Nueve: June » Ella

399 36 0
                                    

N/ June:

Era domingo, paso bastante tiempo desde mi ultimo domingo libre. Quería probar algo nuevo, salir de la rutina, con los miembros, así lo decidimos, para un día libre, cuando sea que lo tengamos, solos.
Decidí ir a mi antiguo suburbio, allí, encontré un nuevo café donde solía estar mi tienda favorita de comics. Decidí entrar. No había mucha gente.
Me agache para apreciar la decoración, eran increíbles, autos de colección, y otras cosas. De pronto, sonaron las campanas y mi cabeza dolió. Mi irrite, no voy a negarlo. Me puse de mal humor y gruñi.

- Estas bien? - Su voz preocupada.

- Deberías prestar mas atención... - Le rugi. Me toque ma frente, sentí un ardor.

- Oh, estas sangrando. Lo siento, no te ví. - Se me acerco apoyando su pañuelo. Pude apreciar su rostro mas de cerca. Hermosa. Increíblemente hermosa.

Solo pude sonreír, tome su pañuelo tocando su mano a penas. Note como se ruborizaban sus mejillas al mirarla a los ojos. Su aura me esta golpeando.

- Lo siento. - Aun mas tímida soltando mis brazos. Pude sentir la calidez de sus manos a través de mi suéter.

- Deberíamos tomar un café o estas... Esperando a alguien? - Probé suerte.

- No hay nadie a quien esperar... - Cruzo uno de sus brazos. Sexy, sexy, sexy. - Ya que te lastime, debería comprarte un café? - Sonrió. Solo la seguí. Estas coqueteando conmigo?

Misterioso, tengo que parecer misterioso. Ella ordeno y pago antes de que pudiera parpadear siquiera. Misteriosamente tacaño. De verdad? - Una chica no debería pagar... - Camine detrás de ella, mi sonrisa se me hacia cada vez mas evidente. Intenta permanecer interesante y misterioso.

- Esta bien, la próxima pagaras por nuestros cafés. Es gracioso. Si nunca has venido aquí, y yo tampoco... - Se me acerco. - Es como si fuera el destino? Una casualidad? - se alejo. - Esa clase de idioteces, me resultan muy cursis... - Rió. Aunque me gustaban este tipo de casualidades.

- Me llamo Junhoe, Koo Junhoe... - Esperando que me reconociera. - Mis amigos me dicen June... - Esperando que se emocionara, pero no hizo nada. Es extraña. Me encanta.

- Hola June. - simplemente mágico, mi nombre saliendo de sus perfectos labios. - Me llamo Luisa, Choi Luisa. Pero mis amigos me llaman Lisa. - Tomo mi mano. - Un gusto conocerlo. - me dedico una sonrisa. Me estoy volviendo loco? Busque nuestros pedido.
Ella miraba a través de la ventana, pude notar tristeza en su rostro. Las onduladas mechas caían sobre sus hombros, sus mejillas rosadas y sus labios pulposos. Sus ojos redondos mirándome.
Comencé a hacer todo tipo de aegyo, incluso bromeando en cada oportunidad. Que clase de misterio era ese? Quería mantener su sonrisa y su mirada sobre mi.
La tarde se nos paso, parecíamos dos amigos encontrándose luego de mucho tiempo.
Caminamos por mi viejo suburbio, habían algunas casas antiguas, por lo que los tejados continuaban sin canaletas. Ella jugaba delante de mi, caminaba por el cordón poniendo un pie delante del otro, extendía su mano dejando que las cotas cayeran sobre ella. Hermosa, no muy simpática, solo lo suficiente. Pero sexy, todo en ella es sexy. Se detuvo, haciendo que chocara con ella.

- Creo que es hora de irme... - Sonrió mirándome a los ojos.

- Yo también... Pero fue divertido... El mejor domingo en mucho tiempo... - Toque su mejilla. - Inolvidable... -Acercando mis labios hacia los de ella. - El mejor... - Susurré, la beso. Sentí un impulso, tuve miedo, pero lo hice. La bese, su fría mano mojada poso en mi cuello. Tal vez fueron mis hormonas alborotadas. Pero jamas había sentido algo así besando a alguien. Quería llevarla a casa. Y besarla otra vez en el portón de su casa. Quería hacer ese tipo de cosas. Mi mente estuvo fuera de mi en ese momento. Mi corazón palpito fuerte. No, no la quería soltar.

- Adiós June... - saboreó mi beso.

Subió al taxi y desapareció. Pude ver otra vez esa tristeza en sus ojos.
Quería correr detrás de ella. Pero la lluvia comenzó de nuevo. Quería mostrarme misterioso, pero la única misteriosa era Lisa.
Volví al café un par de veces mas, pero no la encontraba. Tal vez esa era la razón por la que no le gustaban las casualidades.
Cada canción me recuerda a ella, no hay manera de olvidarla, el olor a café, las fresas y la crema sobre sus labios. Su boca sobre la mía.
Donde estas Lisa?

Estoy enamorado...

Who Is That Girl? » iKONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora