Capítulo 5

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Capítulo cinco

-- Si, de cualquier manera aunque siga discutiendo Alex solo hace lo que ella quiere -- Me dio una mirada un poco venenosa --. Creo que ya te pudiste dar cuenta de eso a estas alturas, ¿No, Alex?

-- ¿Cuándo, exactamente, será el día que nos reunamos con nuestros queridos vecinos? -- Interrogué, apoyando mi espalda en la pared más cercana y cruzando mis brazos sobre mi pecho con la única intensión de irradiar un aura de seguridad, aunque este fuera completamente falso.

-- Dos o tres días más -- Respondió Tyler -- Creo que si calza con el fin de semana será aun mejor.

-- ¿Y Dean? ¿Cuándo se supone que debe estar aquí? -- Pregunté recordando que no sabía realmente ningún detalle de como vendría o traería a una menor de edad con él.

-- Por ahora, él es uno de nuestros menores problemas.

Había llegado el momento en el que iríamos a visitar a aquellos que se habían mudado recientemente en el sector. Llevaba alrededor de media hora recibiendo un discurso bastante común sobre que hacer en caso de una emergencia en la que mi vida corriera riesgo. No era muy difícil adivinar de quien eran las palabras.

Sentía que Damián había olvidado que yo ya había pasado con él una situación que podíamos llamar crítica cuando nos vimos obligados a escapar de su paquete. No me encontraba nerviosa ni sentía miedo, según lo que él me había dicho no parecían ser agresivo y todo lo que ellos decían no eran nada mas que un bullicio de opiniones sin fundamento. Todo estaría bien.

Para llegar al campamento que los picaros habían formado monté en la espalda de Damián en su forma de lobo para no retrasarlos. Los lobos tenían la capacidad de correr a una velocidad increíblemente alta, y gracias a eso podía sentir el viento contra mi cara y sacudiendo mi cabello.

Aunque tenia que admitir que por lo generar rechazo las invitaciones para viajar de esta forma y prefiero ir en vehículo o caminando a muchos lugares, pero en momentos como este cuando no tenía otra elección me gustaba disfrutar él momento.

Me daba un poco de miedo resbalar y caer del lomo del lobo que tenía la misma mente que él hombre del cual estoy enamorada, además no creo que para Damian sea muy cómodo que me aferre a su pelaje de la manera que lo hago o que apreté nos piernas con la mayor fuerza que poseo. Intento evitar hacerlo, pero él intento es siempre en vano.

En el fondo estaba y siempre he estado segura de que él nunca me dejaría caer ya que acostumbraba protegerme incluso de las cosas que se pueden considerar como las más absurdas. Solo una vez la reclame por eso, y después de escuchar lo que tenía que decir decidí que lo mejor sería permitir que se regocije con el pensamiento que podrá evitar que enfermé o sufra las mismas cosas que el resto de los seres humanos.

Pero me he desviado por completo del tema al cual iba. Cuando llegamos al campamento, según lo que Damián y Tyler dijeron, habían avanzado notablemente en muchos aspectos respecto a lo que vieron la primera vez que estuvieron ahí.

-- Antes sus moradas no lucían tan firmes como lo hacen hoy -- Expresó el chico que en el pasado había sido la mano derecha en el trabajo para mi compañero. Parecían palabras sencillas pero todos pudimos ver lo que realmente quería decir aunque no se atrevía a hacerlo directamente.

«Ellos planean quedarse aquí» pensamos todos.

Casi todos los habitantes que pude ver eran chicos de entre 12 y 15 años, todos ellos habían estado cumpliendo con una tarea pero se distrajeron para dar miradas curiosas cuando el grupo de desconocido comenzó a rondarlos. Ningún niño mostró algún tipo de respeto o miedo, solo podían transmitir curiosidad.

Alpha DamiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora