¿Quién demonios eres?
Observé el intercambio cariñoso entre mi padre y Susan en total silencio, fruncí el ceño cuando sentí acido en mi estómago al darme cuenta de que mi padre nunca se había comportado tan cercano a una mujer, no desde la muerte de mi madre, solo hasta ahora...
—Papá... —dije mirando de mi padre a Susan algo dubitativa.
Papá pareció reaccionar, ya que giró a verme con una sonrisa incomoda y de disculpa en su rostro e hizo ademán para que me acercara a ellos.
—Susan, ella es mi hija, Anabelle —dijo una vez que estuve frente a ellos.
—Es una placer Anabelle —dijo Susan con un tono amigable, me extendió su mano, pero no la estreché ya que aún seguía asimilando la escena anterior.
—Tu padre me ha contado muchas cosas sobre ti —esta vez su tono fue algo más nervioso, bajo su mano incómoda.
Que gracioso que diga eso, considerando que yo no sabía nada de usted hasta hoy, eso era lo que en verdad quería decirle, pero en su lugar dije.
—También es un placer —hablé en un tono neutro y le di mi mejor sonrisa cordial, para luego girarme y regresar al comedor dejando a Susan con la palabra en la boca, sentí la mirada de papá en todo el trayecto, pero no me importó, cuando llegué me senté junto a Ethan, quien me observó durante unos segundos, así que lo miré de regreso y le di una sonrisa tranquilizadora.
—Bien, comencemos con la cena —escuché decir a Julieth en un tono alegre totalmente forzado.
Una vez que todos estuvimos sentados, Robb llegó con el pavo y lo colocó en el centro de la mesa, Julieth sirvió vino en las copas de los adultos mientras que en la mía y la de Ethan sirvió sidra de manzana gasificada.
—¿Alguien tiene algo que agradecer? —Preguntó Julieth una vez que estuvo sentada en la mesa, nadie habló —bien, ¿Por qué no comienzas tú, Ethan?
Ethan miró a su madre alarmado y solo bastó una mirada severa por parte de Julieth para que Ethan resoplara derrotado. Todos miramos a Ethan con atención.
—Yo... umm... agradezco... —Ethan se aclaró la garganta antes de continuar —tener una familia tan maravillosa, por tener muy buenos amigos, una hermosa novia —Ethan se quedó unos segundo en silencio, luego una sonrisa divertida apareció en su boca antes de continuar hablando —también estoy agradecido por tener una sonrisa matadora y un cuerpo de infarto —culminó guiñándome un ojo, no pude evitar soltar una carcajada a diferencia de los demás que fruncieron sus ceños, aunque vi como Robb trataba de aguantar una sonrisa.
—Creo que fue suficiente Ethan gracias, ¿cariño? —Julieth miró a su esposo por un poco de ayuda.
Luego de que todos dieran sus motivos por lo cual están agradecidos, Julieth me miró expectante.
—Anna, hermosa ¿no tienes algo por lo que estar agradecida? —Inquirió Julieth en un tono dulce.
En mi mente repasé mi año, mi madre murió, fui obligada a mudarme y alejarme de mis mejores amigas, aparentemente ahora tengo enemigas, violé el código del colegio al entrar a los archivos privados y por primera vez en mi vida mi padre me castigó por haberle obviado algunas cosas, además de que por lo que veía la relación con mi padre no era tan sólida como pensaba, ya que por lo que intuía él había sido hipócrita al castigarme cuando él ni siquiera mencionó a la tal Susan.
—En lo absoluto —dije finalmente negando con la cabeza con una pequeña sonrisa, en realidad sí tenía cosas que agradecer, pero eso quería guardármelo para mí, ya que en estos me encontraba enojada con mi padre y una parte de mi quería hacer incomodar a Susan.
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Sweet Peril. (The Sweet #1) [EDITANDO]
Teen Fiction¿Su apodo? Demon Blood. ¿Su verdadero nombre? Nadie lo sabe. Su única información además de los rumores, es que tiene 18 años; es un chico misterioso, vive solo y nadie conoce el paradero de sus padres. Algunos rumores dicen que él los mató... Desde...