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La soledad.

¡Buenas chicoos! Soy Carmen F., de nuevo aquí para hablar sobre algo que nos suele pasar a todos (aunque el tema no me compete en absoluto y quizá no debería tratarlo en mi sección), y que se suele ver acentuado a nuestras edades, cuando aún estamos dando forma a nuestras personalidades. ¡Espero que os guste!

Hay veces en las que uno se siente tremendamente solo, aun estando rodeado de mucha gente. Hay veces en las que, por más que te intenten animar, no lo conseguirían ni por asomo. Puede darse el caso de que te enfrasques en ti mismo (que es lo que suele pasar). Demasiadas veces, diría yo. Esas situaciones que te acontecen y en las que nadie puede comprender tus actos o lo que haces o dejas de hacer. Sentirse solo es una de las peores cosas que le pueden pasar a un ser humano, porque normalmente, el ser humano tiene que amar y ser amado para ser feliz. En estos casos, rara vez sabes lo que hacer, y además, casi nadie quiere darte ayuda sobre lo que debes o no debes hacer (aunque también hay que reconocer que cuando se está triste es muy difícil el hecho de intentar admitir consejos o ayuda). Además, la soledad condena a la persona, que tiende a ser un incomprendido hasta que alguien dice: «¡Ey! ¡Estoy aquí para escuchar todo lo que tengas que contarme! ¡Tus preocupaciones y tus preámbulos!». No nos debemos agobiar, porque, aunque tarde, este maravilloso momento llegará. No dudes que llegará. Siempre hay alguien que va a intentar ayudarte aunque tú no te dejes, o que quiera hablar contigo aunque tú intentes por todos los medios no emitir ninguna palabra. Esas personas, que son muy pocas, y que hacen eso: AMIGOS. Esas personas que se pueden contar con los dedos de una mano. Que nunca van a rechistar si les pides ayuda a las cuatro de la madrugada. Y esas personas son verdaderas, pues los amigos de verdad no abundan tanto como parece, y, puede ser que tú salgas en una pandilla de veinte personas, pero amigos de verdad... pocos. Y es que es así, tus amigos de verdad son los que te ayudan en estos casos no tan hipotéticos, y casi siempre suelen sacarte de ellos, aunque sea porque te ha contado un chiste malísimo y te tienes que reír porque es tan malo que es gracioso y todo. Esas personas valen un imperio, y están más cerca de lo que crees. Así que, si te sientes solo, no dudes en pedir ayuda a algún AMIGO/A (pero de los de verdad, como he dicho antes) para que te saque del trance y para pasar buenos ratos, ¡que estamos aquí dos días y uno de ellos nos lo pasamos durmiendo! Como no me gustaría enrollarme mucho más, me despido simplemente dando este pequeño pero quizás útil consejito (el súper consejito del día 😂😂).

Espero que os haya gustado la breve entrada, y recordad:
LOVE, LIVE, LAUGH ★♥♠♣♦♪