Capitulo 17

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Había pasado un mes desde lo ocurrido con Miguel y se las había arreglado para no encontrárselo en los pasillos de la escuela. Había puesto el recuerdo del beso muy en el fondo de su cabeza porque no quería volverse a sentirse inseguro.

Luego de que había superado ese momento, se recompuso y afianzo su relación con Samantha, por lo que en ese momento se podía decir que estaban en una relación seria. No es la chica que esperaba que fuese pero disfrutaba de su compañía y lo hacia reír, cosa que agradecía porque lo alejaba de pensar en Miguel.

Eran muchas las veces en que lo veía irse con Alex o que los veía besarse, cosa que lo hacía rabiar hasta tal punto de tener que ir al baño y despotricar todo lo que había ahí. Quería creer, convencerse de que no le gustaba pero verlos juntos lo hacía cada vez más difícil. Anna simplemente le decía que le dijera la verdad a Miguel pero ya lo había hecho y hasta se rio en su cara. Tal vez no fue la manera en que se lo dijo, pero se lo había dicho, ¿no? Ese era el punto.

-Así que, Gabriel.

Este se dio la vuelta. Conocía ese acento.

-Alex.

-Espero que no te sientas solo por haberte quitado a Miguel.

-No me quitaste a Miguel. Eso significaría que es mío y no es así- dijo calmadamente pero por dentro sentía los nervios crecer. "¿Y si sabe lo que paso?" esto paso por su cabeza.

-Calma- dijo riendo- No te lo tomes tan literal- continuo al tiempo que se sentaba al lado del ojiverde.

-¿Qué quieres?

-Conversar.

-No me creo que eso es lo único que quieras.

Alex asintió antes esto.

-Tienes razón. Quiero que dejes de estar vigilándonos- dijo posando sus ojos en los de Gabriel.

Gabriel bufo ante lo dicho por el otro.

-¿De dónde sacas que los vigilo? Tengo cosas mejores que hacer como para andar viendo como se dan besitos. Tengo novia. No tengo porque malgastar mi tiempo con ustedes.

-¿Crees que no te he visto? Cada vez que voy a buscar a Miguel, estas ahí. No soy estúpido, Gabriel. Sé que le tienes un ojo puesto y estoy muy amablemente pidiéndote que te detengas.

-Claro. Amablemente- dijo con un tono sarcástico- Es mi amigo. Debo saber que está bien.

-¿Tu amigo?- el ojiverde asintió- Hace un mes que no le hablas.

-Estamos pasando por una situación delicada.

Alex lo miro escéptico y luego negó con la cabeza.

-No es mi problema si no quieres aceptar el hecho de que te gusta pero no te metas entre los dos. Tú no tienes cabida ahí- dijo firmemente. Dicho esto, se levanto y con una mirada casi de lastima, se fue.

Puso sus manos sobre su rostro y se apoyo en la mesa en la que se encontraba. Quizás eso de tratar de convencerse no lo estaba funcionando en absoluto. El recuerdo de su beso con Miguel volvió a danzar en su mente. ¿Era malo pensar que lo quería volver a hacer? Sabía que lo había hecho por impulso y aun cuando fue muy rápido y le costaba admitirlo, se había sentido liberador.

Mientras seguía pensando en aquello, sintió como alguien se sentaba a su lado. Era Samantha, quien lo saludo con un beso casto. Todavía no sentía emoción arrasadora cuando la veía o lo besaba. Al principio pensó que eso cambiaria con el pasar de los días pero hasta ahora, se sentía igual. Casi como un vacio.

Empezó por una fiestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora