Sintonia | VHope |

13. Todo está bien

"Y tú te puedes quedar conmigo para siempre 

o te puedes quedar conmigo por ahora.

Dime si estoy equivocado, dime si estoy en lo cierto. 

Dime si necesitas una mano amante

para ayudarte a dormir esta noche.

Y dime si sé, y dime si hago. 

Dime cómo enamorarme de ti

de la manera que quieres que lo haga."

                    -Cold coffee / Ed Sheeran.

Un café caliente por las mañanas frías, una frazada en noches heladas, una nieve en una tarde calurosa, fiestas con amigos, un primer amor.

Hay cosas que las personas clasifican como felicidad, pero, esas personas ¿alguna vez estuvieron separadas sin saber nada de la persona que más han amado en el mundo?

Tae Hyung era un café frío, Tae Hyung era una cobija delgada, Tae Hyung era un poco de té de manzanilla, Tae Hyung era un libro y paz en la habitación, Tae Hyung era una melodía tranquila y triste.

Ho Seok era un café caliente, Ho Seok era una cobija gruesa, Ho Seok era una soda de fresa, Ho Seok era ruido y movimiento en la habitación, Ho Seok era una danza movida y alegre.

Cuando Tae Hyung conoció a Ho Seok descubrió otras sensaciones.

Cuando Ho Seok conoció a Tae Hyung, descubrió que lo que jamás había sentido, realmente existía.

Cuando fueron separados, esas sensaciones fueron arrebatadas, el vacío se hizo presente, Ho Seok descubrió que el amor podía llegar a ser tan grande, descubrió que cuando se te arrebata el amor, el dolor puede ser aún más grande. Por otra parte, Tae Hyung descubrió qué era amar y qué era sufrir de verdad.

Se puede llorar de alegría, se puede llorar por amor. Cuando alguien llora de amor es debido a que este es tan grande que no se sabe cómo expresar, no sabes cómo expresar lo mucho que amas, el amor es tanto que no cabe en el cuerpo, el amor es tanto que cuando no puedes demostrarlo más y queda atrapado dentro de ti, duele, duele y por eso lloramos.

Lloramos ante la posibilidad de no poder amar de nuevo con la misma intensidad, lloramos porque estamos tan felices que las sonrisas no son suficientes, lloramos porque es la manera más pura de demostrar un sentimiento.

Ho Seok lloraba porque lo veía irreal, frente a él, con una gabardina larga color marrón, una playera blanca y pantalón negro, combinadas perfectamente con unos converse altos negros, su cabello había cambiado, era un poco más claro y largo, y ahora lo tenía un poco despeinado.

Era increíble como una persona podía cambiar en unos cuantos meses, Ho Seok se acercó temeroso a esa imagen frente a él, porque para Ho Seok era una imagen, un producto de su imaginación hasta demostrar lo contrario.

Acercó su mano lentamente al rostro del menor que ahora era unos centímetros más altos –¿eres real? –susurró, más para sí mismo.

–Soy real –susurró en respuesta el músico justo cuando sintió la mano del bailarín acariciar su rostro.

–Eres real –afirmo aún con sus ojos aguados, aún con lágrimas cayendo.

El músico asintió, el músico tenía los ojos inundados de lágrimas también, pero el músico no lloraba.

–Podemos hablar... ¿En otro lugar? –preguntó con su voz ronca entre cortada, el bailarín asintió, dándose media vuelta, encarando a la chica en la caja registradora, hizo una pequeña reverencia y tomó al músico por su muñeca, llevándolo fuera del lugar.