Sintonia | VHope |

15. Kim Tae Hyung

"Tu dijiste que

nunca me dejarías o me abandonarías...

Cuando tu dijiste

que esta vida va a sacudirme...

Tu dijiste que...

Este mundo va a traer problemas en mi alma.

Esto lo sé..."

Everything falls - Fee.

Cuando se es pequeño se tienen diversas necesidades, cosas que para muchos les es fácil conseguir, como amor, cariño, mimos y cuidados por parte de los padres. Muchos de nosotros crecemos en hogares en los que sólo hacía falta llorar un poco para que mamá o papá corriera a nuestro lado para saber qué nos sucedía, solo hacía falta un beso mágico en aquél golpe que tanto dolor nos causaba, aquél beso mágico de parte de mamá ¿recuerdan? Tae Hyung no lo recuerda, Tae Hyung no lo vivió.

El pequeño niño Tae, un chico pequeño demasiado listo para su edad según los profesores y tutores, aprendiendo a tocar el saxofón con tan sólo cuatro años de edad, el pequeño no hablaba mucho, por no decir que no hablaba en lo absoluto, así como no interactuaba con el resto de los niños.

–Hola –llamó la pequeña con su perfecto uniforme y su cabello castaño atado en dos lindas coletas, pero la niña no recibió respuesta pues el niño continuaba viendo a los niños jugar, sin verlos en realidad, la niña un poco dudosa le llamó de nuevo esta vez moviéndolo un poco por el hombro –¿tú eres Tae Hyung? ¿Cierto? –el niño al sentir el movimiento volteó rápidamente para prestarle atención a la niña, asintiendo dudoso –¡Hola! Soy nueva aquí y te miré solo, así que me acerqué, estamos en el mismo salón.

–¿Cómo te llamas? –preguntó más interesado el pequeño, sentándose frente a la niña, quién también tomó asiento a su lado.

–Soy Lee Seol Hee.

–Mucho gusto, soy Kim Tae Hyung.

Por primera vez el niñito solitario había hecho un amigo, por primera vez el niñito solitario se sintió feliz.

...

Tae Hyung nunca pasaba sus cumpleaños con sus padres, el en realidad, rara vez los veía, su madre, una productora y directora en el ámbito musical, directora de su propia empresa. Su padre, un empresario a nivel internacional, un hombre muy ocupado pero que en sus pequeños ratos libres pasaba tiempo con su hijo. Cuando Tae Hyung cumplió cinco años, fue la primera vez que comió con sus padres, fue la primera vez que festejaron juntos, si eso se podía llamar festejo.

–Escuché que tocas el saxofón –dijo su padre con una sonrisa mientras miraba al pequeño al otro extremo de la mesa, esté asintió tímidamente sin apartar la vista de su platillo de comida, estaba tan feliz que no podía siquiera probarlo –¿Quieres uno? –el niño por primera vez en toda la comida levantó la vista, con un brillo sin igual en sus ojos, asintiendo felizmente –Bien, mañana lo tendrás y quiero escucharte tocarlo –dijo con una hermosa sonrisa cuadrada llena de cariño hacia su pequeño.

El niño sonrió entusiasmado, quería mostrarle su música a su padre, quería que su padre estuviera orgulloso de él, por otra parte, su madre quién no había apartado la mirada de su celular soltó aire algo frustrada.

–Que bien que pases tiempo con tu hijo, Tae Hyung, si ocupas o quieres algo solo debes pedirlo –dijo levantándose de su lugar en la mesa comenzando a recoger sus cosas –tengo cosas que hacer, me retiro, nos vemos luego –dijo sin siquiera ver al pequeño, retirándose del lugar sin decir más.