueva pista de patinaje, pero antes iremos a cenar a un hermoso restaurante cerca de su departamento.

─¿Y no habrá un poco de postre después? ─Cuestionó insinuante.

─¡Amber! ─Exclamé soltando una carcajada.

─¿Qué? Oh vamos chica, dale un respiro al pobre, detén su sequía.

Me sonrojé por la insinuación de Amber.

─Amber creo que Chad te está llamando ─dije tratando de desviar la conversación.

─Claro que no, Chad aún no está en casa.

─Espera...creo... yo... Amber.

─Deja de fingir que estás perdiendo la señal pequeña mentirosa, ese truco ya me lo conozco.

─Te quiero Amber ─corté antes de que dijese algo más.

Había estado pensado en lo que Amber dijo desde hace algún tiempo, pero no era lo suficientemente atrevida como para llevarlo más allá de los besos y caricias subidas de tono. De pronto mi teléfono sonó avisándome que me llegó un mensaje, era Amber.

"Te lo dejare pasar esta vez :p, avísame cuando estés en casa. También te quiero"

Sonreí, Amber y Maggie habían tomado la costumbre de que les avisara cuando llegaba a casa o cuando salía, después de lo que sucedió el año pasado sus vacaciones de navidad la pasaron conmigo y casi siempre estábamos juntas veinticuatro siete, recuerdo que llegaron al hospital el día que me dieron de alta muy agitadas, en cuanto me vieron corrieron hacia mí y todas lloramos.

"Está bien". Respondí.

Me encaminé hacia la salida, pero antes de irme un objeto llamó mi atención, me acerqué al aparador de la tienda para observarlo mejor, era un brazalete de cuero para hombre y sobre él se encontraba un nudo celta, me gustó ya que me hizo recordar a Desmond, puesto que el nudo simboliza la vida, la muerte y el renacimiento, y eso resumía todo lo que pasó en su vida, caminé dentro de la tienda y compré el brazalete.

Sweet Peril. (The Sweet #1) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora