Alpha Damián

Capítulo 4

-- Si mamá -- Él se burló de mi. Desde que nos encontrábamos acá no nos habíamos encontrado con otro pícaro en el bosque que daban las tres casas en la que vivíamos. Nos habíamos asegurado de tener todo el territorio posible para evitar problemas. Nos funcionó por unos años -- Voy a llamar a Dean. Te alcanzo en nuestra habitación.

-- Te permito tomarte todo el tiempo que quieres con Dean -- Respondí -- Lo necesita.

-- Y yo te necesito -- Él hizo un puchero que no quedaba nada bien con su cuerpo de adulto. Giré los ojos.

-- Si, pero yo no iré a ninguna parte.

P.O.V. Alex

La noche en la que Damián habló por teléfono con Dean yo me quedé dormida poco después de haberme recostado. Solo a la mañana siguiente, específicamente al desayuno, me enteré de que hablaron. Y al parecer no les fue demasiado bien.

Damián me contó como la había conocido. Al parecer, la chica estaba paseando a su perro y se perdió; eso la llevó directo a llamar a la primera casa que apareció en su vista que resultó ser la de Dean. Este, después de actuar como un tipo raro la llevó a su casa, de paso invitándola por un café al día siguiente en un local cercano a la casa de ella. 

Todo hasta llegar a ese punto del relato había sonado fantástico. Ella era algo menor que Dean, pero la diferencia de edad no era nada comparado al hecho de que era una chica humana. Y después de conversar que hacer con eso comenzaron los problemas.

Dean pensó que lo mejor sería engañarla para traerla aquí durante un tiempo. Con la ayuda de Damián, ellos armaron un plan perfecto para que la muchacha pudiera pasar dos semanas en este país sin que sus padres sospecharan algo. Si se resumía todo, lo que él pensaba hacer era raptarla, aunque también pensaba en llevarla de vuelta.

Según lo que escuché ella no debía tener mas de 17 años. Probablemente cuando se diera cuenta que se encontraba en otro país, a muchos kilómetros de distancia e incluso cruzando todo un océano en vez de una ciudad con un parque acuático, la niña probablemente tendría un infarto. Y también aprendería a no confiar en desconocidos.

Al menos ambos se quedarían en nuestra casa mientras estuvieran aquí. Me reconfortaba pensar que, si no lograba hacerlo cambiar de opinión que era lo mas probable, ella no se sentiría tan mal porque podría reconfortarla.

Había pasado horas en la mañana llamando a Dean para que pensara mejor su idea, pero ninguna vez cogió el teléfono. Dios, algo me decía que las cosas se pondrían bastante interesantes por aquí.

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Damián y yo pasamos todo el día juntos, y por suerte, no habíamos discutido en ninguna ocasión. Justo como ayer había dicho Damián, a penas la tarde comenzó a caer sobre nosotros él y Tyler fueron a intentar averiguar si alguien más estaba alrededor. 

Amanda había pensando en ir con ellos pero a último momento decidió que mejor se quedaba conmigo ya que era injusto que pasara la tarde sola solo porque no tengo la capacidad de cambiar en un lobo. Después de que el padre y madre de Damián se enteraran de lo que estaba haciendo decidieron dejar a Liz y Alex conmigo y Amanda para poder ayudar en algo.

-- Entonces -- Amanda comenzó a hablar -- ¿Todo está bien con mi hermano o debo preparar la habitación de invitados de nuevo?

-- Por el momento todo va bien, pero mejor mantén la cama preparada para recibirme -- Bromee con una sonrisa -- Creo que seguiré teniendo problemas por el tema de la universidad. Dios, ¿A caso es tan problemático querer tener una carrera?