Hola, ¿qué tal? Soy Carmen F. de nuevo escribiendo en este blog. En primer lugar, siento muchísimo no haber escrito en todo este tiempo, pero es que en realidad no me ha dado mucho tiempo.
En el post de hoy, me gustaría hablar sobre la música clásica; pero no sobre la música en sí (entre otras cosas porque saldría un post horriblemente largo dadas las cualidades teóricas, técnicas y de interpretación de la misma), sino de lo poquísimo valorada que está en la sociedad actual. Al parecer, ahora lo que vale más es el reggaeton y su ritmo tan rayante.
•Reacciones cuando alguien dice "quiero ser músico " tras haber estudiado 14 años en un conservatorio de música, oposiciones aparte (sí, 14 años más las oposiciones). La gente te dice cosas como: 'ah, qué bonito. ¿No vas a estudiar nada más?' ¡Como si una carrera de 14 años fuera una cosa muy light! Otra gente dice: '¿Y para qué quieres eso?' Y tú te quedas tipo: ¡malditos bastardos! ¡Ahora cultivar la cultura es malo!
Hay miiiles de reacciones más, pero es que si sigo, no termino. Este tipo de cosas desaniman a los músicos, que hacen lo que todo el mundo quiere hacer en su vida, y que se suele tener como una especie de sueño o meta vital: ¡trabajar en lo que te gusta y te hace feliz!, ¡sólo eso!
•Seguimos. Esas veces en las que alguien te dice: "oh, ¡pero si eso es facilísimo!" Sí, claro. La mayoría de la gente se cree que lo es, que te sientas delante del instrumento y ya sabes tocarlo como si hubieras nacido con él bajo el brazo. Pero bueno, después se ponen a intentar aprender a leer música (sí, no hace falta que se pongan a tocar un instrumento para ver que no es tan fácil) y no se enteran de en qué pulso va cada nota, ni qué nota es, ni qué nota es en cada clave, etc. Pero claro, no se estudia en la universidad, por eso es facilísimo. Allá cada uno con lo que piense y que viva la ignorancia.
•El esfuerzo y el sacrificio que conlleva. Este es el aspecto más oculto de este arte tan maravilloso. Y es que las personas piensan que con tocar una hora por semana o menos ya te puedes convertir en un virtuoso. No, no y no. En mi conservatorio no hay horas obligatorias de estudio, pero siempre te dicen que como mínimo debes tocar tu instrumento unas dos o tres horas DIARIAS para llevar tu programa de obras y estudios al día y sin retrasos. Sí, diarias. Hay gente que lo cumple y gente que no, y hay gente que si no las toca en un día, las reparte entre las restantes. Después, en los conciertos, estas horas de trabajo en las que te desesperas y a veces quieres tirar el instrumento por la ventana, son las que se ven. Se ven en la pasión que le pones al interpretar, porque no sólo es tocar, es interpretar; para que la música hable por sí sola y diga lo que tenga que decir.
•Los momentos de bajón. A veces, la desesperación a la hora de estudiar o de tocar en público porque no te sale algo o porque tienes muchos nervios, ahonda mucho en la persona y te planteas dejarlo porque crees que no serás capaz de hacerlo, de seguir adelante. Ahí, los profesores del conservatorio intentan ayudar a que no se haga eso para que puedas seguir tocando (pero, sobre todo, disfrutando).
•El éxito. Sí, el éxito. Es lo que se consigue después de hacer todo lo arriba expresado (pasarte las críticas por lo que vienen a ser las narices, hacer lo que te diga la razón, esforzándote muchísimo, no hacer caso de la gente que te dijo que no podrías, etc). Es muy placentero, pero hay que seguir trabajando.Estas cosas me han pasado a mí de primera mano al tocar el piano. Muchas veces me han dado bajones, y muchas veces me han criticado por hacer simplemente lo que me gusta (que a la vez es algo diferente, y eso causa rencores y envidias). Y me siguen pasando, porque las críticas nunca van a cesar, y los nervios pues tampoco. Y es que la gente no entiende realmente lo que es ponerte a estudiar piano (en mi caso) tres horas diarias. Muchas veces me ha pasado que algo no me ha salido (que es el "pan nuestro de cada día"), me he desesperado, me he puesto a llorar como una magdalena o incluso me han dado ganas de tirarle un candelabro al pobre piano. Pero al final, lo que queda es la felicidad y lo que te hace feliz, simplemente eso.
Pero sobre todo, lo que me gustaría sobre todas las cosas, sería que, aunque la música de estos estilos (Barroco, Romanticismo, Clasicismo, Contemporáneo, Renacentista, etc) no te guste, respeta a quien sí le gusta.
Porque «La vida sin música, sería un error» (F. Nietzsche).Hasta aquí la entrada de hoy. Espero que os haya gustado!! Si es así, tan sólo dadle a la estrellita ★. Y recordad: love, live, laugh ♪♥♪♥♪.
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~Nuestro Blog~
Diversos¿Por qué no entretenerse un rato leyendo este blog? La verdad...no tenemos un tema definido para este "libro" , ya que tiene un poco de todo. -moda-la tenemos -música-la tenemos -decoración-la tenemos -entretenimiento-¡lo tenemos! -Consejos-los tene...