Todo el ajetreo había acabado luego del baile de clausura, permitiendo que los alumnos se tomaran un respiro para al fin disfrutar de las vacaciones de verano que se merecían y que tanto habían estado esperado.
A medida que pasaba el tiempo toda la institución iba quedando relativamente vacía, pese que a la mayoría de estudiantes no tenían permitido estar fuera de sus casas hasta muy tarde, al ver un cielo oscuro cubierto por estrellas y una luna resplandeciente se vieron obligados a retirarse a sus hogares una vez que dejaron todo en su lugar.
Hasta ese momento todo estaba tranquilo en los pasillos del instituto debido a que la mayoría de personas ya se habían ido, aparentemente todo estaba oscuro y en completo silencio para cualquier persona que pasara por ahí, y al ser tan tarde el personal docente no veía necesario ir a comprobar en las demás instalaciones para revisar si tal vez podrían estar equivocados.
Y era esa misma razón por la que Mikaela y Yuuichirou estaban encerrados en un aula a oscuras, estando completamente seguros que nadie se daría cuenta de sus presencias a esas alturas.
Si bien era cierto que el par de chicos apenas habian tenido la oportunidad de hablar sobre lo sucedido en el baile, habían decidido dejar eso para después y solo enfocarse en lo que sus jóvenes cuerpos pedian, en lo que sus almas reclamaban.
Y lo único en la mente de ambos era estar cada vez más cerca del otro.
Desde el momento en que su primer beso terminó no dejaban de mirarse con dulzura, expresándose con la mirada lo mucho que habían disfrutado de ese contacto tan hermoso, dejando que sus sentimientos más profundos cegaran su cordura y ese fue el detonante para que una vez que terminó el baile ambos salieran corriendo del gran salón tomados de la mano en busca de un lugar más privado.
Y desde que habían ingresado al aula de química los necesecitados besos no habían cesado por ningún motivo.
Los suaves jadeos inundaban la cálida atmósfera que habían creado gracias a los besos llenos de amor que se brindaban el uno al otro, y es que Mikaela no podía con la sola idea de que después de tener un fuerte agolpamiento con el azabache desde hace un tiempo, ahora lo tenia recargado en la pared besándolo como nunca se imaginó que podría hacerlo.
Y la mejor parte, siendo correspondido de la misma manera.
-Mmm...M-mika-suspiraba el de cabellos negros en medio del desesperado movimiento que recibía en sus labios que ya estaban de un color rojo debido al exceso de besos que había recibido de Mikaela.
-Yuu-chan...eres tan lindo...No sabes cuanto he deseado besarte- murmuraba sobre los labios de Yuu mientras tomaba el rostro del moreno entre sus calidas manos, deslizandolas lentamente hacia bajo aprovechando su recorrido para acariciar los costados del cuerpo delgado, pasando sus pulgares juguetonamente sobre los pezones rosas que se ocultaban bajo la ropa de seda que portaba el menor. Una sonrisa satisfecha se dibujó en los labios de Mikaela al escuchar el suave gemido de placer que emitió Yuu, llenándose de éxtasis al saber que este disfrutaba de sus caricias.
-Y aún más...-siguio hablando el rubio en susurros cuando se separó de los labios del otro para descender en el cuello del moreno -No sabes cuanto soñé con tocarte de esta forma- musitó con vehemencia cuando sus labios saborearon el blanquecino cuello de su adorable amigo, amando la forma en que el menor acariciaba su cabello dorado y jadeaba una y otra vez su nombre.
-C-callate idiot...H-hahhn
Por mucho que le avergonzara, Yuu no podía reprimir sus gemidos al recibir tales caricias de Mika y fue a un más difícil para él cuando el más alto empezó un lento vaivén de caderas que solo provocó más excitación en ellos al sentir sus crecientes miembros rozarse a través de la ropa.

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▪Llámame Senpai▪ [Mikayuu]
Fanfic« edιтando capíтυloѕ » 🌸 ⓗⓘⓐⓣⓤⓢ ⓣⓔⓜⓟⓞⓡⓐⓛ ⚠ Esta historia contiene relación de ChicoxChico [Yaoi] de los personajes del anime Owari no Seraph, claramente estos no me pertenecen sino a su creador Takaya Kagami e ilustrador Yamato Yamamoto. Si no te...