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-¿Ya te había dicho que te odio?

Mikaela suspiró irritado por la actitud tan infantil del menor, blanqueó los ojos por décima vez en esos quince minutos y llevo sus manos a los costados de su cabeza para masajear sus sienes con cansancio.

-Yuu-chan, llevas diciéndome lo mismo desde que salimos de la oficina de Guren-sensei, ¿cuando piensas callarte?.

-Lo seguiré diciendo hasta que aceptes que eres un idiota.

Los dos jóvenes se encontraban acostados en la grama del extenso jardín que estaba detrás de la escuela, Guren los había mandado para allá hasta que la hora del almuerzo llegase y él mismo pudiera llevarlos a cumplir el castigo.

Yuu estaba recostado en dirección al norte y Mika al sur, uno junto al otro pero sin hacer contacto con el cuerpo ajeno; tan pronto como llegaron a ese lugar se derrumbaron en la fresca grama sin importarles en que lugar y posición calleran. Y desde ese entonces Yuu no paraba de decir lo mismo.

-Te detes-

-¡Ya callate de una jodida vez!- no lo dejo terminar, la tolerancia del rubio llegaba a su límite cuando trataba con el moreno, haciendo que toda su actitud tranquila y educada se fueran por un caño en el instante - ¿¡Desde cuando te molesta tanto que te castiguen, eh!?, ¡y encima fue tu culpa todo esto!.

Yuuichirou se incorporó de golpe con las mejillas sonrojadas para mirar a su acompañante, indignado por el modo en que le gritó.

-¡No estoy molesto por eso imbécil!. Yo...

Hizo una pausa que solo consiguió el desconcierto de Mikaela.

-¿Huh, que pasa?

-M-mejor olvidalo

La mente de Yuu era un caos, las diferentes imágenes de los contactos que tubo con el rubio rondaban una y otra vez en su cabeza, y esta vez no salia de su mente las palabras que Mika le había dicho hace unas horas atrás.

Se estremeció y su corazón latió con fuerza, no sabia porque sentía esa opresión en su pecho, si era enojo o incomodidad; quizás eran ambas, pero él no estaba seguro. Era extraño que unas simples palabras en broma le afectaran tanto.

Y que haya sido Mikaela el causante de toda su confusión lo hacia preocuparse y tensarse aun más.

-¿Yuu-chan?, ¿estas bien?

Al tener tantos pensamientos en mente, no se dio cuenta cuando Mikaela se había sentado al lado suyo mientras sus ojos zafiros lo miraba de cerca con curiosidad; haciendo que las mejillas del contrario ardieran considerablemente por su sonrojo.

-C-claro que estoy bien- declaró alejando el rostro del rubio con la palma de su mano -Alejate, estas muy cerca.

Mikaela no tardo en darse cuenta de lo que sucedía, algo le incomodaba y lo sabia, su sonrojo y nerviosismo lo delataban.

Y no se daría por vencido hasta averiguar que era.

-No, no lo estas dime que te sucede, no eres de las personas que les da importancia un castigo.

Yuu paro de empujarlo y bajó la mirada, su sonrojo aumento. Sabia que tenia que decirle pero le avergonzaba que el siguiera pensando en algo que Mikaela seguramente lo dijo solo para joderlo.

Y la peor parte era que ni siquiera sabia por que le tomaba tanta importancia.

-...M-mientras corríamos...-trato de que su voz se escuchara normal, pero el tartamudeo y la forma pausada en que hablaba delataba su sentir. -T-tú me dijiste algo...que...

▪Llámame Senpai▪ [Mikayuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora