"Quien es inocente ahora"

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Jugaremos hasta el mundo deje de girar.
Girar, girar, girar, girar, girar.

«Era una pesadilla. Solo fue una pesadilla», pensó Lucy al abrir los ojos, mas el dolor de unas ataduras en sus brazos y piernas le dijeron lo contrario. Le dolía la cabeza a horrores, intentó tocársela pero las ataduras que tenía se lo impidieron. No sabía exactamente dónde y como se encontraba, solo sabía que se encontraba en una cama, o algo parecido por la superficie en la que estaba, y unos rechinados cada que se movía. No podía ver nada más porque todo estaba oscuro salvo una lámpara de mesa que, con una débil luz, iluminaba unos libros muy desgastados, el resto de la habitación estaba a oscuras. Solo tenía una cosa clara en la mente: Natsu había asesinado a Loke, o estaba involucrado, ella descubrió su cadáver y él la secuestro.

¿Por qué asesinó a Loke? se preguntaba, mas no podía averiguar la respuesta, además cuando empezó a pensar en el asesinato de Loke unas lágrimas traicioneras salieron aunque pretendía ser fuerte.

Oyó el ruido de unas pisadas, luego recordó la situación en la que estaba. ¿Qué le haría Natsu ahora? ¿Querrá asesinarla? Lo dudó de inmediato porque si fuera así ya estaría muerta. ¿La torturaría o amenazaría para obtener su silencio? No, no podía guardar silencio por el asesinato de su amigo, no importara cuanto la torturase.

Las pisadas sonaban más fuertes. Alguien estaba cerca. ¿Estará en casa de Natsu? Recordó que el mencionó vivir con un hermano mayor, ¿sería él, el hermano de Natsu también un asesino?

Tantas preguntas pasaron por su mente hasta que escuchó el sonido de una puerta abrirse. Cerró los ojos fuertemente por una repentina luz que llegó de un momento a otro.

—Veo que ya despertaste, Luce. —dijo Natsu con una inocente sonrisa mientras la miraba. Lucy sabía que solo fingía inocencia. Siempre fingió inocencia. Lucy intento hacerse la valiente y lo retó con la mirada, Natsu cambió su sonrisa inocente por una algo arrogante. Definitivamente solo había fingido.

Hubo un corto silencio, Lucy retaba con la mirada a Natsu mientras él seguía viéndola con arrogancia. Lucy rompió el silencio.

—Suéltame ahora, Dragneel, o lo vas a...—Natsu la cortó.

— ¿Lamentar? Lucy, ¿has visto tu posición? —Se le acercó, Lucy intentó retroceder pero olvidó que estaba atada y no podía moverse mucho. La cama vieja en la que estaba rechinaba por el más mínimo movimiento. Natsu se le sentó a un lado y la rubia lo vio mover la mano, cerró fuertemente los ojos al pensar que la golpearía. Pensaba que la torturaría hasta matarla, tal vez así lo hizo con Loke por como encontró su cadaver, todo maltratado. Pero su sorpresa cuando abrió los ojos fue que cogió un mechón de su cabello y lo olió.

— ¿Que estás haciendo?—preguntó apretando los dientes, pero algo sonrojada.

—Siempre quise olerte de cerca. —Usó toda su fuerza para apartarlo solo con su cuerpo y lo logró, solo unos pocos centímetros.

— ¡¿A qué te refieres?!—No debía tener miedo ni ser sumisa ni tímida en esa situación—. ¿¡Por qué asesinaste a Loke!? ¡¿Por qué me tienes aquí?!—gritó con toda su furia. La furia que sentía por la muerte de su amigo. Natsu abrió un poco los ojos, pestañeo una, dos, tres veces hasta que, al parecer, comprendió algo.

—Ah, crees que te tengo aquí solo por lo de ese león. —dijo tocándose la barbilla. ¿Pues, por qué más estaría ahí, atada?

— ¿Por qué asesinaste a Loke?—volvió a preguntar un poco más calmada, o eso quería aparentar—. CONTESTA.

