Adrien, también recibe el nombre mi más grande obsesión. La verdad es que cada vez que pienso en él mis mejillas se tornan rojas y mis palabras se vuelven un delirio en mi cabeza haciendo que pierda la razón.
-Adrien...- suspiré hondo -Quizás la única forma de estar juntos solo se encuentre en mi mente. A pesar de que trate de hablarte solo consigo mostrarme a mí misma que me falta mucho aprender sobre el amor y perderle el miedo.
-Vaya Marinette, ¿tanto es Adrien para ti?- se acercó a mi mano y me miró un poco sorprendida ante el palabrero que vociferé.
-¡Por supuesto que si, Tikki!- le sonreí, aunque de repente mi mueca cambió a una de tristeza -Solo que él no parece interesarse en mi. Más bien en Ladybug.
-Pero tú eres las dos, tanto como Marinette como Ladybug son fantásticas- ella trató de sacarme de la enorme decepción que abundaba mi corazón, con lamento, no lo logró. Fingí reír para que dejara de preocuparse.
-Sabes..., tienes razón- con una alegría falsa la acaricié -Vayámonos Tikki, tenemos que cuidar la ciudad.
-Así se habla, Marinette- puso la cara más tierna y adorable del mundo.
-Tikki, transfórmame- la kwami se trasportó hasta mis aretes para después dejar salir un "Yey" como en cada transformación y posteriormente terminé con mi pose de siempre.
La puerta que se localizaba en la azotea fue mi escape hacia la gran ciudad. Corriendo, y saltando de edificio en edificio, sintiendo el aire en mi rostro y coletas de cabello azabache.
-Bien, parece todo estar en orden.- pensé, más no fue cierto lo que deduje, me di cuenta porque una risa se soltó a resonar entre los edificios y varias akumas volaron a su alrededor. -Una noche pesada..., y yo que quería dormir temprano por el examen de historia- hice un leve berrinche y mejor me puse a trabajar.
Sin darme cuenta, uno de los atacantes me enredó con una soga los brazos y piernas, decidido a lanzarme a un vacío, por un momento vi la vida pasándome frente a los ojos, por otro lado, para mi fortuna, en ese momento me atrapó Chat Noir, mi compañero de confianza aunque un poco estresante, siempre con sus ideas de querer conquistarme y sin resultados. En ese momento me cargaba de brazos, era algo vergonzoso y cómo siempre me dio una vista coqueta.
-Vamos gatito, acabemos con los akumas- esbocé un gesto de dulzura lo más levemente posible.
-Claro, My Lady- hizo una reverencia y luego me retiré.
Con mi yo-yo tomé el pie del mismo que me había atacado, no lo dejaría ir, pero por un error de la suerte empezaron a llegar más villanos al frente, atrás, hacia los puntos ciegos; en fin, era un caos, pero tenía que resolverse de alguna forma.
-¿Por qué hay tantos hoy en día?- murmuré -¡Lucky Charm!- de mi herramienta de pelea salió un pequeño collar con un colgante de diamante -¿Qué se supone que haga con ésto? ¿llenar de brillo su noche?
-¡Wow! no pensé que la vanidad de los diamantes y mis chistes algún día conquistarían esos dulces labios, bugaboo.
Cuando moví el collar pude notar que el pendiente me cegó, un poco a causa de la luz que reflejaba en el mismo. Vi a mi alrededor y fue como surgió la idea.
-¡Lo tengo!- solté una pequeña expresión de victoria -Chat, necesito que batees el diamante con ayuda de tu bastón, lo arrojaré hacia aquel farol pequeño.- aprobó la señal y lancé con fuerza aquella joya con cadena a lo que el chico hizo lo que le indique a la perfección.
El pequeño diamante pegó a unos cuantos villanos mientras que a otros los cegó. Un diamante resistente, pensé. Tire de mi yo-yo y amarré con él a 5 de ellos, mientras que Chat Noir acorraló y quitó los objetos con akumas a otros 5. Rompí todo y salieron volando diez mariposas oscuras y llenas de maldad, los atrapé y purifiqué. Las personas fueron igual purificadas, a excepción de una. Una chica, seguía siendo villana; realmente me pareció extraño.-My Lady, ¿por qué sigue así esa chica?- me preguntó Chat Noir. -¿Acaso le hemos quitado un objeto que no era el poseedor del akuma?
-No lo sé, purifiqué todo. No debe pasar esto, con seguridad lo afirmo.- estaba muy confundida y la chica extraña se rió a carcajadas desenfrenadas.
-Lo único que no puedes purificar de mi Ladybug, es mi corazón- miró con burla hacia mi esencia, inspeccionándome hasta el mínimo detalle -Pero, me doy cuenta que yo no soy la única que sufre del corazón ¿o sí?- dio una leve pausa y prosiguió. -Te he observado tanto, y tengo el presentimiento de saber quién eres.
El corazón no puede poseer un akuma, y si es así, sería imposible purificarlo, al menos no por mi rutina diaria. Traté de conversar con un poco de corte en mis palabras, diciendo que lo que hacía no estaba bien, y que dejara de un lado los malos pensamientos, no resultaba en lo absoluto.
-La tristeza enorme y el enojo puede hacer que cambies. Como tu amor verdadero, Ladybug- intenté detenerle la conversación, pero ella no poseía arma -Nunca se fijará en ti. Nunca te aceptará. Y no hay futuro en el que quepan tú y él juntos. Sé tu verdad, Ladybug, lo sé mejor que tú misma, que patético tu caso.- rió por ultima vez y escapó sin darme cuenta.
-¿Estás bien, Ladybug?- tocó mi hombro y guió su mirada hacia mí un tanto melancólico -No la escuches, eres realmente hermosa y...-.- lo interrumpí con un quejido de dolor.
Me di cuenta que ella si poseía una arma...y eran las palabras. No sólo mis sentimientos fueron afectados, sino que también mi identidad secreta corría peligro.
Fin del capitulo!!
Creo que me pasé un poquito de sad v': pero es que hay que admitirlo, no hay peor golpe que las palabras.
Espero que les haya gustado el capitulo
No olviden, estrellita y hasta la próxima.
Holii!! les recuerdo que el fanfic está en proceso de edición :3
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Hey, Chat! Gracias... [Editando]
Hayran KurguLadybug y Chat Noir, siempre protegiendo a París, purificando akumas y derrotando los planes de Papillon...y sin embargo, algo sigue sin resolverse ante ésta pareja heroica. ¿Será capaz una identidad cambiar la simple amistad romántica de los person...