Lagrimas de amor...

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CAPITULO 7

Al despertarme ya no estaba, supongo que estaría desayunando.

Me vestí muy lentamente, hoy no tenía prisa. Ordené su cuarto e hice la cama, me lavé los dientes y bajé a la cocina. Me encontré con una gran sorpresa!

Male, James y Drew estaban sentados, pero parecían preocupados.

Me adelanté y abracé a Male que ya más animada me devolvió el abrazo.

- ¿Qué pasa? Habéis tardado muchos días....

- Lo sé, Júlia lo siento...

- No pasa nadaJ. Y Lucas?

- El no... Lucas está muerto

- Como que está muerto? No! El no... es imposible!

- Júlia tranquilízate, lo siento...

- No digas eso...él está vivo y tú lo sabes!

- No, por favor para... está muerto y tienes que aceptarlo

(Vista de Malena)

Júlia salió disparada de la cocina y Drew la siguió, nos quedamos en la cocina, él no había dicho nada.

- Dale tiempo a que lo asimile, era su novio...

- Lo sé, solo necesito que me abraces

- Claro que si mi vida

- Estarás siempre conmigo? Pase lo que pase?

- Pase lo que pase, siempre voy a estar a tu lado

- Te quiero

- Te quiero

- Necesito comer algo

- Sí, yo también, tengo mucha hambre

- Comida oriental?

- Suena bien J

Parecíamos un matrimonio feliz, James y yo nos estábamos duchando, como no habían habitaciones libres Drew nos prestó la suya y se fue a dormir con Júlia (espero que solo como amigos) aún que no sé qué pensar.

- Vamos a dormir?

- Qué?

- Que quieres hacer?

- Tu sabes cuánto hace que no hacemos el amor?

- Unas...5? 6 horas?

- 6 horas y media James!

- A pues entonces...

Me tiró a la cama e hicimos la misma rutina de siempre, éramos lo más jajaja. (En todo) Esos días en el hotel los aprovechamos (aparte de hacer el amor) para practicar las maneras más sangrientas y crueles de matar.

Había aprendido a matar con una cuchara, a paralizar el cuerpo con un solo dedo y a fabricar un coctel monotof (una bomba bastante efectiva)

Aún no había matado a nadie (practicaba con maniquíes) pero le había roto el brazo el brazo al panadero por no darme bien el cambio, era como un botón, una vez encendida la furia no se podía apagar y ahora la sentía.

Me levanté de la cama, me puse un pantalón de pijama y una sudadera y salí a fuera en dirección a la puerta principal.

Giré a la derecha, crucé los árboles, seguí el sendero y allí estaba, el gimnasio secreto de la protección, todo para mí.

Eran las 3 de la mañana y no había nadie.

Estaba todo oscuro, hasta que encendí la luz (mi inteligencia seguía igual por si no lo habías notado)

Primero me dirigí al muñeco con forma de señor con problemas de obesidad y le metí unos cuantos puñetazo para empezar a descargar la rabia que sentía dentro.

Ese gimnasio lo tenía todo, era pensado para mí. En una esquina estaba sentado un chico (ups, no estaba sola)

- Te molesto?

- No, pero podrías intentar dar un buen golpe?

- Perdón?

- Se hace así

Después de su golpe el señor bautizado como Lorenzo (por mí) quedó totalmente destrozado.

- Cómo te llamas?

- Max Loodwey y tú debes de ser Malena

- Como sabes mi nombre?

- Eres nueva aquí, esta mañana has hecho una entrada espectacular, estaba con todos los otros protectores

- Con que protector eh?

- No exactamente pero algo parecido, eres realmente guapa

- Has destrozado mi muñeco

- Si supieras pegar bien lo habrías echo tú

- Oye!

Desapareció.

Como podía haber desaparecido en segundos?

Era increíble!

Bueno, ahora que mi rabia se había calmado, recogí los pedacitos de Lorenzo que quedaban y los guardé en un armario.

Era mi primera noche allí y no quería parecer confiada por las malas experiencias. Cogí un arma, una K-47 y una navaja por si acaso. Me fui a dormir pero antes pasé por la habitación de mi hermana. Me había escondido de ella durante todo el día por qué no era capaz de contarle que su hermanito mayor estaba...bueno...muerto.

Es todo un ángel cuando duerme, le besé en la mejilla y me fui.

Me acosté junto a James y nos dormimos abrazados.

(Vista de Júlia)

Salí corriendo de la habitación y cerré la puerta al entrar a mi cuarto, no quería hablar con nadie, sabía que Drew estaba detrás de la puerta, oía su respiración.

- No ha sido culpa tuya

- No tenía que haberme acostado contigo cuando él se estaba muriendo ( pude decir entre sollozos)

- No me refería a eso... tienes que dejarme entrar

- Esta noche no Drew

- James y Malena se han apoderado de mi cuarto, no me dejarás dormir en el suelo verdad?

Abrí la puerta, no me quedaba más remedio.

- Dormirás en la otra cama, al lado del cuarto de baño

- Como quieras...

- Oye, no estoy enfadada contigo, lo sabes no?

- No quiero que te enfades contigo misma

- Estaré bien

- Lo sé, yo estaré a tu lado

- Buenas noches Drew

- Buenas noches Júlia J

No pude dormir en toda la noche, creo que fue por el café o porqué mi novio estaba muerto o por las dos cosas.

Desde la ventana se podían oír los gritos y el sonido del viento chocando en la copa de los árboles.

Veía las luces del gimnasio encendidas, algunas noches me ponía a espiar a todos los protectores haciendo su rutina de ejercicio pero esta noche no.

Me quedé observando la luna hasta que me dormí por simple agotamiento.

Necesitaba descansar mi mente.

PROYECTO 13Donde viven las historias. Descúbrelo ahora