Llega el día en que te cansas. Te cansas de ser tú. De ser tú quien siempre llama, de ser tú quien siempre está, de ser tu quien siempre escucha, quien siempre ayuda. Te cansas de mirar por los demás, incluso antes que por ti mismo.
Llega un día en que eres tú quien necesita cinco minutos, un hombro donde llorar, hablar sin que te interrumpan y sacar todo lo que llevas dentro. Llega un día en que eres tú quien necesita que te digan que todo saldrá bien. De alguien que te preste un poco de su tiempo y te haga algún favor.
Es ahí donde te das cuenta que no todos miran por ti como tú, un día, miraste por ellos. Donde te das cuenta que no todos los que creíste son tus amigos. Que los "siempre estaré aquí" con el tiempo se olvidan. Que no todos los que te sonríen lo hacen sinceramente.
Cuando te sientes solo y nadie llama o cuando necesitas hablar y nadie escucha.
Y en este punto de tu reflexión es cuando tu alma está dolorida. Cuando decides acabar con ello y no volver a ser el mismo de siempre. Te convences a ti mismo de que ya no estarás para todos de forma incondicional. Pero no, no te engañes. Vendrán llorando, rogando por tu apoyo y tú cederás. Porque cuando tu condición es ayudar a los demás, da igual cuantas veces te decepcionen pues siempre seguirás ayudando, a pesar de saber que una vez más te decepcionaran. Porque aunque sepas que fuiste un verdadero imbécil al ayudar a quien no se lo merecía, en el fondo de tu ser te sientes bien por haber hecho lo que tu corazón, en ese momento, sentía.****
¡Holaa! Como vais por ahí? Espero que muy bien.
Sólo deciros que mil gracias, por leerme, votarme y apoyarme. Para mí todo ello significa muuuchooooo!!
Y he aquí una semana más un trocito de mi que espero que OS guste.
OS deseo una feliz semana y hasta el próximo miércoles! Un beso y fuerte abrazo a todos ❤
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Reflexiones Sobre Un Día A Día
De TodoReflexiones sobre la vida misma; sentimientos que todos, en un momento u otro hemos tenido y vivencias que a cualquiera le puede pasar...