Sweet Peril. (The Sweet #1) [EDITANDO]

Capítulo Extra

Conociendo al... ¿Vampiro?

Tres años antes de los acontecimientos de Sweet Peril...

—Esto es malo, muy malo —dije angustiada.

—Te lo advertí, la señorita Anderson es estricta al corregir —dijo mi amiga Fitz haciendo una mueca de disgusto.

Este era el fin de todo lo bueno que conocía, era una de las mayores tragedias, ¿cómo podría sobrevivir con semejante "F" en mi registro histórico? Esa era la peor forma de comenzar mi primer año de preparatoria. No era la persona más inteligente de la clase, lo admito, pero nunca en mi vida había reprobado.

—¿Y si hablas con ella, por créditos extras? —Sugirió mi otra amiga, Cam.

—Esa es una idea genial Cam, gracias —dije alegre sintiendo mis esperanzas renovadas.

—¿En serio? Cuando dejarás de usar esos sobre nombres, ¿no crees que ya estamos algo grandes para eso? —Cuestionó Fitz, aunque le resté importancia ya que mi mente se encontraba en otro lugar planeando mi acercamiento hacia la señorita Anderson.

—Gracias por el apoyo chicas, nos vemos en más tarde —me despedí mientras comenzaba a caminar.

—¿Siquiera escuchó algo de lo que dije? —Preguntó Fitz.

A lo lejos escuché la risa de Cam.

—Así es nuestra Falcon.

No logré oír nada más, ya que crucé por un pasillo hacia el salón donde se encontraba la señorita Anderson.

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—¿De verdad lo deseas tanto? —Inquirió la señorita Anderson, luego de haberle suplicado durante diez minutos que me permitiera hacer una actividad por créditos extras.

—Así es, soy mejor de lo que piensa —la señorita Anderson arqueó una ceja ante mi declaración, pero eso no me detuvo de continuar —sé que el ensayo que le entregué no fue mi mejor trabajo, pero le aseguro que si me da una nueva oportunidad lo haré mucho mejor.

Durante unos segundos solo obtuve silencio, cuando estuve por rendirme la señorita Anderson habló.

—De acuerdo. Quiero que hagas un artículo, tienes libertad para escoger el tema, que no sobrepase dos cuartillas. Tienes hasta el lunes a primera hora para entregármelo —La señorita Anderson se movió hasta la puerta del salón —. Llévalo al periódico escolar, voy a estar ahí de supervisora —finalizó dejándome sola en el aula.

Bien, analicemos las situación; me alegraba de que la señorita me diera una oportunidad, estaba emociona porque podría escribir sobre lo que yo quisiera, pero solo contaba con cuatro días a partir de hoy para escribir un artículo excepcional. ¿Me sentía presionada? Por supuesto, ¿podría lograrlo? Eso esperaba, ¿me sentía aterrorizada? Absolutamente... ¡Sí!

Sólo esperaba que nada saliera mal.

Cuando llegué a casa no perdí tiempo, tomé mi laptop y me senté en mi escritorio, para comenzar a escribir, coloqué algo de música para ayudarme a crear ambiente y así lograr la inspiración necesaria. Una vez todo listo, entré en Word... ¡Que venga la inspiración!

—¡Esto es un fracaso! —Exclamé en voz alta media hora después de haber estado sentada frente a la pantalla si siquiera haber escrito una mísera letra. ¿Cómo se supone que escribiré un magnifico artículo cuando no tenía ni la menor idea sobre qué escribir?