—Jamás te he visto tan furiosa en años. — ¿En años? Si ella apenas notó su existencia el año pasado, y apenas habían hablado hace un día, o eso creía ¿Cuánto tiempo llevaba ahí? Tal vez ya era de noche, pero era difícil saberlo ya que no veía alguna ventana en la habitación.

— ¿Dónde estoy?—intentó calmarse, de nuevo.

—En mi casa. —contestó indiferente y sin ánimos. Estaba en su casa... ¡Su hermano! Debía estar ahí, tal vez la ayudaría, aunque sea para aclarar dudas. Que inocente era.

— ¿Y tu hermano?—Natsu se paró, salió de la habitación dejando a Lucy totalmente desconcertada. Volvió unos momentos después cargando una gran bolsa de plástico negro con algo dentro, y olía horrible, olía como... ¿Acaso él...?

—Tú...—dijo Lucy empezando a temblar mientras miraba la bolsa. Estaba segura que Natsu seguía con una mirada indiferente.

—Sí, es lo que piensas. Lo he matado, al igual que a mis padres y al León. —Se volvió a acercar a ella. Lucy intentó ser valiente, volver a estar determinada y retarlo como hace unos momentos, pero al escuchar que él asesinó a sus propios padres la enfermó. Mientras que ella daría lo que fuese por volver a ver a su queridísima madre, aunque sea unos momentos, él la asesinaría, tal vez hasta la torturó. Además, el chico estaba loco, no, era un psicópata y ahora estaba en manos de ese psicópata.

¿Por qué dijo que vivía solo con su hermano si también estaba muerto? Y por el olor se podría decir que llevaba al menos una semana, lo había asesinado antes de que siquiera hablaran.

Natsu adivinó sus pensamientos y sonrió torcidamente.

—Te estás haciendo muchas preguntas, ¿verdad? Lo puedo ver por las expresiones de tu rostro ¡Eres tan linda, pero a la vez tan inocente! Me encantaría volver a verte intentando se valiente—« ¿Qué se cree este?», pensó la rubia—. Asesiné a mis padres hace unos meses y en menos de tres semanas tire sus cuerpos, apestaban muy, muy mal. Deje a mi hermano vivir, pero dijo que tenía una seria obsesión contigo y...Bueno, sabía que lo extrañaría, así que guarde su cuerpo para hacerme compañía. —Lucy no podía creer lo que acabó de oír.

— ¡Eres un monstruo, estás loco!—le gritó—. No entiendo cómo pudiste matar a tu propia familia.

Sonrió inocentemente

—Verás, primero, con papá tuve que golpearlo con un hacha unas tres veces en el cráneo, y...—no quería escuchar más, así que le grito que parara.—No debes estar tan enojada, Luce, solo lo hice porque ellos interferían con lo nuestro.

— ¿A qué te refieres?

—Papá, mamá, mi hermano Zeref, y el maldito León. Todos ellos interferían con nuestro amor, Luce. —Le acarició la mejilla izquierda mientras que Lucy lo veía con los ojos abiertos a más no poder. Natsu sonrió dulcemente, se le acercó al punto en que la distancia entre las caras de ambos era casi nula, y la corto con un dulce beso en los labios. Lucy no se movió, no correspondió y Natsu seguía sonriendo. Ese fue su primer beso, pero no pudo sentir nada por el impacto ante eso.

Él no la había secuestrado por el asesinato de Loke. Él lo asesino por ella. Él la secuestro, no para torturarla o asesinarla. Lo hizo por amor.

¿Cómo había podido siquiera pensar en volverlo un amigo cercano, incluso llegarlo a convertir en su futura pareja?

—El imbécil del gatito también te amaba, pero mi amor fue mucho más fuerte. Mi hermano, mis padres, son todos unos idiotas por decir que mi amor llegó demasiado lejos. Ahora, siempre estaremos juntos, tú siempre estarás conmigo.

—Te amo, Lucy. —terminó abrazándola. Ella solo quería apartarse, quería espacio para procesar todo lo que había pasado desde que despertó.

—Dulces sueños, amor. —Se paró, apagó la luz y dejó a Lucy sola en la fría habitación.

Culpa a mi Obsesión [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora