Sintonia | VHope |

16. Jung Ho Seok

"Oh, ¿por qué no te quedas conmigo? 

Porque eres todo lo que necesito 

Esto no es amor, es fácil de ver 

Pero querida, cariño conmigo"

-Stay with me / Sam smith.

Cuando somos pequeños hay muchas cosas que nos asustan, como la oscuridad o los monstruos que se ocultaban dentro del armario o debajo de su cama ¡pero mamá o papá llegaban a salvarnos! Para Ho Seok su papá era Súper Man y su mamá la Mujer Maravilla.

Un Súper Man que tocaba muy bien el piano y una Mujer Maravilla que bailaba como su flotara.

Así se habían conocido sus padres, la Señora Jung -antes de ser la señora Jung- solía ser una bailarina de Ballet muy conocida debido a que su baile te llevaba a volar a su lado pues parecía no tocar el suelo con sus delicados pies.

El Señor Jung por su parte era un exitoso pianista, sus almas se conectaron cuando Jung Minho tocó aquél violín y Lee Wen bailó aquella delicada nota sólo como ella podía, así se dieron cuenta que sus corazones se conectaban, se conectaban con la música.

Fueron pareja un tiempo, tenían ambos veintidós años cuando decidieron unir sus vidas, y veintitrés cuando decidieron traer un pequeño bebé fruto de su amor, al que nombraron Ho Seok.

El pequeño Jung Ho Seok heredó por completo el talento de su joven madre, tenía una habilidad de movimiento increíble capaz de hacerte sentir feliz, triste, angustiado, su baile no era un simple baile, su baile era arte, el no solo flotaba, él te hacía flotar.

–Debes sonreír Ho Seok, ser un niño muy feliz –decía su padre mientras daba vueltas a Ho Seok en el aire –recuerda siempre esta sensación –dijo parando sus vueltas y manteniéndolo elevado en el aire –como sientes que vuelas y eres libre, feliz, siempre debes sentirte así, y transmitir esta clase de sentimientos con tu baile.

El niño sonrió, amaba a su padre, amaba a su madre, amaba la vida.

–¿Cómo se conocieron papá y mamá? –preguntó cuándo los tres se encontraban en la mesa cenando, su padre miró a su madre con cara de complicidad.

–¿Alguna vez has sentido que tu baile se conecta con la música? –preguntó su madre con una agradable sonrisa en el rostro, el pequeño asintió.

–Pues, así fue con nosotros, su baile conectó con mi música, y nuestros corazones se sincronizaron –dijo su padre –te debes enamorar de una bella música hijo, no importa quién sea quién lance la música, si el músico hace clic con tu corazón, es la persona indicada así que aférrate al sentimiento –concluyó sonriendo ampliamente.

...

El pequeño niño de ocho años se escondía en el regazo de su padre, conteniendo sus lágrimas de miedo –está bien tener miedo de vez en cuando, es muestra de que eres humano –dijo su padre alzándolo en el aire y subiéndolo a la camilla –tú quieres bailar el resto de tu vida ¿no? –el niño asintió –no puedes hacerlo si no estás sano, por lo que debes dejar que te vacunen ¿de acuerdo? –el niño tragó saliva y asintió lentamente, la enfermera sacó una aguja y el niño comenzó a llorar, su padre se colocó a su lado y el pequeño ocultó el rostro en el pecho de su padre –está bien llorar, si duele debes llorar, si eres feliz y la felicidad no cabe en tu cuerpo ¿sabías que puedes llorar de felicidad? –el niño dejó de ocultarse y miró a su padre atento, ni siquiera notó que lo pinchaban con una jeringa –puedes llorar por cualquier cosa y estará bien, porque llorar es la manera más pura de las emociones ¿lo sabías Ho Seok? –el niño negó con la cabeza, el padre notó que la enfermera había terminado su trabajo –puedes llorar para distraerte, o hablar con alguien que ames ¿lo ves? No dolió ¿o sí? –fue entonces cuando el pequeño notó que la vacuna había sido aplicada y la enfermera le ofrecía una paleta, el pequeño la tomó dudoso –pero después de llorar, siempre hay que sonreír –dijo su padre quitando la envoltura del dulce haciendo que el pequeño sonriera ampliamente –buen chico Ho Seok –dijo revolviendo el cabello del pequeño –mi corazón duele si no sonríes.