Capitulo 18

10 1 0
                                    

Habían pasado dos semanas desde la confesión de Gabriel. Las cosas estaban relativamente normales. Seguía con Alex y la relación no podía ir mejor. Se lo estaban tomando con calma; le gustaba ver como Alex de verdad se interesaba por él y en ningún momento menciono sobre el asunto de "la primera vez". De solo pensarlo se ponía nervioso, por lo que nunca se le ocurrió mencionar algo relacionado.

Por otra parte, tu amistad con Gabriel había acabado. Desde su confesión, él evitaba a Miguel a toda costa y si aparecía en el mismo lugar, Gabriel tomaba eso como una señal de que tenía que irse. Le dolía tanta indiferencia. Claro que sería estúpido de su parte imaginarse que Gabriel le volvería a hablar después de semejante rechazo pero tampoco se imaginaba tanto desprecio e indiferencia.

En varias ocasiones, vio como se abrazaba con Samantha e incluso la besaba. Hizo lo justo que él hizo: irse por lo seguro.

A veces simplemente quería correr por el pasillo, llegar hasta Gabriel y besarlo sabiendo que él le correspondería pero luego se acordaba de que el ojiverde estaba más que en el closet y no había forma de sacarlo. No iba a pasar por eso.

En ese momento, sintió que alguien lo abrazaba por su espalda. Al darse la vuelta, reconoció la melena rojiza y le correspondió el abrazo.

-Hace siglos que no te veo y tampoco hemos hablado como se debe- dijo Anna con un dejo de tristeza.

-Sí. Es que he estado ocupado con unas cosas- una de las mayores mentiras de la vida.

Cabía mencionar que ninguno de los dos besos se lo había mencionado a su pelirroja amiga. Tenía la teoría que entre menos lo dijera, menos tiempo pensaría en eso.

-Después nos ponemos al tanto de todo- dijo guiñándole un ojo- Vengo porque necesito hablar con todos ustedes.

-¿Cuáles ustedes?

-Bueno, tú, Gabriel, Samantha, Alex a ver si por fin lo conozco.

-Está bien. ¿Cuándo?

-A las 9 en la cafetería- dijo. Miguel asintió en respuesta- Tengo clases pero quiero verte ahí. Es una noticia importante- dijo y sin más, se fue.

Respiro hondo y boto el aire. Tantos intentos por no encontrárselo y al final, tendría que hacerlo. Podría hacer los pros y los contras como excusa para no ir pero era Anna y si los iba a reunir a todos, tendría que ser algo importante.

Se fue con ese pensamiento a clases.

Al salir de clases con Samantha, se fue directo a la cafetería. Entrando, vio como una de las mesas ya estaba ocupada por Alex y Miguel. Respiro hondo y boto el aire lentamente. Al igual que Miguel, Gabriel había evitado a toda costa encontrárselo y Samantha siempre era la que de alguna forma lo ayudaba a escapar. Ella no se lo merecía, lo sabía pero ¿Qué más podía hacer?

La tomo de la mano y caminaron hasta la mesa.

-Hola. Tú debes ser Alex- dijo Samantha con una sonrisa llamando la atención de los otros dos, siendo el mencionado quien se levantaba para saludarla apropiadamente- Soy Samantha.

-Mucho gusto- le contesto con otra sonrisa.

-Alex- dijo Gabriel escuetamente tomando asiento al otro lado de la mesa.

-Gabriel- contesto el ojigris tomando asiento también.

En cuanto a Gabriel y Miguel, ni siquiera se miraron. Sabían que el otro estaba al otro lado de la mesa pero ni porque les pagaran, mirarían. Asi que se concentraron en encontrar conversación con su pareja o simplemente tener la vista fija en sus teléfonos. Era palpable la tensión que había; Alex miraba a Gabriel cada tanto que podía para verificar si estaba viendo a Miguel y al mismo tiempo miraba a Miguel si estaba viendo al ojiverde.

Empezó por una fiestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora