Capítulo 15

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Una tarde de dulces

—No se vayan a ir sin despedirse —le dije a Maggie quien era la única que estaba despierta.

—Tranquila que no nos iremos antes de que regreses —me tranquilizó, luego me sonrió.

Suspiré.

—De acuerdo, entonces ya me voy —me despedí, salí de la casa y caminé hasta la camioneta de Ethan.

—Buenos días —saludé con una sonrisa.

—Buenos días —dijo alegre — ¿pudiste regresar a tu casa? —asentí en confirmación.

— ¿Todo bien en tu casa? —pregunté.

—Si, al final no fue la gran cosa —respondió con la vista fija en la carretera.

—Qué bien.

El resto del camino la pasamos escuchando y hablando de música. Cuando entré al colegio esta vez más personas me miraban, creí que iban a superar el baile de bienvenida, pero creo que no fue así. Llegué rápidamente a mi casillero y comencé a guardar mis libros.

— ¿Sabes lo que andan diciendo por los pasillos? —Preguntó Sam en forma de saludo.

La miré extrañada.

—No, ¿qué sucede? —pregunté no muy convencida querer saber.

—Están diciendo que tuviste una pelea Megan —dijo y me miró expectante.

Resoplé, ¿cómo es que todo el mundo se enteró de mi altercado?

—No fue una pelea, más bien una discusión subida algo de tono, además no fue mi intención darle una cachetada yo... —Sam me tomó por los hombros interrumpiendo mi explicación.

— ¿Le diste una cachetada? —preguntó sorprendida, asentí en respuesta.

— ¿Y no quiso saltarte encima? —preguntó incrédula.

—Sí, pero Demon la detuvo a tiempo —Sam me miró confundida.

Cerré mi casillero y caminé hacia mi clase, Sam me siguió

— ¿Demon también estaba ahí? —preguntó extrañada.

—Si... —dije alargando la sílaba, ya que no estaba muy segura de sí era algo bueno o malo.

Sam resopló.

—Menos mal que nadie más sabe que él estuvo allí, porque si no estarías en un lío.

— ¿No es suficiente ya con todos haciendo rumores? —me quejé.

—Sabes lo que dicen, pueblo pequeño... —dijo mientras caminaba en otra dirección.

—Infierno grande —culminé yo mientras Sam se alejaba.

Cuando entré al salón a la primera persona que vi fue a mi compañero de asiento y recodé que ayer estuve indagando en su vida privada por lo que me sentí avergonzada. Rápidamente tomé asiento sin siquiera mirarle, ya era suficiente frustración los rumores de la escuela como para agregarle el hecho de que estoy invadiendo la privacidad de un persona, sin mencionar que esa misma persona fue lo suficientemente amable como para llevarme hasta mi casa.

—Con esa vibra matarías a cualquiera —dijo indiferente.

—Si bueno, no todos los días voy a estar de buen humor —murmuré cruzando los brazos sobre la mesa y apoyando mi cabeza en estos.

—Por tu actitud supongo que oíste los rumores esta mañana.

—No me digas —dije sarcástica.

Sweet Peril. (The Sweet #1) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora