8. Yellow

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18 de Noviembre

Shadow

Corre. Corre. Corre. ¡Corre!

Su mente lo procesó.

La mano de Derek deslizándose rápidamente. El repentino frío en sus huesos. Los conductores estaban furiosos, gritando a cuatro vientos y, probablemente, corriendo detrás de ellos. Aquello se sentía irreal. La manera tan hábil de poder correr sin ser atrapado, perderse entre la hierba creciente, se sentía como la primera vez. La primera vez que alguien le ordenaba que hiciera algo que quisiera hacer. Correr. Correr lejos.

Aún era de noche, pero ellos corrieron hasta la más absoluta oscuridad. Y no se sentía tan peligroso, porque sabía que no estaba sola, que Derek corría detrás suyo. Corrieron hasta los límites y se adentraron a la ciudad, donde habían perdido totalmente de vista a los policías. Se detuvieron con la respiración agitada. Shadow se quitó el cabello de la cara sudada y sonrió, voluntariamente.

-¿Y ahora qué?- le preguntó al chico. Él la miró de vuelta, y no fue exactamente una mirada de complicidad. Shadow bajó, rápidamente, los ojos al suelo y dejó de sonreír. Recordó a su padre regañandola por atreverse a mirarlo cuando él no estaba de humor. Y golpeándola. Y...

-Caminemos un poco más- dijo Derek, mirando hacia los lados.

Ella suspiró.

¿Él estaba enojado con ella? ¿Por salvarla?

Sea como sea, Shadow ya estaba fuera de peligro, y eso no debería importarle demasiado. De algún modo, estaba deseando que él la abandonara, que separaran sus caminos y no volverlo a ver, como sucedió con Molly.

__

Consiguieron detenerse frente a una estación de autobuses. El día comenzaba a debilitar la oscuridad. Shadow debió de esperar junto a Derek, sentados en un banco de madera. Las nubes habían empezado a tomar todo el azul del cielo y pronto no tardaría en lloviznar.

-¿Qué es eso?- le preguntó Derek.

-¿Qué?

Derek le tocó, sólo un roce, el tobillo sobre los vaqueros holgados. Shadow se estremeció. Miró hacia el lugar que él le indicaba. Sangre seca. Tragó rápido su poca saliva.

-Es sólo...- murmuró-, no me he bañado desd...

Se calló, de pronto, avergonzada por haberlo dicho. Su cara caliente siendo inservible en aquellos momentos. Luego un incómodo silencio los inundó. Derek sólo miraba a su alrededor, y sus zapatillas, y el cielo, y los autos que pasaban. Entonces se dirigió hacia ella.

-No pasa nada- le murmuró-. En cuanto consiga dinero, íremos a algún hotel o lo que sea; y podremos descansar.

Shadow le agradeció en silencio que haya omitído el "podrás bañarte". Ya se había humillado bastante por sí sola. Se levantaron, de pronto, para detener el bus y subirse en él. Shadow eligió el último asiento a la derecha, y esperó a que Derek pagara por ellos. Él regresó a su lado, y Shadow le dió una sonrisa lastimera.

-Ni siquiera tengo monedas- murmuró ella.

-Está bien- dijo Derek-, es suficiente para llegar a mi casa.

-¿Tu casa?

-Sí- dijo él-. No nos quedaremos mucho tiempo, sin embargo. Sólo tomaré mi billetera y, quizás, mi celular.

Hizo un mohín.

-De acuerdo, ¿y luego...?

-¿Cómo llegaste a ese hospital?- le preguntó Derek.

El corazón de Shadow comenzó a latir rápidamente, y ella se enterró aún más en su asiento. Toda su piel estaba ardiendo.

-Yo, eh- murmuró ella-. Una amiga me dejó ahí...

-Déjame adivinar; no volvió.

De repente, Shadow sintió la necesidad de defender a Molly.

-Sí, per-pero... ella me ayudó, y me trajo allí para que me curaran y éstea a salvo...

-¿Entonces por qué te escapaste?- él sonrió burlonamente, y ella no pudo contestar-. Eso es lo que pensé.

________

Llegaron a la casa de Derek, un departamento de aproximadamente siete metros. Derek anunció su llegada y el portón se abrió ligeramente. Algunos vecinos los miraron de reojo y luego siguieron a lo suyo. Ambos entraron rápidamente al edificio, y subieron las escaleras. Su piso había sido el número 6.

-Apuesto a que Freddie estará orgulloso de mí- comentó Derek, sarcásticamente.

-¿Quién es Freddie?- preguntó Shadow. Derek alzó sus cejas hacia ella.

-Oh. Es mi hermano.

-Eso es genial- dijo Shadow-, él podría ayudarnos.

-Él ni siquiera sabe que escapé- detuvo sus pasos y la miró de reojo-, y no creo que quiera saberlo. Lo meteré en muchos problemas, pero, de alguna manera se lo compensaré.

-¿Cómo?

-Ah, es fácil. Desligándome. Él ya tiene problemas con su esposa y, ¿te conté que tiene un hijo? Bueno, él se llama Paul, aún es muy pequeño para entender lo de su tío, así que cuando ellos me iban a visitar, Paul creía que estaba en un tipo de Instituto Para Jóvenes Mayores- se rió con amargura-. O eso es lo que le dijo mi cuñada cuando preguntó por mí.

Shadow lo pensó una vez, y luego la curiosidad le picó. Lo miró aún de espaldas a ella; seguro de sus pasos, sin duda alguna, en sus decisiones... De repente se detuvo.

-¿No tienes miedo de que nos atrapen?- le preguntó ella.

Derek también se detuvo, y se dió la vuelta.

-¿Tienes algún conocido, a parte de tu amiga?- le dijo-. Una vez que separemos nuestros caminos; deberías ir lejos.

Las heridas de Shadow volvían a arder. Se cruzó de brazos y miró hacia otro lado, sin saber muy bien por qué, los ojos comenzaron a picarle.

-¿Y tú?- murmuró ella, con la voz débil-. ¿Adónde irás?

-Aún no lo sé, pero no puedo llevarte- dijo él-. Verás; si nos atrapan juntos... a mí me encerrarían en la cárcel de por vida, ¿sabes?.

Shadow retrocedió dos escalones.

-Lo sé.

-Shadow.

-¿Mmhm?

-Aún no me has contestado, ¿tienes algún conocido, a parte de tu amiga?

Shadow se calló por un momento. Derek abrió la puerta de su habitación con unas llaves que había sacado de su bolsillo y le hizo señas a ella para que pasara primero. Shadow reprimió una sonrisa. Bien, él la estaba echando, tan sutilmente que no sentía las lagrimas en su interior. O quizás solo por fin se había acostumbrado. Ó el colapso emocional vendría después. Pero, ¿qué haría ella en una ciudad tan grande como Miwok?

-Sí- contestó, sin mirarlo a los ojos por temor a que delataran su malestar-. Eh. Mi tía. En Lonch.

-¿En Lonch?- soltó un suspiro aliviado-. Lonch está bastante lejos, así que... está bien. ¿Recuerdas exactamente dónde?

-Sí, bueno- contestó Shadow, consciente de no recordarla demasiado desde la última vez que la vió, en el funeral de su madre. ¡Vamos, que fue hace cinco años!-. Creo que en algún barrio de Lanchaster Wild.

-Genial- bufó-. No tienes la menor idea.

-No la he visto en años.

-De acuerdo- dijo Derek-. Haremos un trato.

Corazones RetorcidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora